Hay amores que matan. Y amores que ciegan. El de la exministra de Igualdad, Bibiana Aído, por José Luis Rodríguez Zapatero, roza cotas delirantes. La actual asesora especial de la directora ejecutiva de ONU Mujeres ha definido a su principal mentor, el todavía jefe del ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, como el “mejor presidente de la democracia, que ha tenido que soportar los insultos y provocaciones de los sectores más reaccionarios para hacer de España un referente mundial en la lucha por la igualdad”. En lo referente a la economía, indicó que, pese a las presiones del mercado, Zapatero ha emprendido las reformas necesarias para propiciar la recuperación económica, que, según ella, ya se vislumbra en el horizonte de nuestro país a tenor de la bajada del paro en los últimos cuatro meses.

En declaraciones a New Yok Hoy, periódico orientado a la comunidad neoyorquina de origen hispano, Bibiana Aído llegó aún más lejos al elogiar a Zapatero como un “ejemplo para la sociedad” y a su esposa, Sonsoles Espinosa, por actuar siempre con “elegancia”, así como por tener una posición “clara” sobre la actuación de su marido.

El botafumeiro de Aído alcanzó también a otros miembros del Gobierno de España, entre ellos la ministra de Sanidad, Leire Pajín y las titulares de Defensa y Exteriores, Carmen Chacón y Trinidad Jiménez. “Ellas han sabido mantener la dignidad de las mujeres y elevarlas a unas cotas de eficacia nunca vistas”. Si se refería a las mismas ministras cuya actuación es causa de zozobra y sonrojo es un dato que ignoramos.

La funcionaria de la ONU siguó desgranando algunos de los éxitos que jalonan la trayectoria del presidente Zapatero, entre los que se refirió a la “regularización” de los derechos y libertades de colectivos “tradicionalmente estigmatizados” por la carcundia hispana.

Habló, cómo no, de violencia de género si salirse ni un milímetro del guión oficial. “La colaboración de todas las administraciones y en especial la implicación de los hombres es imprescindible para erradicar esta violencia”, a la que calificó como “la manifestación más brutal de la desigualdad” entre ambos géneros. “El silencio y mirar hacia otro lado nos hace cómplices”, señaló.

Bibiana Aído defendió también las políticas de igualdad como elemento de “desarrollo y crecimiento económico”. Para la exministra, en tiempos “convulsos” como el actual, la defensa de la igualdad no es sólo una cuestión de “justicia social”, sino una apuesta por la rentabilidad y competitividad empresarial. Y ello porque, según dice, está demostrado que la apuesta por las medidas de conciliación laboral y por la progresiva incorporación de las mujeres en los órganos directivos hace a las empresas “más productivas y competitivas”.

“En España, un tercio de los empresarios son mujeres cuyos negocios son en la mayoría de los casos de nueva creación, más pequeños pero dotados de una mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios y especialmente orientados a la innovación. Son empresas para el hoy y para el mañana”, según Aído, que se refirió a algunas de las medidas impulsadas por el Gobierno como la implantación de planes de igualdad en las empresas, quien sin embargo rebajó su optimismo al indicar “aún hay mucho camino que recorrer”.

Por último, sobre los planes que tiene su departamento para afrontar los casos de violencia machista en sociedades de orientación islámica, Bibiana optó por la prudencia. Que lo progre no está reñido con lo políticamente correcto. Ni aquí ni en Nueva York.