El virus chino desata la cristianofobia del Estado: La Policía desaloja la Catedral de Granada durante la misa de Viernes Santo con solo 20 fieles
El Decreto gubernamental sobre el estado de alarma no impide en modo alguno la celebración pública del culto católico, salvando las normas de seguridad que establecen “medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro”.
Por tanto, ¿qué autoridad tiene el jefe del operativo para arrogarse la prerrogativa de desarrollar unas normas más estrictas que las que el Gobierno ha establecido? En una gran catedral con una veintena de personas separadas por mucho más de un metro, considera la Policía que “la población de riesgo ante posibles contagios de coronavirus” no puede asistir a la misa porque muchas de ellas “no llevan elementos de protección como mascarillas o guantes, y en la parroquia no hay tampoco otros elementos como soluciones desinfectantes para las manos”. ¡Ninguna de estas condiciones las exige el Decreto! Todas esas condiciones no las ha puesto el Gobierno de Pedro Sánchez, sino el jefe del operativo policial. Su diligencia ha ido muchísimo más allá del cumplimiento del decreto. Probablemente no se ha guiado sólo por su letra, sino por lo que debe pensar que es su espíritu: suprimir incondicionalmente el culto católico. Aunque la generosa bondad del jefe del operativo hizo que las personas allí congregadas retornasen a sus hogares “sin formular ninguna denuncia”. ¡Todo un detalle de misericordia!
Recordamos que existe una Ley de Libertad Religiosa que protege su ejercicio, y que el Gobierno de la nación se ha guardado escrupulosamente de violar. En el Código Penal se existe una sección dedicada a regular los delitos contra la libertad de conciencia y sentimientos religiosos, derechos protegidos directamente por la propia Constitución Española. Así, en el artículo 16 de la Constitución, se señala que: “Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley.”
La ley también señala que “estarán incurriendo en delitos contra la libertad de conciencia y sentimientos religiosos aquellas personas que, por medio de violencia, intimidación, fuerza, o cualquier otro apremio ilegítimo:
Impidan a un miembro o miembros de una confesión religiosa practicar los actos propios de las creencias que profesan, o asistir a los mismos.
Utilicen violencia, amenaza, tumulto o vías de hecho para impedir, interrumpir o perturbar los actos, funciones, ceremonias o manifestaciones de las confesiones religiosas inscritas en el correspondiente registro público.
La persona que, en templo, lugar destinado al culto o en ceremonias religiosas ejecute actos de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos”.
Las sabias palabras del filósofo y médico John Locke parecen fagocitadas por el mismo coronavirus en las mentes y en las acciones de algunos: “Donde no hay ley no hay libertad. Pues la libertad ha de ser el estar libre de las restricciones y la violencia de otros, lo cual no puede existir si no hay ley; y no es, como se nos dice, una libertad para que todo hombre haga lo que quiera. Pues ¿quién pudiera estar libre al estar dominado por los caprichos de todos los demás?” Parece que la arbitrariedad es la pandemia que ahora guía muchas de las decisiones.
La Policía Nacional ha pedido a una veintena de personas que participaban en los oficios del Viernes Santo en la catedral de Granada que desalojaran el templo, fieles que han salido de uno en uno antes de que acabara la misa y tras recibir la comunión, y que no serán sancionados.
Según han informado fuentes de la Policía, la unidad adscrita a la Junta, que refuerza las tareas de vigilancia durante el estado de alarma, ha avisado de la entrada de personas al templo y ha movilizado a los agentes hasta el templo.
En el interior del tempo, el arzobispo, Francisco Javier Martínez, estaba oficiando la misa de Viernes Santo, ceremonia que ha sido interrumpida para comunicar a la veintena de personas que asistía a la eucaristía que no podían permanece allí concentrados.
“La Policía dice que tenemos que desalojar la iglesia, que si no sancionarán a las personas presentes uno por uno”, ha comunicado el arzobispo antes de pedir a los congregados que se acercaran a comulgar y salieran del templo.
Esa veintena de personas han recibido la comunión de manos de Martínez y han abandonado la catedral, tras lo que el arzobispo ha continuado celebrando los oficios que se retransmiten por televisión.
Fuentes del Arzobispado han explicado que hasta la llegada de los agentes, y atendiendo al artículo 11 del decreto del estado de alarma, estaban celebrando la misa con fieles desde el convencimiento de que es una práctica permitida.
Han recordado que se establecía que se podría acudir a lugares de culto siempre que se mantuvieran las distancias recomendadas por las autoridades sanitarias, que en este caso se cumplían, y con una limitación de aforo, con una veintena de personas en un espacio con capacidad para unas 900.
La Eucaristía, el corazón del Pueblo de Dios, es el centro de ataque de los enemigos de la Iglesia de Nuestro Rey y Señor Jesucristo y CONTRA LA EUCARISTÍA LUCHAN DESDE TIEMPOS ATRÁS PARA DESPROTEGER AL CUERPO MÍSTICO DE CRISTO. MENSAJE DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL A LUZ DE MARÍA VIERNES SANTO, 10 DE ABRIL DEL 2020 Amado pueblo de Dios: COMO DEFENSOR DE LA HUMANIDAD, CON LA ESPADA EN MI MANO, EN ALTO, Y CON MIS LEGIONES ANGÉLICAS AL SERVICIO DE LA VOLUNTAD DIVINA Y EN OBEDIENCIA AL LLAMADO DIVINO, ES QUE NOS ENCONTRAMOS ANTE USTEDES, ASÍ COMO VELAMOS EL… Leer más »
Es curioso, he visto hasta el video del desalojo en el Ideal de Granada cuando habla el arzobispo y ahora en el mismo periódico la propia Policía Nacional niega haberlo hecho.
La verdad, las mentiras en España están alcanzando un nivel inimaginable.
¿Se van a atrever también a desalojar mezquitas?
¿Y manifestaciones feministas?
ESO NI TOCARLO
De la misma manera que se puede ir al supermercado a comparar comida, guardando distancia de 2 metros, y limitando a cierto numero de personas; igualmetne se puede hacer conlas iglesias, et.c Le falto al “papa”, perlados y sobretodo a nosotros los fieles, coraje para defender nuestro derecho al culto y religion.
Creo que ni ellos mismos (el “sistema”) se imaginaron que tqn facil seria prohibirnos el derecho a la religion. Estan midiendo muchisimas variables en estos dias, entre otras, medir que tan dociles somos ante sus medidas.
La jauría genocida social-comunista, aprovecha cualquier refilón, esta catástrofe alentada por ellos, es un caldo ideal para muchas cosas, entre ellas para atacar y amedrentar a los católicos, concretamente, hablamos de un templo donde se congregaban 20 fieles y donde parece que caben mil, el culto se ajustaba a los decretos de confinamiento ¿ a cuántos antros de garaje islámicos han ordenado ir el mando marikón ?, perdón quise decir marlaskero, pero la Lola me ciega y me confunde.
Totalmente de acuerdo, y además fíjese Ud. que acaban de dar la orden a las fuerzas de seguridad para que permitan los desplazamientos a los musulmanes porque dice que son pocos; lo cual es igual, pues si son muchos tampoco los han denunciado.
Mire, estos cada día que pasa les cuesta más disimular su cristianofobia.
Por la gatera, en la típica forma traidora y artera de los comunistas, HAN CONSEGUIDO ACABAR CON LA SEMANA SANTA EN ESPAÑA…
¡y CON LA COMPLACIENCIA DE LOS mITRADOS, ESO SÍ, solo atentos a sus privilegios, y al dinero de la X, las aportaciones del Estado, que les suban el sueldo, etc!