José Luis Fuentes García.- Sí, señorías y demás miembras y miembros de la “casta corrupta y parasitaria”. Les voy a llamar chorizas y chorizos, golfas y golfos. Y como no quiero quedarme corto les agrego lo de ineptas e ineptos, además de gilipollas, que queda como más chabacano, pues en algo quiero parecerme a sus señorías aunque solo sea en esto último, pues para todo lo anterior se necesita tener una cara muy dura, nada de honorabilidad, una gran dosis de cinismo y estar muy ducho en hacer el “egipcio”, extremos estos de los que afortunadamente carezco.

Estarán conmigo en que los adjetivos expresados se los han ganado bien a pulso y ni estoy descubriendo la pólvora ni por supuesto me estoy inventando nada. Ahí están los datos, ahí están sus vergüenzas y desvergüenzas, el fiscal general del Estado Cándido Conde-Pumpido, reveló que en noviembre de 2009 se estaban tramitando un total de 730 causas contra cargos públicos por corrupción. PSOE y PP acumulaban entonces 464 del total de las causas (264 el PSOE y 200 el PP). En cuanto al resto de partidos políticos, Coalición Canaria acumulaba 43 causas, CiU 30, el Partido Andalucista 24, Izquierda Unida 20, el Grupo Independiente Liberal (GIL) 17, Unió Mallorquina 7, Esquerra Republicana de Catalunya 5, Bloque Nacionalista Galego 3 y PNV otras 3.

En mayo de 2012 había en España 800 cargos públicos y políticos imputados en casos de corrupción y 100 de ellos fueron en las listas a las elecciones.

Como verán sus señorías y politicastros, las que correspondan, se tienen más que bien merecido que cualquiera de los españoles les dediquemos estos exabruptos, sin lugar a dudas. Y como dicen en Galicia de las “meigas”, haberlas ahilas. Yo les digo a sus señorías, en lo referente a lo que suelen manifestar que no todos los políticos son corruptos, que a lo mejor honestos, haberlos a lo mejor los hay, pero estarán conmigo que cuesta creerlo.

En cuanto a lo de ineptas e ineptos además de gilipollas, es obvio, claro y notorio. Y me estoy refiriendo con ello al tan traído y llevado caso Barcenas, no el bar-cenas donde se dan sopas de sobre, que eso no es lo mas grave.

Hay un hecho incontestable, el tal Barcenas (no voy a recordar ahora lo que el “lumbreras” de presidente de gobierno que tenemos, dijo de el, amen de otros jerarcas del partido cuando apareció en escena el caso en cuestión), ha evadido 20 millones de €, a una cuenta en Suiza, que se sepa, – 3.327.720.000 millones de las antiguas pesetas-. Como el individuo en cuestión no es rico por casa ni se le conoce actividad o negocio mas allá de ser apoderado y posteriormente tesorero del partido, ese dinero ha salido de las arcas del PP, ¿pero como entro en ellas el referido pastón?.

La Ley Orgánica sobre Financiación de los Partidos Políticos que estuvo vigente desde 1987 hasta julio de 2007 señalaba que “los partidos políticos no podrán recibir, directa o indirectamente, aportaciones procedentes de una misma persona física o jurídica superiores a la cantidad de 10.000.000 de pesetas (60.101 euros) al año. También estaban prohibidas las aportaciones procedentes de “empresas que, mediante contrato vigente, presten servicios o realicen obras o suministros para alguna Administración Publica”, según la Ley.

O sea se, que presuntamente, o al PP como al señor padre de la celebre diputada del PP celebre por “que se jodan” le tocaba la lotería muy a menudo o “trincaba” del verbo trincar, comisiones, que no aportaciones o donaciones. Y por eso lo de gilipollas, me refiero a la cara de los dirigentes del PP cuando a través de los medios quieren tomarnos a nosotros por gilipollas, y cuanto menos ineptos por aquello de dejarse desvalijar la caja A, B, C o como coño quieran llamarla.

