La promiscuidad femenina desde una perspectiva socio-biológica: un factor destructor de Occidente
Sigfrido/Especial para AD (R).- Según los postulados defendidos por los “apóstoles” del pensamiento oficial, el hecho de que tradicionalmente se haya condenado con mucha más contundencia moral la promiscuidad femenina que la masculina, obedece al resultado de la imposición de los valores “patriarcales” y “machistas”, por parte de los ilegítimos detentadores del poder tradicional. La asunción de estos valores patriarcale,s habría supuesto la cruel opresión de un sexo (el femenino) a manos de otro (el masculino).
Sin embargo, como veremos a continuación, estas afirmaciones no sólo son harto simplistas, sino que además niegan una realidad, que no es otra que la siguiente: el rechazo casi universal (con la excepción de determinadas tribus muy primitivas de signo pagano-matriarcal, donde la promiscuidad generalizada sin distinción de sexos es la regla social a seguir) hacia las conductas promiscuas femeninas obedece a motivos biológico-evolutivos. De ahí que, eternos arquetipos femeninos opuestos como el de la “Virgen” y el de la “prostituta” no sean puros “constructos” sociales interesados, como dirían los adalides de las tesis de la Escuela de Frankfurt, sino que, al igual que sucede con todo lo relacionado con nuestro inconsciente colectivo, estén profundamente insertados en nuestro cerebro y en nuestros genes, como pone de manifiesto el autor neo-darwinista y cristiano Robert Wright, en su obra “The moral animal”.
Nos referiremos sobre todo al análisis de la deriva biológico evolutiva experimentada por las distintas sociedades blancas u occidentales, puesto que nosotros formamos parte de las mismas, y porque además han sido estas sociedades las que han alcanzado un mayor grado de progreso material y espiritual a lo largo de la historia.
Desde una perspectiva biológica, el esfuerzo reproductivo-sexual de la mujer, la cual, cuando es fecundada por el varón, ha de pasar por un periodo de gestación de nueve meses hasta dar a luz a su hijo, así como los cambios hormonales y el desgaste energético que este proceso lleva aparejado, es mucho mayor que el del hombre, que puede “cubrir” a muchas hembras en un brevísimo lapso de tiempo, engendrando un número cuasi-ilimitado de hijos, incluso de manera simultánea, sin experimentar cambios somáticos o psicológicos. A consecuencia de esto, la mujer ha de ser mucho más selectiva a la hora de mantener relaciones sexuales, dado que tiene que intentar ser fecundada por alguien con buenos genes que le asegure una progenie de calidad y que a la vez, pueda ocuparse de ella y de su descendencia común.
Por tanto, debido a su propia naturaleza, la mujer siempre ha tenido, con las obvias excepciones que siempre confirman la regla, un mayor control de su sexualidad que el hombre, ya que toda relación sexual ajena a las relaciones estables, y muy especialmente al matrimonio, implicaba el “riesgo” de quedarse embarazada y de no poder hacerse cargo de su propia manutención y de la de su hijo. Incluso en la actualidad, cuando los métodos anti-conceptivos están tan extendidos y cuando hay una deliberada campaña ideológica auspiciada por feministas y demás ralea “progresista” para uniformizar también en los comportamientos sexuales a hombres y mujeres, esto sigue estando en vigor, pues siempre existe una mínima posibilidad de “fallo” y de ulterior embarazo tras una relación.
En el caso del animal, o incluso de las tribus más primitivas desde un punto de vista antropológico, la pulsión femenina hacia la selección de buenos genes masculinos, se satisface copulando con varios machos en el período de celo; los espermatozoides del macho más fuerte, serán los que fecunden a la hembra.
No obstante, en el caso del ser humano civilizado, esta técnica selectiva varía, dado nuestro grado superior evolutivo, y por ende, la mujer realmente selectiva tendrá que seleccionar con carácter previo al acto sexual, al macho con el cual se vaya a emparejar, para así poder estudiar con detenimiento no sólo sus cualidades físicas e intelectuales, sino también morales.
El hombre puede muy bien seleccionar a una mujer genéticamente apta por sus condiciones físicas, morales e intelectivas para ser su compañera, y a la vez copular con otras menos aptas, pues al fin y a la postre, serán ellas las que se tengan que hacer cargo de sus criaturas, y no ellos. Y es que una diferencia fundamental que ha habido desde siempre entre los hombres y las mujeres, es que éstas, por razones obvias, siempre introducían en su círculo familiar a los hijos habidos con cualquier hombre, cosa que, por el contrario, no sucedía en la mayor parte de las ocasiones con los hijos de los hombres habidos fuera del matrimonio.
