En noviembre de 2024, se celebró la reunión de líderes de la Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima, Perú. Como una plataforma clave de cooperación económica global, APEC abarca casi el 60% del comercio mundial y aproximadamente el 70% del PIB global. La actuación de China en esta reunión atrajo una gran atención, especialmente en lo relacionado con su influencia en la promoción de la inversión, la liberalización del comercio y el fortalecimiento de la cooperación económica y tecnológica. Además, la cumbre sirvió como un escenario crucial para las relaciones entre China y Estados Unidos.

Como la segunda economía más grande del mundo, China abogó activamente por un “nivel más alto de apertura” durante la cumbre, con el objetivo de mejorar la inversión y la liberalización comercial en toda la región Asia-Pacífico. China propuso fortalecer la cooperación en comercio electrónico transfronterizo y defendió el libre flujo de recursos en la economía digital, la inteligencia artificial y la tecnología verde. El objetivo era eliminar las barreras comerciales regionales, promover la integración económica y mejorar la competitividad general. Asimismo, China y otros países miembros alcanzaron un consenso para avanzar en la implementación de la Asociación Regional Integral Económica (RCEP, por sus siglas en inglés), particularmente en áreas como el comercio digital, la tecnología ambiental y la movilidad de capital. Esto subrayó las ventajas tecnológicas de China y su potencial de mercado. A través de la innovación tecnológica y el desarrollo de infraestructura digital, especialmente bajo el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, China profundizó y expandió aún más la integración económica regional.

La influencia de China en la cooperación tecnológica sigue en aumento, particularmente en energía verde, energías renovables e inteligencia artificial. La iniciativa “Franja y Ruta Verde” propuesta por China busca impulsar la transformación verde de la economía del Asia-Pacífico mediante la colaboración en tecnología ambiental. China también está comprometida con mejorar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas (PYMES) a través del intercambio de tecnología y la innovación, ayudando a las naciones en desarrollo a lograr la modernización económica al tiempo que permite a las empresas chinas expandirse en mercados internacionales. Esta cooperación no solo fortaleció la capacidad tecnológica de los países de la región, sino que también abrió nuevas oportunidades de crecimiento para las empresas chinas en los mercados globales.

A pesar de la falta de diálogo bilateral entre China y Estados Unidos en esta cumbre, se evidenciaron diferencias significativas en sus posiciones sobre varios temas. Las iniciativas de liberalización comercial de China contrastaron marcadamente con el énfasis de Estados Unidos en el “comercio justo,” particularmente en cuestiones como la protección de la propiedad intelectual y el acceso a los mercados, donde persisten profundas discrepancias. Además, mientras la región Asia-Pacífico busca aprovechar la cooperación tecnológica de China para impulsar el desarrollo económico, Estados Unidos, citando “seguridad tecnológica,” ha estado promoviendo restricciones a los productos tecnológicos chinos, convirtiendo a APEC en un microcosmos de la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China. La rivalidad en curso entre estas dos potencias sobre las cadenas de suministro globales, los estándares de seguridad tecnológica y las políticas industriales seguirá moldeando el panorama económico del Asia-Pacífico y la competitividad global.

Frente a los desafíos de Estados Unidos, China mantuvo una postura diplomática proactiva a lo largo de la cumbre. Al promover la integración económica regional y la liberalización del comercio global, China obtuvo el apoyo de las naciones del Asia-Pacífico. En particular, en temas globales como el cambio climático y la salud pública, China abogó por una mayor coordinación de políticas y cooperación tecnológica, demostrando su liderazgo en la gobernanza global. China también continuó defendiendo el multilateralismo y pidió un orden económico global más justo e inclusivo. En el contexto de la aceleración de la globalización y los avances tecnológicos, las estrategias diplomáticas de China se han vuelto fundamentales para impulsar el desarrollo del Asia-Pacífico.

La Cumbre de APEC 2024 en Perú proporcionó un nuevo marco para la cooperación económica global. Los esfuerzos de China por avanzar en la liberalización de la inversión y fortalecer la colaboración tecnológica han reforzado su influencia en las economías del Asia-Pacífico y del mundo. Aunque la competencia entre Estados Unidos y China en múltiples ámbitos sigue siendo difícil de resolver rápidamente, la plataforma de APEC ofrece oportunidades para la cooperación. Mirando hacia el futuro, se espera que la cooperación multilateral en la región Asia-Pacífico se profundice bajo el liderazgo de China, llevando a transformaciones significativas en la gobernanza económica global. A medida que China continúa desempeñando un papel cada vez más importante en la economía global, la cooperación económica en el Asia-Pacífico y la reconfiguración del orden económico global podrían experimentar cambios profundos.