¿Dónde queda la regeneración democrática?
Por Gonzalo Sichar.- Cada partido nuevo que sale para romper el bipartidismo enarbola dos banderas: la regeneración democrática (porque es muy necesaria) y la transversalidad (porque amplía su base electoral). La segunda bandera enseguida se cae con un Podemos claramente comunista de nuevo cuño, un Vox situado en la derecha radical (aunque los incultos le llaman fascista) y Ciudadanos… pues entre la socialdemocracia y el liberalismo y un poco aquí y otro más allá.
Pero el mensaje de regeneración democrática lo mantienen (el mensaje, no la práctica). El nepotismo practicado en Podemos y sus ‘confluencias’, y especialmente sangrante es en Barcelona con Ana Colau, es tan palpable que pienso que no merece la pena detenerse en citar los muchos casos que tienen. Sí quiero señalar que dos abogados suyos que denunciaron irregularidades contables fueron inmediatamente despedidos y además sobre el varón cargaron argumentando que había ejercido acoso sexual sobre alguna compañera. En cambio, otros presuntos casos de acoso de oficialistas no han transcendido.
Vox, el más reciente de los tres partidos y por tanto con menos recorrido para apartarse de la regeneración democrática ya ha tenido sus manchas. Si en sus inicios González Quirós, siendo aún presidente en funciones de Vox, reconocía que su consultora, Mind and Matter, había facturado 58.000 euros al partido, esta semana se ha sabido que en la Asamblea de Murcia está haciendo lo que hacen todos: financiar el partido con el dinero del grupo parlamentario. La misma dirección nacional reconocía que había suspendido a tres de sus cuatro parlamentarios autonómicos porque habían quitado como titulares de las cuentas de este grupo a dirigentes nacionales, concretamente a Javier Ortega Smith y a Pedro Fernández. Lo mismo que en Ciudadanos, donde José Manuel Villegas y Carlos Cuadrado tenían firma en cuentas de numerosos grupos municipales, provinciales y quizá autonómicos.
Uno de los diputados suspendidos afirma que «el grupo parlamentario de Vox y la Asamblea de Murcia estaban pagando salarios de unos trabajadores que, en lugar de cumplir la función para la que habían sido contratados, estaban haciendo otras cosas en el partido». Estos trabajadores eran el coordinador parlamentario, Javier Pérez, designado por la dirección nacional; la responsable de prensa, una persona que trabajaba como documentalista y otro trabajador que no aparecía por la sede del grupo parlamentario.
Lo de siempre. Fontaneros del partido cobrando de una institución pública para que el partido no gaste. ¿Para qué emplearán 300.000 euros mensuales de cuotas los partidos que presumen de tener más de 30.000 afiliados?
En Ciudadanos, el hipotético gran regenerador, pasa lo mismo. ¿Alguien cree en Málaga que el secretario de Organización provincial trabaja para la Diputación en vez de ser el principal comisario político? Pero, claro, ha pasado de ser poco más de un mileurista mal pagado por el partido a cobrar bastante más de los 50.000 € anuales por el ente provincial.