Se puede salir a los medios de comunicación como hizo el Borbón, poniendo cara de niño travieso para pedir perdón, por cierto, lamentable imagen. Pero lo de los dirigentes del PP, incluido el “ínclito” presidente, más que lamentable ha sido grotesco.

Como continuación a lo ya dicho por la corresponsal en España de periódicos económicos alemanes Stefanie Claudia Müller

A llegado el momento de decir basta, a llegado el momento de que el pueblo español despierte de su letargo y se revele, porque además de la corrupción, el paro y los miles de desahucios, hoy mas que nunca, estamos en manos de una oligarquía política aliada con la oligarquía económica y financiera, y sin que se aumente la participación ciudadana real en las decisiones políticas. Para no perpetuar la crisis y endeudar a los españoles durante generaciones, este gobierno debe reformar a fondo la administración de las comunidades autónomas y los ayuntamientos, en su mayoría en bancarrota y completamente fuera de control, sometiendo a referéndum el modelo de Estado. Y si no es capaz de ello, si le faltan los arrestos necesarios, si le falta la valentía y el patriotismo; debe convocar nuevas elecciones y que se abra un proceso constituyente, porque esta vez seguro que el pueblo en el que radica y emana el poder ya ha aprendido la lección de que va esta democracia.

Este tema es la clave del futuro de España, porque las regiones, ayuntamientos y diputaciones son los responsables de los dos tercios del gasto público ?234.000 millones frente a 118.000 el Estado en 2011?, excluyendo la Seguridad Social ?23.000 millones?, y este gasto se realiza en condiciones de descontrol, despilfarro y corrupción totalmente inaceptables. Las razones verdaderas de la crisis del país, en consonancia con lo dicho, nada tienen que ver con salarios demasiado altos ?un 60 % de la población ocupada gana menos de 1.000 eu-ros/mes?, pensiones demasiado altas ?la pensión media es de 785 euros, el 63% de la media de la UE-15, o pocas horas de trabajo, como se nos ha trasmitido a veces. A los españoles tampoco nos falta talento, ni capacidad empresarial ni creatividad. Tenemos grandes pensadores, creativos, ingenieros, médicos excelentes y gestores de primer nivel.

La razón de la enfermedad de nuestro país es un modelo de Estado inviable, fuente de todo nepotismo y de toda corrupción, impuesto por una oligarquía de partidos en connivencia con las oligarquías financiera y económica, y con el poder judicial y los organismos de control a su servicio. En España no existe separación de poderes, ni independencia del poder judicial, ni los diputados representan a los ciudadanos, solo a los partidos que los ponen en una lista. Todo esto lleva también a una economía sumergida que llega al 20% del PIB y que frena la competencia, la eficacia y el desarrollo del país. Además, detrae recursos con los que podrían financiarse educación y sanidad.

Las ayudas económicas para España, no deben ir a bancos ya casi en bancarrota y fuertemente politizados. En la CAM, el Gobierno ha comprometido 16.000 millones de dinero público en lugar de cerrarla; en Bankia, 23.000 millones, y el Ejecutivo acaba de darle 5.000 millones urgentemente para cubrir pérdidas en vez de cerrarla, y además de forma tan extraña que despierta todo tipo de recelos. ¿Por qué se ha utilizado el dinero de los españoles (FROB) en vez de esperar los fondos de la UE? Es lícito suponer que la razón es la siguiente: los bancos no quieren que la UE investigue sus cuentas.

No se pueden soportar más recortes sociales o subidas brutales de impuestos, como hace ahora este Gobierno de Mariano Rajoy con la excusa de Europa. Se tiene que cambiar más en España que cortar gasto social, hay otros gastos infinitamente más relevantes que se pueden eliminar.

