Homicidios y feminismo
En una tertulia hace días Ortega Smith se vio algo sorprendido por una tiorra de El País que le echaba en cara la “violencia de género”, mostrándose “espantada” por la muerte de 1.000 mujeres en los últimos diez años en España. La réplica de Ortega fue buena, pero insuficiente. El cuento de la “violencia de género” debe ser atacado con un discurso coherente en todas sus partes.
En 2018 España fue el país de la UE con menor tasa de homicidios de la UE. Esto nos aleja mucho de países más desarrollados como Suecia, Bélgica, Inglaterra, Dinamarca y otros. No siempre fue así: en 2002-3, España tenía, en cambio la tasa más alta. La tasa debía de ser aún más baja en los últimos diez años del franquismo, a juzgar por el conjunto de la población penal, hasta 6 veces inferior a la de aquellos años.
De los 340 muertos por homicidio en España en 2018, fueron mujeres 47, es decir, un 16%, proporción muy baja, también mucho más baja que en la Europa más desarrollada; y ese o poco más es el número anual. Por lo tanto, la tiorra ya mentía al casi duplicar la cifra en diez años. Hay que decir, además, que aunque fueran 100 al año seguirían siendo una tasa insignificante comparada con los más de 20 millones de féminas existentes en España. Sin embargo los medios y los políticos destacan los femicidios de forma obsesiva y desmesurada. ¿Por qué? ¿Es que quieren destacar nuestro atraso con respecto a otros países también en este terreno? No exactamente. Se intenta transmitir la histeria feminista-lesbiana según la cual el varón es enemigo natural (violador o asesino) de la mujer. En cada homicidio pueden influir muchas causas, haber atenuantes o agravantes o justificarse en defensa propia, pero cuando se trata de mujeres no hay explicaciones ni matices. No se trata de que algunos (poquísimos) hombres maten a asimismo a algunas (poquísimas) mujeres, sino de “violencia de género” o “machista”, culpando implícitamente o explícitamente “al hombre”. Se trata justamente de crear una psicosis social de “guerra de sexos”, de la que algunas personas y grupos obtienen jugosas prebendas, que obligan a pagar a toda la población.
La gran mayoría de los homicidios de adultos es cometida por varones, cosa bastante lógica, pues el varón es naturalmente más fuerte y agresivo que la mujer; lo que se manifiesta igualmente en casi cualquier otro tipo de delincuencia: hay casi diez veces más hombres que mujeres en las cárceles. La excepción son los infanticidios (entre 20 y 25 anuales) cometidos en un 70% por mujeres. Y si tipificamos el aborto intencionado como homicidio (pues en definitiva no es otra cosa que segar violentamente una vida humana), entonces la tasa de homicidios subiría enormemente, atribuible en su gran mayoría a mujeres. De acuerdo con la histérica lógica feminista, no se trataría de homicidios atribuibles a algunas mujeres, sino “a la mujer”, y habría que hablar de “violencia materna” o “violencia femenina infanticida” o cosa parecida. A nadie se le ha ocurrido tal idea, pero la histeria tiende a crear una histeria en sentido contrario.
Sobre la “violencia de género” en general, las cifras hablan: en 2018 se presentaron 170.000 denuncias, quedando desestimadas la mayor parte de ellas, pese a que la ley, de tipo totalitario y contraria a toda la tradición jurídica, rompe la presunción de inocencia. Las denuncias dieron lugar a 35.000 condenas y 15.400 absoluciones. Teniendo en cuenta el carácter antijurídico de la ley cabe pensar que bastantes de las condenas serían arbitrarias.
Por otra parte han venido aumentando en los últimos años los maltratos domésticos entre parejas, contra los niños, y de hijos adolescentes o jóvenes contra sus padres. También aumentan los suicidios, once veces más que los homicidios, aunque la cifra real puede ser mucho mayor, y afecta incluso a niños y adolescentes, cosa antaño mucho más rara. Esto nos indica otra realidad: el feminismo está socavando constantemente los valores familiares, destruyendo prácticamente la familia, y un resultado es ese. Como bomberos pirómanos fomentan precisamente lo que dicen querer impedir.
La metodología del asesinato femenino, siempre ha sido diferente al del masculino ,que suele ser por arrebato.Como cantaba Massiel ” Yo tuve 3 maridos y a los tres ………”.
Le desafío a que encuentre una sola estadística que nos informe ,sobre las personas envenenadas o por sobredosis medicamentosa .Yo lo he buscado en el internet en inglés , francés y español y no hay ni un solo dato.Sin embargo los colegios de médicos forenses tienen la capacidad de detectar esos casos.Si se conocieran esos datos todo el tinglado victimista caería por su propio peso.
La vomitiva “ley” que ampara estos miles de atropellos oficiales coloca a Espsña encel cuarto mundo. El sistema judicial español es ya el peor y más nauseabundo estercolero que este Planeta..Ya no puede caer más bajo. Permitir que miles de infames mujerzuelas convertidas en hienas perturbadas, enloquecidas o envilecidas por el odio o el despecho, poseídas por la iniquidad y el egoísmo superlativo puedan convertirse en las que dicen su voluntad a cientos de jueces (seguramente muchos de ellas indignas juezas) sin admitir pruebas de inocencia de ninguna clase, demorando o dilatando los procesos de forma espuria, o por los… Leer más »
Con franco, no pasaba casi esto, o era mínimo. Pero en estos 40 últimos años de descatolización de España, las personas pierden la moral católica y hay brutos machistas que asesinan pues no tienen temor de Dios, y eso es gracias a la mala educación laica, normalmente que han recibido en la democracia. Así una sociedad que ha expulsado a Dios de las Escuelas y universidades y hasta de muchos hogares, pues no tiene moral, por eso hay más actos de delincuencia y estos asesinatos de mujeres. La culpa es de los malos gobiernos de la democracia laica y sus… Leer más »
“que aunque fueran 100 al año seguirían siendo una tasa insignificante comparada con los más de 20 millones de féminas existentes en España.”
Tócate las pelotas, esto es increíble. Hay que tener poca moral para escribir esto.
Que sí anormal, que no te enteras.
La tasa es insignificante. En 2018 sería de un 0.0002 % de la población femenina. Otra cosa es que sea moralmente reprobable. El sr Moa no está cuestionandolo.
Para los niños asesinados por sus MADRES creamos otro ministerrio??
Tú sigue con tu papelón de izmierdoso progre lobotomizdo que necesita sentirse que es una buena persona.
El movimiento se demuestra andando