Lo primero que Manuel Pastrana cuenta sobre sí mismo es que es hijo de “trabajadores del campo andaluz y segundo de 6 hermanos”. En segundo lugar, explica que el sueldo de sus padres llegaba, “a duras penas, para cubrir las necesidades familiares”. Nació en Archidona, Málaga, en 1961 y desde 1998 es secretario general de UGT en Andalucía.

Su viaje a Durban, los 500.000 euros que gastó a base de tarjeta de crédito en menos de un año y la mariscada de 800 euros que publicó en su portada el ABC el pasado fin de semana lo han colocado en la palestra pública. Tanto que hasta su jefe en Madrid, Cándido Méndez, ha tenido que defenderle “a carta cabal” públicamente.

En su blog en la página web del sindicato en Andalucía, Manuel Pastrana Casado se desquita y asegura que “desde que soy Secretario General de UGT Andalucía toda la contabilidad del sindicato es sometida a controles y auditorías externas permanentemente”. En realidad, las auditorías externas, que corren a cargo de Deloitte, se efectúan generalmente cada 4 años, cuando el sindicato se somete a elecciones.

Por otro lado, pese a que en la misma entrada del blog invita a “aquél que quiera conocer las cuentas de UGT” a que las pida porque “están a su disposición”, desde Libertad Digital hemos solicitado la información y nos han limitado el acceso a la consulta presencial en las oficinas del sindicato en Sevilla sin posibilidad de ver copia alguna de los informes.

Manuel Pastrana, en cambio, es un viejo conocido para algunos investigadores de los enredos sindicales en Andalucía. Sin ir más lejos, Pedro de Tena le dedicó varios capítulos de su Tela de Araña Andaluza. Concretamente fijándose en la fundación que Pastrana puso en marcha en 2002. No quedó reconocida hasta el 23 de abril de 2003, cuando la Consejería de Cultura de Andalucía –a cargo de Carmen Calvo Poyato- reconocía, calificaba y disponía la inscripción “en el registro de fundaciones privadas de carácter cultural y artístico, asociaciones y entidades análogas de Andalucía”. El nombre del ente privado era y es: “Fundación para el Desarrollo de los pueblos de Andalucía”.

La propia Consejería de Cultura califica la Fundación “de carácter Cultural” y establece que “consta la denominación de la entidad, los fines y objetivos de la misma, en particular, la gestión de los archivos históricos de la Unión General de Trabajadores de Andalucía, así como la ejecución de proyectos de investigación socio-laboral con especial atención en el estudio de la aplicación de las nuevas tecnologías de la comunicación a la actividad socio-sindical, la realización de estudios sindicales y la formación sindical especializada”.

En resumen, que Manuel Pastrana registra y preside una fundación privada y “sin ánimo de lucro” que se encargará de gestionar el archivo documental de la división andaluza de UGT, que él mismo capitanea. La contrapartida económica que el sindicato de Pastrana ofrece a la fundación de Pastrana a cambio de la gestión del archivo es, de momento, desconocida –merced a la falta de transparencia sobre las cuentas del sindicato-. Además, esta fundación también se dedica a la elaboración de informes y estudios relacionados con la actividad sindical en Andalucía, cuyo precio de venta al público queda reflejado en su propia web.

En cambio, lo que sí se conoce son algunas de las subvenciones recibidas por dicha fundación, al menos las que llegan desde la Junta de Andalucía y quedan reflejadas en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía, y algunas otras que recibió del sistema español de ciencia y tecnología, como los 19.500 euros que le fueron otorgados en concepto de “subvención” en 2007.

Un rudimentario y costoso rastreo por el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) ofrece el montante aproximado de 605.000 euros desde 2003 a 2009, tal y como recogía Pedro de Tena en uno de sus reportajes, y de 347.726 desde 2009 hasta nuestros días, lo que sumaría 952.726 euros en subvenciones. Algunas de ellas:

Julio 2009: Subvención de 70.000 euros para a “financiar los gastos derivados de funcionamiento relacionadas con Memoria Histórica”.

Noviembre 2009: Subvención de 12.050 euros para la “Edición del Estudio sobre la memoria histórica de las Casas del Pueblo en Andalucía” y para el informe “La UGT de Huelva: Golpe militar, resistencia y represión (1936-1950)”.

Junio 2010: Subvención de 118.115 euros para “la elaboración y edición de material didáctico para la formación de trabajadores de la Comunidad Autónoma de Andalucía”.

Abril 2012: Subvención de 20.000 euros. El documento no especifica el objetivo de la subvención.

Mayo 2012: Subvención de 97.661 euros en ayudas con cargo “al programa de fomento del empleo”.

Febrero 2013: Subvención de 6.000 euros en un informe para el “Estudio de las Casas del Pueblo en la provincia de Córdoba (1900/39)”.

Hasta aquí atendiendo sólo a las subvenciones recibidas por una Fundación sin ánimo de lucro y de carácter privado que preside el jefe de los ugetistas andaluces.

No entran en estas partidas las ayudas para el “Centro de Formación Manuel Pastrana” que puso en marcha IFES-UGT Granada.

Precisamente es en la formación de parados el área donde los sindicatos reciben mayores subvenciones. Por poner un ejemplo, en un solo día -el 23 de marzo de 2011-, el BOJA refleja la concesión de subvenciones a la UGT de Andalucía que dirige Pastrana, por valor de 650.000 euros para labores de formación para desempleados.