Militantes de Vox en Arroyo de la Miel preguntan a Patricia Rueda por qué eligió la marisquería más cara de Benalmádena para apoyar a la hostelería
AD.- Los líderes se pueden equivocar, porque son humanos, pero deben ejercer siempre como tales. La pusilanimería de un líder añade desorden a la organización que representa. Con todos sus errores, que eran muchos, pero nadie puede negarle a José Enrique Lara que ejerció de líder aún cuando los llamados a obedecerle juzgaban lo contrario. Vox Málaga ha pasado de estar liderado por quien se vestía por los pies (literalmente hablando) a convertirse en un partido faldero dominado y controlado por mujeres. En Vox Málaga mandan tres mujeres. Y ninguna nos sirve de ejemplo. La jienense Salud Anguita, la diputada Patricia Rueda y la concejala Gema Carrillo lo deciden todo de antemano, con la anuencia del «chusquero» Jacobo Vázquez. Muchos militantes ya lo perciben. Los del núcleo benalmadense de Arroyo de la Miel son un ejemplo y han sido los primeros en dar la cara y oponerse a la actitud maniobrera de Gema Carrillo, consentida de «Barbie» y de la jienense.
Gema Carrillo sigue ninguneando al segundo edil en el municipio benalmadense, Miguel Ángel Jiménez, encantado de ejercer de «calzonazos 2.0» acaso por mil razones sin IVA incluido. Ayer volvió a presentar una de esas mociones irrelevantes y sin sustancia para un partido como Vox. De los asuntos que deberían centrar la acción política del partido verde allí donde cuenta con representación municipal, ni mu. Pongamos que hablamos de inmigración ilegal. En cambio, lo que quita el sueño a Gema Carrillo es la falta de mantenimiento de los reguladores semafóricos. Pues qué bien. La moción la firma exclusivamente ella. Como Juan Palomo. El otro calla y traga. Los militantes, ni una cosa ni la otra.
A principios de esta semana, los dos concejales de Benalmádena acompañaron a la diputada Rueda en una sesión de postureo para apoyar, es un decir, a la hostelería del municipio frente a la crisis provocada por el covid. Eligieron «Los mellizos», la marisquería más cara de la localidad. Militantes en el núcleo de Arroyo de la Miel se preguntan por qué. Apuntan que hay varios establecimientos hosteleros regentados por militantes de Vox que se hallan en situación límite. El restaurante «Tío Blas» es uno de ellos. Afean a Patricia Rueda que los excluyera en su visita posturera. Y preguntan si ella y los dos concejales que la acompañaban fueron obsequiadas con los típicos productos marisqueros de «Los mellizos».
Aunque los militantes puestos en contacto con AD no esperan respuesta alguna, sí recalcan que la situación es insostenible. Reprueban, justamente encolerizados, a los dos concejales. «No nos representan», subrayan.
En ese contexto de divorcio entre los cargos y las bases, piden a Antonio Sevilla, nuevo presidente provincial de Vox, que ponga las cosas en su sitio. «Lara ya lo habría hecho», reponen. Le piden a Sevilla resolución fuerte y firme de imponerle a Gema Carrillo una disciplina. La disyuntiva es así de chusca y dramática: o se impone la autoridad perdida o, dando ya todo igual, que Paco Vázquez termine liderando esta finca sin amo.
Lo sabia, el langostino contraataca, no distingue entre sexos, es un crustaceo genuinamente igualitario, lo mismo derriba a un coronel de la Legion que a una verdulera trepa-sillones, ole sus cojones del langostino