Conseguir una bonita sonrisa es el deseo de cualquier persona que se cuida, y no solo por una cuestión estética, ya que esto es un condicionante secundario. Lo realmente relevante de una sonrisa sana y bonita es que es síntoma de buena salud.

Una buena dentadura requiere constancia, algo que se consigue mediante cuidados que van desde un correcto cepillado hasta el uso de hilo dental y colutorios. Se trata de una tarea diaria que no se puede dejar descuidar porque lo contrario puede acarrear en graves enfermedades.

El cepillado, la práctica más extendida

Un primer hábito indispensable es el cepillado. El uso del cepillo dental es necesario al menos tres veces al día, tras cada comida principal, especialmente antes de ir a la cama. No obstante, si se toman alimentos con mucho azúcar, habrá que incurrir más en esta práctica.

La ausencia de cepillado y otras prácticas de higiene dental tienen como consecuencia la aparición de caries, gingivitis y periodontitis. Si las afecciones son más graves las patologías pueden derivar a candidiasis bucal, bruxismo, llagas bucales e incluso el cáncer.

Durante el cepillado, no se recomienda frotar el cepillo con fuerza para así evitar heridas o desgaste del esmalte. Los movimientos circulares son los que garantizan mayor efectividad. En cuanto a las pastas dentales, las más aconsejables son las que incluyen flúor, ya que esta sustancia remineraliza el esmalte y ayuda a eliminar la placa dental, atacando la proliferación de bacterias responsable de la caries.

En caso de que no sea posible el cepillado, lo correcto es enjuagar la boca con agua de manera intensa, para así reducir el efecto de las bacterias. Un alimento muy recomendable para evitar la presencia de bacterias es la manzana verde, aunque tras su ingesta es imprescindible enjuagar la boca con agua.

Limpieza interdental o interproximal para cuidar las encías

Una vez se finaliza el cepillado, la rutina de higiene dental no acaba ahí. Tras este paso es el momento de poner en práctica la limpieza interdental o interproximal. La seda dental ayuda a acceder a esos lugares a los que el cepillo no llega. Entre los dientes es habitual que se acumulen restos de comida que si no se van eliminando acaban formando una placa densa muy peligrosa para la salud dental.

Más allá de la seda dental, otras opciones son los cepillos interdentales y los irrigadores bucales, aunque durante su uso hay que ser cauteloso para no dañar las encías. La placa dental, si no se elimina adecuadamente, acaba mineralizando en el diente y formando el sarro, que aparece cuando la saliva, los restos de comida y los fluidos se combinan gracias a la acción de la flora bacteriana bucal.

El enjuague bucal

El tercer consejo para conseguir una buena higiene bucodental es hacer uso de enjuagues bucales o colutorios. Un buen enjuague bucal termina de limpiar los espacios que son menos accesibles con el cepillo y otros utensilios.

En el mercado podemos encontrar colutorios con efecto anticaries, blanqueador o los que minimizan la sensibilidad de las encías. A su vez, estos líquidos dejan una sensación de frescura muy agradable, protegen las encías y combaten el mal aliento.

Ante determinadas patologías, como el cáncer, mantener una buena higiene dental se hace más importante que nunca. La quimioterapia, la radioterapia y la cirugía alteran el equilibrio saludable de las bacterias de la boca y pueden descomponer los tejidos bucodentales, las glándulas salivales y el hueso, favoreciendo la aparición de llagas, infecciones y caries dentales. Un buen remedio para combatir esto es mediante el uso del colutorio TECTUM, un enjuague bucal para pacientes oncológicos diseñado con este propósito.

La prevención de la mucositis es una de las principales razones por las que los pacientes oncológicos deben usar enjuague bucal, pues de lo contrario, esta enfermedad puede derivar en úlceras dolorosas, sangrado excesivo e infecciones.

Visitas periódicas al dentista

Una última recomendación para mantener en buen estado de salud el aparato bucodental y lucir así una bonita sonrisa es visitar periódicamente al dentista. Este experto es conocedor de las enfermedades dentales y puede chequear que todo funciona correctamente.

En las clínicas de odontología se ponen en práctica todo tipo de tratamientos para mejorar la salud y la estética dental.

Además, estos profesionales son los más conocedores de los hábitos adecuados que incluyen todas estas medidas de higiene y un buen comportamiento alimenticio, optando por productos ricos en vitaminas y minerales.