Gema Carrillo, siempre fría y calculadora.

AD.- Para qué nos vamos a andar con rodeos, Gema Carrillo, eres una patente incompetente que no vales para nada que políticamente se precie. Eres logrera, calculadora y fría, como todos los políticos a los que despreciamos. Tu labor como portavoz municipal de Vox en el Ayuntamiento de Benalmádena es discutida por la mayoría de los militantes de tu partido, que no te pueden ni ver, acaso porque te conocen bien.

Abandonaste a Lara y apoyaste la candidatura de Enrique de Vivero, lo que no deja de ser legítimo. Pero lo que no es legítimo, ni mucho menos decente, es que tus frustradas expectativas de mando dentro de la dirección provincial, te lleven a esparcir tu rencor contra los nuevos responsables del partido en Málaga. Eres injusta a la par que cobarde. Te hiciste muchas ilusiones con Patricia Rueda. La política tiene cosas como esta: que personas tan mediocres como tú, que nunca aspirarían a nada en una empresa privada seria y solvente, ambicionen cosas que exceden en mucho de su capacidad. Quienes no han contado contigo para formar parte de la nueva dirección del partido en Málaga han sido tus dirigentes nacionales, que no han debido apreciar en ti méritos superiores a los que te atribuyes tu misma.

Si una persona, libremente, forma parte de una organización, la que sea, lo que tiene que hacer es aceptar sus reglas internas y las decisiones de los jefes. Eso o tomar las de Villadiego. Si consideras injusta tu exclusión del principal órgano provincial de decisión dentro de Vox, lo que tienes que hacer es irte. Por una cuestión de dignidad. Pero no te irás. ¿Dónde ibas a ganar más de dos mil euros con tan nulas facultades? ¿Qué alternativa laboral tendrías más allá de la de estanquera consorte? No encauces tu rencor indebidamente. Échale valor y enfréntate a Madrid con la misma saña que lo estás haciendo en redes sociales contra quienes no no son responsables de que tu minusvalía política no haya tenido recompensa. En esa cruz llevarás siempre la penitencia.

Lo de Gema Carrillo no es un caso aislado. Por desgracia, Vox Málaga tiene una escombrera con los deshechos de cada casa: condenados por asesinato, estafadores compulsivos, pasantes que no tienen dónde caerse muertos,  escritores que no han escrito nunca una novela, echadoras de cartas del tarot, abogados sin clientes, tarugos de toda especie, acosadores, yunques que mienten, esposos que pegan a su esposas, pícaros enfundados en la sagrada bandera; en definitiva, un asco de gente, todos a colocarse y a medrar. Lo mejor que podría ocurrirle a Vox es que se fueran todos. O que los echaran. Esa gente no aporta nada, salvo brusquedades y formas tabernarias. Esa derechona caricaturesca y torrentiana nunca tendría cabida en el PP. O Vox Málaga apuesta por la excelencia o será anegado por la excrecencia. No hay término medio. O Vox Málaga empieza a prescindir de concejales como Gema Carrillo, aunque se quede a cuadros, o gente como ella terminará siendo un potencial foco de desestabilización y división.

La nueva dirección de Vox tiene ante sí el reto de hacer una limpia como Dios manda y llevarse por delante a todos los arribistas y patriotas de opereta, a toda esa chusma que no tiene donde caerse muerta y que ha entrado en Vox al acecho de que le caiga algún puestecito, el que sea, y mejor si es remunerado. O el patriotismo elegante que representan Antonio Sevilla, Carmen Barrios, Pedro Barceló y Antonio Pulido, entre otros muchos, o el patriotismo de opereta que representan los que habiendo nacido lechón, se resisten a morir como cochinos. No hay matices ni términos medios.