Las hipotecas de Sánchez con ERC
El pacto entre Esquerra y el PSOE contempla que en 15 días después de la constitución del Gobierno se ha de constituir la Mesa negociadora y bilateral entre los dos gobiernos, el central y el de la Generalitat. El único límite de esta Mesa es el respeto a los instrumentos y a los principios que rigen el ordenamiento jurídico democrático. Y se fijan, pues, cuatro principios para la Mesa: que debe estar configurada de forma paritaria con los miembros que ambas partes elijan libremente, que todas las partes podrán aportar con libertad de contenidos sus propuestas, que el calendario deberá también incluir plazos concretos para reuniones y conclusiones y que la Mesa deberá garantizar el inicio y el mantenimiento de su actividad y el cumplimiento de los acuerdos.
Otro aspecto relevante del pacto es que los futuros acuerdos que salgan de la Mesa entre el Gobierno central y la Generalitat deberán someterse a una consulta para que la ciudadanía de Cataluña los avale o los rechace.
Ambos partidos indican en el texto, de tan solo dos folios, que comparten un mismo diagnóstico: que existe la oportunidad de desbloquear y encauzar el conflicto político sobre el futuro de Cataluña y establecer las bases para su resolución. Por eso ERC y PSOE estan dispuestos a abrir una nueva etapa que se base en el diálogo efectivo, abierto y sincero.