Una semana después de que los vecinos del madrileño barrio de Salamanca empezaran a salir a la calle para protestar contra el Gobierno, su causa ha llegado a Barcelona. Decenas de manifestantes con banderas de España han participado este miércoles por la tarde en una cacerolada para pedir la dimisión del presidente del Gobierno español Pedro Sánchez en el Paseo de la Bonanova de Barcelona.

Los concentrados, equipados con simbología españolista y silbatos, han hecho repicar las cacerolas al grito de “viva España” y “dimisión” por su gestión durante la pandemia de coronavirus.

Paralelamente grupos anticapitalistas han organizado una concentración en la plaza de la Virreina del barrio de Gracia bajo el lema “La vida antes que el capital”, que ha reunido a decenas de manifestantes. Los concentrados han mostrado silenciosamente carteles y han respetado una distancia de dos metros entre ellos. La fuerte presencia policial ha evitado que las dos manifestaciones se encontraran.

Crecen los enfrentamientos entre vecinos durante las caceroladas

Son enfrentamientos entre vecinos en medio de las caceroladas contra el Gobierno y el estado de alarma. Ocurrió anoche en Granada donde la protesta de unos vecinos atrajo la de otros, ambas vulnerando las normas del confinamiento. La policía trató de imponer el sentido común a los más exaltados de uno y otro bando. Sólo un grupo acabó expulsado e identificado.

En Alcorcón unos y otros pasaron del compadreo al enfrentamiento a gritos por segundo día consecutivo. Cara a cara y sin distancia. Cuando empezaron los empujones aparecieron los antidisturbios. La policía sigue en las redes el rastro de unas convocatorias que crecen en número y desbordan la vigilancia del estado de alarma.