En agosto de 2015, casi recién estrenado como diputado provincial, escribí una carta a una persona muy cercana por entonces a Albert Rivera. Una persona que influyó bastante en que yo acabara entrando en Ciudadanos. Reproduzco algunos fragmentos, por el valor que creo que tiene precisamente por cuándo lo dije. Siempre habrá malpensados que dirán que si por entonces lo tenía tan claro por qué no abandoné en 2015. Pues por la ética de la responsabilidad de la que hablaba Max Weber, creo que durante casi cuatro años pude mostrar una forma de hacer política poco convencional, regida por la ética y que chocó, especialmente dentro de mi partido. Cuando ya no pude votar en las generales de abril de 2019, me fui fundamentado en el otro tipo de ética del que hablaba Weber, la de convicción. Y me fui perdiendo tres meses de sueldo, derecho a dos años de paro, además de cortar de raíz mi camino político. Pues le decía así a uno de los primeros miembros de Ciudadanos en Cataluña:
“Creo que valoraste muy positivamente mi rectitud ética. Recuerdo que hasta te parecía exagerada. Y mi rigidez en esta materia era la que más me hacía pensar si dar el paso para afiliarme. Después de mi experiencia en UPyD […], pensaba que todo partido político tiende a una burocratización que conduce a que sólo los que rinden pleitesía a los líderes pueden crecer dentro. Albert Rivera acaba de decir que España necesita una democracia ‘más fuerte y no una partitocracia decadente’. Pues creo que el enorme crecimiento de Ciudadanos (en militancia, en votos y en representantes) no está siendo bien canalizado por la dirección nacional (o parte de ella). Creo que en este tiempo me he dedicado más a trabajar que a cultivar relaciones con la cúpula de Ciudadanos, pero ahora acudo también a ti porque eres la persona de mi confianza que tiene mayor relación con la dirección del partido”.
[…] Tengo la impresión de que se está dudando de mi lealtad al partido. Reconozco que he sido crítico públicamente con que cargos que llevan un mes o tres elegidos saltaran a disputar las primarias para encabezar las Elecciones Generales.
[…] Pero creo que somos un partido diferente. Donde lo más importante es el proyecto de regeneración democrática. Donde quienes se apartan de esta regeneración […] son los que han utilizado puestos públicos para sus trampolines particulares. Y el que algún cargo público como yo nos distanciemos públicamente de ello nos beneficia electoralmente porque ven que no es un partido tradicional donde todos callan y obedecen como corderitos, incluso aunque se traicionen los valores del partido.
[…] Es una pena que a mí, que la prensa malagueña me tilda del hombre inteligente, sensato, moderado… de Ciudadanos, sea cuestionado por la dirección nacional porque no soy de los que rindo pleitesía.
Lo que más me preocupa de todo lo que está pasando es que la semana pasada el subdelegado territorial en Málaga [Carlos Hernández White] me dijo que había órdenes de arriba para imponernos en Diputación al coordinador técnico (personal de confianza).
Yo había elegido a […] un funcionario del Ayuntamiento de Málaga e ingeniero […]. [Y] ahora resulta que me quieren imponer a otra persona […]. La propuesta que me hace el subdelegado territorial […] está totalmente en sintonía con la vieja política. Quieren a alguien de perfil mucho menos técnico y mucho más político […]. Así con dinero público, pagan a un cargo del partido, y los diputados nos quedamos sin el perfil técnico que necesitamos. Porque además me da la sensación de que quieren […] proyectarlo políticamente.
O sea, la vieja política. Escalón a escalón. Empezar como cargo de confianza para ir subiendo peldaños.
[…] La pregunta ineludible viene a continuación. ¿Quieren nombrarme un cargo de confianza en quien yo confíe o un cargo que me vigile porque no me ven como alguien leal? ¿Qué supondría desde un punto de vista de funcionalidad que un subalterno vigile a un superior?
[…] Hemos visto como un partido en crecimiento como UPyD, ha pasado a la nada por una mala gestión. Sé lo que es eso, y Ciudadanos me da la impresión de que estando todavía en su principio, está ya bastante más degenerado que lo que estaba el partido de Rosa Díez en 2008. Y no podemos vivir mucho tiempo del «efecto Albert Rivera» si detrás no hay más. Si se valora más la pleitesía que el mérito y la capacidad. Un dato: hemos dimitido tres miembros de la JD de Málaga; Fran Hervías con el único que no se ha puesto en contacto es conmigo. Y otro dato: si se me pide que elija de cargo de confianza a quienes ellos quieren, he pedido que se me dé esa orden por escrito. Si es una orden lícita y moral no habrá inconveniente en recibirla”.