Es por ello que, en general, la mujer tiene muchos más celos cuando su marido mantiene una relación afectiva no física con otra mujer que cuando simplemente mantiene una relación carnal con otra. No obstante, el hombre es casi incapaz de tolerar que su mujer pueda haberle sido sexalmente infiel con otro.
Esto sucede así, porque por muy promiscuo que pueda ser un hombre (un comportamiento nada ejemplar, por cierto, y muy pecaminoso) jamás podrá, por ostensibles motivos biológicos, hacer creer a su mujer que el hijo engendrado con otra es suyo, cosa que por el contrario sí puede hacer la mujer, cuando queda embarazada de otro hombre. En este supuesto, el marido tendrá que sostener con sus recursos a un hijo de otro.
Podríamos decir que la monogamia, y muy en especial la femenina, es una suerte de estrategia evolutiva, que se adscribiría a lo que los científicos anglosajones denominan como “K- Strategies”. Este tipo de estrategia evolutiva, contrapuesta a la “R- Strategy”, es la que se da sobre todo en los organismos más superiores y desarrollados. En ella prima la calidad sobre la cantidad, el establecimiento de células familiares sólidas y el cuidado de los hijos. “Sensu contrario”, en las llamadas “R”, predomina la cantidad, el “comunismo sexual”, y la ausencia de lazos familiares fuertes.
La primera estrategia, como pone de relieve el profesor John Philippe Rushton, se da sobre todo en la raza blanca y en la amarilla, siendo la segunda estrategia predominante en las razas amerindias, negroides y australoides. Sin embargo, nuestra sociedad actual, sumida en un periodo decadente crítico de Kali-Yuga o Ragnarok, está experimentando una suerte de degeneración y y de imitación de las conductas más primitivas. En el caso del sexo, esto es muy notable.
Por su propia configuración anatómica, los órganos genitales femeninos, y en especial, los óvulos contenidos en ellos, son mucho más difícilmente accesibles que los masculinos, lo cual denota también una clara función selectiva a la hora de “entregarse” a un macho para “procrear”. Es la hembra la que elige a quien habrá de acceder a los mismos. Por el contrario, en el caso masculino, la configuración externa y no interna de sus órganos, lo hace mucho menos selectivo a la hora de mantener relaciones sexuales, ya que es él quién “accede” a los órganos genitales femeninos.
Asimismo, no podemos pasar por alto uno de los factores que desde un punto de vista biológico influye más en los comportamientos sexuales: el hormonal. En el hombre, los índices de testosterona, una hormona eminentemente masculina, son muchísimo mayores que en las mujeres, en las que por el contrario, abundan hormonas esencialmente femeninas como son los estrógenos y la progesterona. Existe una relación directamente proporcional entre los índices demasiado altos de testosterona y la promiscuidad, de lo que obviamente se concluye que la promiscuidad es mucho más habitual en hombres que en mujeres.
Es necesario recordar que en el acto sexual la mujer ocupa una posición receptora o pasiva, siendo la del hombre activa, transmisora e “invasiva”. Esto, aunque sea de manera subconsciente y simbólica, supone una suerte de “sometimiento” de la “hembra” al “macho”. Cuando este “sometimiento” es llevado a cabo por su pareja “formal”, el acto no menoscaba la dignidad de la mujer y es mucho más placentero para ella, al ir acompañado por notorias muestras de afecto.
Sin embargo, cuando entre la mujer y el hombre no hay vínculo afectivo alguno o una vocación de estabilidad, el acto se convierte en algo degradante e incómodo para la mujer, por mucho que ella pueda disfrutar aparentemente. Es una realidad que un altísimo porcentaje de mujeres que tienen relaciones ocasionales con individuos a los que apenas acaban de conocer o con los que no los liga vínculo alguno, desarrolla una suerte de remordimiento o complejo de culpa. Este complejo de culpa no es hetero-inducido como nos han hecho creer hasta ahora los “progresistas”, sino naturalmente auto-inducido y de origen genético-evolutivo, al haber traicionado la mujer que lo practica a su íntima esencia femenina, indefectiblemente unida a su condición de potencial madre y al ejercicio de una sexualidad integral y no meramente utilitario-hedonista de carácter básicamente zoológico. Éste, junto con razones de índole biológico-hormonal, ya mencionadas antes, es el motivo último por el cual las mujeres, salvo en raras excepciones (hoy en día por desgracia cada vez más abundantes), son incapaces de disociar los conceptos de sexo y amor, manteniendo relaciones esporádicas con otras personas a las que apenas conocen de forma mucho menos frecuente que los hombres.