No puede permitirse por más tiempo este nivel de corrupción, y menos aún a 17 regiones funcionando como estados independientes, con todos los organismos multiplicados por 17, desde 17 servicios meteorológicos a 17 defensores del pueblo, con 200 embajadas, 50 canales de TV regionales en pérdida, 30.000 coches oficiales o 4.000 empresas públicas que emplean a 520.000 personas, creadas específicamente para ocultar deuda y colocar a familiares y amigos sin control ni fiscalización alguna. En conjunto, unos 120.000 millones, equivalentes al 11,4% del PIB, se despilfarran anualmente en un sistema de nepotismo, corrupción y falta de transparencia.

Y con esto se tiene que acabar, entre otras cosas, porque ya no hay dinero. Los últimos datos de las cuentas públicas son escalofriantes. El déficit del Estado a julio de 2012 ascendió al 4,62% del PIB, frente a un déficit del 3,5% comprometido con la UE para todo el año (del 6,3% incluyendo regiones y ayuntamientos). Pero lo realmente inaudito es que España está gastando el doble de lo que ingresa. 101.000 millones de gasto a julio 2012 frente a 52.000 millones de ingresos, y precisamente para poder financiar el despilfarro de regiones y ayuntamientos, que no están en absoluto comprometidos con la consolidación fiscal.

El tema del déficit público es algo que roza la ciencia ficción, y que ilustra perfectamente la credibilidad de los dos últimos gobiernos de España. En noviembre de 2011, el Gobierno dijo que el déficit público era del 6% del PIB; a finales de diciembre, el nuevo Gobierno dijo que le habían engañado y que el déficit era superior al 8%, y que se tomaba tres meses para calcularlo con toda precisión. A finales de marzo, se dijo que definitivamente era del 8,5%, y ésta fue la cifra que se envió a Bruselas. Dos semanas después, la Comunidad de Madrid dijo que sus cifras eran erróneas y el Ayuntamiento de la capital igual… el déficit era ya del 8,7%.

Sin embargo, el INE dijo que el PIB de 2011 estaba sobre valorado y, con la nueva cifra, el déficit era del 9,1%; dos días después, Valencia dijo que su déficit era de 3.000 millones más; o sea, que estamos en el 9,4% y las otras 15 CCAA y 8.120 ayuntamientos aún no han corregido sus cifras de 2011. Lo único que sabemos es que están todas infravaloradas. El déficit real de 2011 puede estar por encima del 11%, y en 2012 se ha gastando el doble de lo que se ingresa. Como dice el Gobierno de Rajoy, “estamos en la senda de convergencia”. Y es verdad… de convergencia hacia Grecia.

Es frustrante que a causa de este sistema oligárquico nepotista y corrupto se destroce talento y creatividad y que ahora muchos de nuestros jóvenes se vean forzados a trabajar fuera, muchos en Alemania, Inglaterra y países nórdicos. Esa situación nos ha llevado a una distribución de riqueza que es de las más injustas de la OECD. La antaño fuerte clase media española está siendo literalmente aniquilada.

Resumiendo: no es una falta de voluntad de trabajo, como se piensa tal vez en algunos países del norte de Europa, lo que hace que los españoles suframos la peor crisis económica de nuestra Historia. Es un sistema corrupto e ineficiente. La crítica del Gobierno alemán y sus condiciones para un rescate de España se deberían concentrar en la solución de esos problemas. En caso contrario, solo conseguirán que una casta política incompetente y corrupta arruine a la nación para varias generaciones.

No le demos mas vueltas ya empieza a ser tarde, el experimento de esta democracia monárquica y parlamentaria a día de hoy ha fracasado con estrépito, gracias a la casta parasitaria corrupta e inepta. Ni un minuto más de sufrimiento para el pueblo español. Disolución de las Cortes Generales e inicio de un proceso constituyente con un gobierno provisional de tecnócratas de los ámbitos de instituciones y administración del Estado.

Pero esta etapa democrática es algo ya acabado y obsoleto, como entendió antes que nadie Gil de Biedma al escribir que la nuestra es la más triste: “Porque termina mal. Como si el hombre, /harto ya de luchar con sus demonios,/decidiese encargarles el gobierno / y la administración de su pobreza”.

*Comandante de Artillería