Esa orden nunca la recibí por escrito. A pesar de que gran parte del contenido de esta carta previamente se la había enviado a Fran Hervías, ese que ahora será senador porque Fran Carrillo le cede su silla (sin perder la otra que tiene, la de parlamentario andaluz). Y además su mujer, Virginia Millán Salmerón, la que falsificó su curriculum para poder disfrutar de congresista, ahora que no entró en San Jerónimo es nombrada adjunta al Defensor del Pueblo andaluz.
Y se cumplió mi profecía. El cargo de ‘desconfianza’ que me impusieron continuó subiendo peldaños para luego ser elegido número dos en la lista nacional, y después número uno siendo ahora uno de los 10 diputados que le quedan a la formación heredada por Inés Arrimadas. Este diputado también prefería a Juan Cassá que a alguien incómodo como yo. Ya se lo dije una vez, «no puedes ser equidistante entre un canalla y una buena persona». Bueno, empleé un calificativo más de barrio para referirme al ahora tránsfuga.
Para una verdadera regeneración democrática no queda otra que reajustar el poder de los partidos políticos. Es una lucha de titanes porque supone enfrentarse al poder establecido. Pero algunos intrépidos lo intentamos por diversos caminos. Mi camino es desde https://otraleyelectoral.es/, acompañado por intelectuales de primera talla nacional y tan heterogéneos como Javier Algarra, Félix de Azúa, Elisa De la Nuez, Amando De Miguel, Iñaki Ezkerra, José Luis Garci, Xavier Horcajo, Esteban Ibarra, Pedro Moreno Brenes, Félix Ovejero, Nicolás Redondo Terreros, Fernando Savater, Francisco Sosa Wagner o Alejo Vidal-Quadras.
*Presidente de Innovaética. Ex portavoz de Ciudadanos en la Diputación Provincial de Málaga
Como decía en la otra noticia.
Lo primario ahora mismo es atender al problema de la opacidad del recuento electoral.
Si eso no se arregla, que importará lo que la gente piense, si luego es incapaz de confiar en el resultado electoral, y este puede ser cualquier cosa distinta de la que se haya votado mayoritariamente.
¿ Regneración? Será Degeneración consolidada día a día. Si hace un tiempo estaba sobre la mesa cuestiones como: – Transparencia de contratos públicos – Limitación de mandatos – Separación efectiva de poderes y sobre todo independencia de jueces – Limitación de prebendas escandalosas de la casta ( hay 200 veces más coches oficiales por habitante que en Alemania y sueldos que superan 5 veces al que cobrarían si supieran hacer algo) – Supresión de los aforamientos. – Despartitocratización de cargos no estrictamente políticos. – Eliminación de cargos inútiles – Ahorro y eficiencia del gasto. Esto los socialcomunistas se lo pasan… Leer más »
Ciudadanos ,al igual que el PP y el PSOE, son partidos de obediencia claramente MASÓNICO SATÁNICA. Venden políticas diferentes para luego aplicar las mismas leyes. Vox es todavía una incógnita ,pero ,es el ÚNICO en proponer la ELIMINACIÓN de las carísimas autonomías y la reducción del estado .Lo que es seguro es que no existe un partido perfecto y menos al gusto de cada español .Votar a los mismos esperando resultados diferentes es de tontos.¿Que han conseguido en estos 45 años de expolio ,explotación ,ruina e hipoteca del pueblo ,salvo enriquecerse ,gracias a sus miles de leyes ,todas del EMBUDO.
+ 1000
No puede haber democracia sin prensa libre. En España no hay prensa libre publicada (AD es, con otros pocos diarios digitales, una excepción a la regla).
Prensa expañola, paniaguada, subvencionada con los impuestos de todos los contribuyentes, lacaya del poder.
Vean la foto de la vergüenza, loritos con bozal, indignos, teledirigidos siempre con los mismos lemas. En este caso:
“Salimos más fuertes”
BRUTAL, La Foto De la Vergüenza de la Prensa “Libre” en España
https://www.youtube.com/watch?v=ZEyBUOX7VA0
¿Te importa decirme qué otros diarios son excepcionales?
Un saludo.