Los modelos matemáticos desmienten el mito de la evolución
ER.- En su número de agosto, la revista Action Familiale et Scolaire dedica un artículo al mito de la evolución.
– El descubrimiento del genoma ha permitido realizar un análisis matemático para estimar la probabilidad de la supuesta aparición de la primera célula viva.
– Lecomte de Noüy (1939) calculó que el azar habría tardado 10.243 billones de años en formar una macromolécula asimétrica.
– Pierre Perrier y Jean Staune, dos matemáticos, llegaron a conclusiones similares.
– Uno de los estudios más completos sobre este tema lo realizó el ingeniero y profesor francés George Salet en su libro Hasard et certitude (1972).
– Según el mito de la evolución, los componentes básicos de los distintos elementos de una célula (ácidos nucleicos y aminoácidos) aparecieron «por pura casualidad» en una «sopa primordial».
– Se dice que la «sopa primordial», cuyo origen sigue sin explicarse, estaba formada por átomos libres de hidrógeno, carbono, nitrógeno y oxígeno.
– Las primeras moléculas elementales se ensamblaron «accidentalmente» en moléculas más grandes para formar la primera cadena de ADN, unas pocas proteínas y unos pocos orgánulos.
– Una cadena de ADN es una serie de moléculas de ácido nucleico, o nucleótidos, formadas por unos cuarenta átomos de cuatro tipos: hidrógeno, carbono, nitrógeno y oxígeno, más un átomo de fósforo.
– Se dice que todos estos elementos acabaron uniéndose para formar el primer organismo unicelular, como una ameba o una bacteria, que adquirió entonces por pura casualidad la capacidad de reproducirse.
– La composición atómica de los distintos componentes de la célula puede representarse mediante números o letras, y puede calcularse la probabilidad de aparición de cada elemento.
– El número de combinaciones posibles de 40 elementos seleccionados entre 4 es de 12.341.
– Sin embargo, sólo 4 de estas combinaciones (adenina, timina, guanina y citosina) intervienen en la construcción de una cadena de ADN.
– Así que cualquier conjunto de 40 átomos tiene una probabilidad de 4 entre 12.341 de formar uno de los 4 nucleótidos, o aproximadamente una probabilidad de 1 entre 3.000 (≃ 3,2 × 10 potencia 4) potencia 6.
– A continuación, un primer nucleótido debe combinarse con un segundo. Para que ambos se unan, deben encontrarse al mismo tiempo y en el mismo lugar, al menos temporalmente.
– Si sólo interviene el azar, la probabilidad de encontrar dos nucleótidos en el mismo lugar es igual al producto de las probabilidades de existencia de cada nucleótido, es decir, (3,2×10 a la potencia de 4) × (3,2×10 a la potencia de 4) ≃ 10 a la potencia de 7 (1 probabilidad entre 10 millones).
– Para 4 nucleótidos, la probabilidad aumenta a 10 a la potencia de 14 (una entre cien mil millones), y así sucesivamente.
– Para 10 nucleótidos, la probabilidad es de 10 a la 35ª potencia.
– Y para 100 nucleótidos, la probabilidad desciende a 10 a la 349 potencia.
– Es matemáticamente imposible que una sola cadena de un millón de nucleótidos se forme por pura casualidad, incluso a lo largo de la vida del universo. Tiene que haber algún fenómeno distinto del azar que favoreciera la formación de la primera cadena, aunque sólo constara de unos cientos de nucleótidos. Este fenómeno se denomina creador.
– Esto es sólo el principio, porque también hay que tener en cuenta la complejidad de los órganos, la imposibilidad en la mayoría de los casos de encontrar una secuencia que pueda transferirse de una especie a otra, o incluso de un órgano a otro, la extrema complejidad de la célula, el descubrimiento de la distancia genética constante entre las especies, lo que lleva a la conclusión de que todos los seres vivos aparecieron al mismo tiempo.
– La conclusión: La perfecta estabilidad de las especies desde el origen del mundo es mucho más probable que la teoría contraria.
– Los evolucionistas suelen ignorar estos argumentos y se reafirman en su ideología porque la alternativa es admitir que hubo un Creador.
– Al igual que el marxismo, el mito de la evolución es una ideología en la que sus partidarios ya no creen, pero que necesitan para excluir a Dios de sus vidas.
Impresionante artículo. Viva el Libro del Génesis. Viva la Ciencia. Lo has entendido Mario B. and Cia, ahora a resulta que todo lo que viene en la Biblia es cierto. Bien!! Viva Cristo Rey y María Santísima.