Gerardo Cuerva, presidente de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME) y vicepresidente de la CEOE, ha analizado la situación económica de España derivada de la crisis del coronavirus.

En primer lugar, Cuerva ha manifestado su satisfacción porque las compañías españolas “al fin tienen un horizonte, un plazo, para poder empezar a trabajar en cómo está la situación de nuestras empresas y en cómo nos podemos adaptar a esta situación”. Con todo, el presidente de CEPYME ha señalado que “hay que leer la letra pequeña” detrás del anuncio del Gobierno.

Cuerva también se ha lamentado de que “alguien tuvo la feliz idea de poner la extinción de los ERTEs el día que se levantara el estado de alarma. El estado de alarma se levanta por real decreto, pero la situación financiera y económica no se levanta por real decreto. Por eso, no tiene sentido alguno que expire el Expediente de Regulación de Empleo cuando acabe el estado de alarma, sino cuando la empresa pueda ir reincorporando a sus trabajadores”.

En cuanto a qué porcentaje de empresas serán capaces de levantar la persiana una vez terminado el confinamiento, Cuerva ha apuntado al Ejecutivo: “Dependerá muchísimo de cuánto arriesgue y apueste el Gobierno por mantener a la empresa”. Lo cierto es que los cálculos de CEPYME no son optimistas: “Nosotros estimamos que en el pequeño comercio y la hostelería, desaparecerán entre el 30% y el 40%”, ha señalado Cuerva.

Para evitarlo, el vicepresidente de la CEOE pide “medidas contundentes y un plan ambicioso, en el que incluso se pueda dotar de un fondo económico de ayudas directas para ciertos sectores”. Cuerva también le exige al Gobierno “certidumbre” para la reactivación de la economía, algo que debería traducirse en test masivos.