Carlos Caldito.- Está en marcha la “operación Marcos de Quinto” para crear en España una derecha identitaria y transversal alineada con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Se pretende que el ex vicepresidente mundial de Coca Cola aglutine no solo a sectores conservadores de la sociedad española, para lo que ya contaría con la adhesión de antiguos miembros tanto de Vox como de Ciudadanos, sino también a votantes tradicionales de la izquierda. “En quién puede confiar mejor un trabajador que en un empresario que ha creado miles de empleos y que prioriza a los españoles de origen en el reparto de la riqueza”, se apunta.

El 19 de mayo, el hasta entonces diputado de Ciudadanos Marcos de Quinto decidió abandonar la formación, así como dejar su acta en el Congreso de los Diputados “por diferencias con algunas decisiones” del partido. El anuncio de De Quinto se produjo solo horas después de que Cs alcanzara un acuerdo con el Gobierno para apoyar una nueva prórroga de 15 días del estado de alarma. En la anterior ampliación, de Quinto ya comunicó su malestar con la decisión de su partido de apoyar la prórroga.

“La iniciativa no puede ser más oportuna e imprescindible, pues, sin duda España está en un momento en el que más que nunca, se necesita una agrupación política que aglutine a todos los españoles decentes, a los que no tienen complejos y afirman sin tapujos que son de derechas, liberal-conservadores, democristianos, social-cristianos; en definitiva, a los españoles decentes que no se sienten representados en las instituciones, a los españoles decentes que consideran que todas las opciones políticas han renunciado a todo lo que muchos consideramos irrenunciable”, ha señalado un importante empresario del sector textil, que no duda en trazar un paralelismo entre el exdiputado de Ciudadanos y el mandatario estadounidense Donald Trump. De hecho y en más de una ocasión, el propio de Quinto ha dicho estar de acuerdo con la línea dura del presidente norteamericano en asuntos como la inmigración ilegal y la defensa de los valores cristianos.

No parece pues casualidad que en momentos en los que la derecha está amedrentada y acobardada, surjan influyentes voces reclamando un proyecto que plante batalla ideológica a la izquierda sin mantras cuarteleros ni estridencias escobarianas.

¿Quién mejor para semejante tarea que un empresario de éxito como Marcos de Quinto, con un patrimonio millonario que le garantizaría actuar políticamente al dictado de sus propias convicciones, sin las injerencias externas que tienen los líderes políticos tradicionales? Antiguos dirigentes y ex miembros de Vox habrían mostrado su disposición a participar en un proyecto político liderado por el ex directivo de Coca Cola, con un patrimonio de 47 millones de euros. “Marcos de Quinto es el paradigma del éxito empresarial. Qué mejor ejemplo para implantar en la gestión pública su modelo de gestión al frente de una empresa con un valor de mercado superior a los mil millones de dólares. La política precisa de gestores talentosos, no de parlanchines demagogos que nunca han trabajado ni tenido la responsabilidad de pagar una nómina”, ha destacado un antiguo representante de Ciudadanos en Málaga.

“Si lo que se pretende, una vez superada la pandemia del coronavirus, es volver a poner en marcha nuestro sistema productivo, y crear riqueza; poner a España en el camino de lograr un desarrollo sólido y perdurable (sostenible lo llaman ahora), es imprescindible promover la salud de las instituciones, y erradicar situaciones de dependencia asistencial, de clientelismo-servilismo, estómagos agradecidos, servidumbres más o menos voluntarias, como el ingreso mínimo vital o cosas por el estilo”, ha manifestado un importante dirigente empresarial.

“A nadie medianamente informado se le escapa que España necesitará ser rescatada económicamente, y evidentemente, con los actuales gobernantes, las autoridades de la Unión Europea no lo harán, pues saben sobradamente que no son los más indicados para salir del atolladero. Por ello es imprescindible que quienes negocien ese rescate sean gestores que inspiren confianza gracias a su probada experiencia en la gestión de dineros ajenos. Y ahora mismo el mejor posicionado es Marcos de Quintos, quien tuvo el decoro de abandonar su acta de diputados de Ciudadanos cuando vio que este partido a lo único que aspiraba era a blanquear a Pedro Sánchez”, destacó la misma fuente.

También hay coincidencias en la necesidad de que la formación política en ciernes acabe con el desprecio al orden legal que se viene practicando en España desde hace ya demasiado tiempo. “Quienes nos gobiernan consideran consideran que la ley es apenas un traje que se ajusta a su gusto y medida”, ha subrayado el representante de una asociación contra la corrupción judicial.

Por el momento y de acuerdo a nuestras fuentes, Marcos de Quinto se dedica a escuchar y a mantener algunos encuentros antes de tomar una decisión sobre la asunción del liderazgo de una fuerza política que plante cara a la izquierda.

El “enfant terrible” de Ciudadanos

Durante su etapa de parlamentario dentro del partido naranja, de Quinto mantuvo posiciones propias de la derecha identitaria europea. Así, el ex diputado llamó en su cuenta de Twitter “bien comidos pasajeros” a algunas personas rescatadas por Open Arms.

También mantuvo una agitada polémica con las feministas. El 13 de enero de este año tachó de “chiringuito” a las asociaciones feministas y explicó que “sirven para colocar a indocumentados que viven del cuento”.

En junio, tuvo una fuerte discusión con Ignasi Guardans (político y exmilitante de Convergencia Democrática de Cataluña) en la que le acabó llamando “gentuza” con estas palabras: “Cuando gentuza como tú me insulta, abro una botella de Quinta do Vale Meao, me sirvo una copa, y pienso en lo afortunado que soy por no parecerme a tí :-)”. La polémica duró varios días dando paso a una posterior discusión con la actriz progre Anabel Alonso.

Tan sólo un mes después sugirió un ojo por ojo como medida penitenciaria para presos de ETA.

La realidad es que de Quinto no ha desaprovechado nunca la ocasión de zurrar la badana a los representantes del progresismo en cualquiera de sus expresiones, lo que le granjeó inesperadas simpatías políticas de votantes de la derecha.