La portavoz municipal de Vox en Benalmádena planta a cargos y militantes del partido porque son amigos del director de Alerta Digital
AD.- Un partido con dos carcasas. Una lamentable portavoz municipal de Vox en Benalmádena que da la espalda a su pueblo y se encama con el poder de su partido. Casta pura. ¿Qué digo? Diez veces peores que la casta tradicional. Al menos los podemitas mantienen las formas con su gente. Gema Carrillo, la citada edil, ni eso. Mención crítica especial merece el grotesco y desafiante desprecio de Gema Carrillo a su compañero de grupo municipal, Miguel Ángel Jiménez; al coordinador de zona, José Antonio Macías y al grupo de militantes benalmadenses del partido verde que ayer colaboraron en una mesa informativa. De entrada, Gema Carrillo ha dicho en varios escenarios que no participará en ningún acto del partido con presencia de personas que sean amigas del director de Alerta Digital. Toda una declaración de principios de la que muchos ya han tomado nota. Aunque a decir verdad pocos la echaron de menos, a la reprobable concejal hay que exigirle menos imposturas gestuales. La voluntad popular exige soluciones, no provocaciones amenazantes ni chirigotas.
Ambiciosa y calculadora, a Gema Carrillo sin embargo no se le puede negar el arte de saber arrimarse al sol que más calienta. Tras dejar plantados a sus compañeros y a sus votantes, la menudita concejal sí que acudió por la tarde a la Vega Maestanza, perteneciente a otro municipio, para conocer (es un decir) las inquietudes de los vecinos afectados por la ubicación de la depuradora Guadalhorce-Málaga norte. Aunque es bien dudoso que el problema de los vecinos con la depuradora prive del sueño a Gema, en cambio sí le ofrecían mejores incentivos políticos que la mesa informativa de Benalmádena. Ahí es nada estar junto a los diputados nacionales Rubén Mansito (lo de Manso a partir de ahora tendrá que ganárselo) y la nunca bien ponderada Patricia Rueda. La medianía política e intelectual de Gema Carrillo no está reñida con su instinto logrero. Ella ya ha puesto sus ojos en un cargo de más pedigrí que el de concejala de pueblo; mismamente el de diputada autonómica. La ocasión ayer la pintaban calva para cantarle la palidonia a Patricia Rueda, que al final, si los militantes y el CEN no lo impiden, será la que decida quién esté y quién no en un puesto de salida.
Nada define mejor la abominación del sistema de partidos que el hecho mismo de que personas tan mediocres como Patricia Rueda puedan decidir sobre el porvenir de afiliados que valen infinitamente más que ella. ¿Cómo no va a defender Vox un sistema que evita a personas de tan escasa formación que acaben sirviendo menús en un Mc Donald?
Todo lo que en Gema Carrillo es astucia, en otros es tontura. ¿De qué se alegraban tanto ayer los de la mesa informativa de Benalmádena cuando Gema Carrillo les había robado la tostada? ¿O acaso son tan lerdos como para creer que la Gestora presidida por el patético Antonio Sevilla tendrá algún poder decisorio a la hora de confeccionar las listas? Gema Carrillo suple sus carencias intelectuales con un sentido del oportunismo innato, y ese instinto arribista la llevó a la foto de familia junto al verdadero poder en la sombra de Vox Málaga. Si los coordinadores y los propios miembros de la Gestora conservasen un átomo de dignidad, dejarían de ser la coartada necesaria para esa desaprensiva política que manda en todos ellos.
Y para colmo del desconcierto, los militantes serios de Benalmádena tienen que soportar el desplante de la inútil política a la que Patricia Rueda exhibió ayer como si fuera Chabeli Iglesias.
En conjunto, un reguero de gestos de cara a la galería que denotan que Patricia Rueda ha confundido la política con un plató de televisión, como los que solía visitar su madre para encontrar novio, y la regeneración democrática en su partido con una opereta de baja estofa.
En realidad, todo lo que hace y promueve “Barbie” es un ejercicio de banalización de la actividad política dirigido a ella misma. Y no sólo por el hecho de presentarse en la Vega Maestanza con un séquito de pelotas, sino por futilidades tales como llevarse a la estanquera y no a los expertos que tiene el partido sobre la materia.
Lo asombroso sería que, coincidiendo con el próximo pleno de Benalmádena, los militantes no aprovechasen la ocasión para montar el pollo en el Ayuntamiento y exigir la dimisión de la concejala a quien execra tanto su compañía.
Y ya puestos en harina, no podemos dejar de lamentar el ominoso papelón que le toca interpretar a la jefa de prensa de Vox Málaga, Sonia Crespo. No puede entenderse que una periodista sería y solvente como ella se preste a la burda estrategia comunicativa de Barbie, sistemáticamente basada en el anecdotismo, y que consiste en la usurpación de la realidad a manos de la simpleza.
No entiendo la persecución a la que ssometen a ALERTA DIITAL y a don Armando algunos dirigentes de VOX MÁLAGA.
¡Y todavía entiendo menos que VOX NACIONAL no pida disculpas por ello, y les llame al orden o, incluso, les expediente disciplinariamente!
¿Cómo? ¿No invitan a José Manuel Sánchez verdadero artífice de este movimiento y se llevan a la poni? ¿Invitan a Rubén Manso? Y digo invitan porque seguramente se habrá quedado en el hotel de A. Sevilla. Habrá podido elegir la habitación que quiera pues dicen que está vacío. Por eso seguirá él marioneta en política