Sin embargo, el hombre disocia con mucha mayor facilidad los conceptos de amor y de sexo sobre todo a la hora de mantener relaciones esporádicas. En estos casos, tales relaciones además de ser pecaminosas por violar los preceptos bíblicos, serán sórdidas, al estar desprovistas de cualquier viso de afecto, aunque, el hombre no quedará “traumatizado”.
En el acto sexual, la mujer “se entrega plenamente al hombre”. De manera instintiva, la mujer disfruta siendo dominada por el hombre en el curso de esas relaciones. Me refiero, obviamente, a un dominio simbólico, resultante de la dicotomía “Activo” -“Pasiva” y no a un dominio de connotaciones sadomasoquistas y patológicas. Esta realidad llevó a la conocida feminista judía Andrea Dworkin a afirmar, que “toda penetración era una violación producto de la falocracia”, lo cual, pese a ser una afirmación producto de una mente patológica, puede tener su origen en lo que acabamos de exponer.
Un claro ejemplo de este simbolismo se pone de manifiesto en muchas de las expresiones malsonantes que habitualmente se emplean y que todos conocemos, cuando se habla de temas relacionados con el coito. Incluso aunque la intención y el contexto en el que se vierten no sea sexual, su significante y su significado último sí lo son, y aún de manera subconsciente la intención de “someter” al insultado, si bien de manera exclusivamente verbal, es manifiesta. Curiosamente, éstas o similares expresiones ya existían en las antiguas Grecia y Roma. Para que este acto sexual no haga perder su dignidad y autoestima a la mujer es necesario que el hombre con el que copule tenga una serie de cualidades físico-morales bien ostensibles. Lo que sería, en términos etológicos, el “macho alfa de manual”, homologable a los antiguos caballeros.
¿Qué es lo que sucede, sin embargo, cuando en una sociedad desnortada y decadente, que ha dado la espalda con la mayor desvergüenza a las prescripciones establecidas por Dios, las conductas afeminadas entre los hombres se multiplican, al ser artificialmente fomentadas por las políticas educativas, por los medios de desinformación e incluso por los componentes tóxicos de muchos alimentos, riquísimos en estrógenos, y a la vez, se banaliza el sexo? Pues que las mujeres mundanas y de moral relajada, por muy “liberadas” que se sientan, siguen con la idea del macho alfa en su “disco duro”, para así disfrutar más del sexo, y sobre todo, para cumplir su instintiva función reproductiva, pero al haber disminuido en gran cuantía el número de “machos alfa” en el sentido tradicional del término, a causa de lo que acabo de apuntar, se acaban entregando a tristes y patéticas caricaturas de machos alfa. ¿Y quiénes son esas caricaturas?: los macarras, los maltratadores, los individuos groseros y rayanos en la psicopatía, los inmigrantes tercermundistas pertenecientes a “bandas”, etc, que las tratan como si fueran animales.
Por poner algunos ejemplos, podría decirse que el ideal de hombre o “macho alfa” para una espartana era un Dienekes o un rey Leónidas, para una antigua hebrea un rey David, para una española tradicional una suerte de Cid Campeador o de Conquistador, para una inglesa de los viejos tiempos un rey Arturo o un Richard The Lionheart, o para una norteamericana un individuo tipo Jim Bowie, uno de los héroes de El Álamo. Estos hombres no sólo destacaban por su gran inteligencia, valor, porte y fuerza física, sino también por su gran calidad moral. Sin embargo, ahora, el ideal de “macho alfa” ha pasado a ser el “malote” o el “stripper” de turno .
A todo esto ha conducido la tan cacareada “liberación” femenina, que no es tal. Les han lavado el cerebro a las mujeres, diciéndoles que serían más “libres” trabajando 9 horas en una oficina, en un despacho o en un supermercado, aguantando a unos compañeros o a un jefe desaprensivo, teniendo relaciones sexuales sin discriminación alguna, abortando, etc. Esto se llama sumisión voluntaria, y no libertad. Bien es verdad que tal sumisión voluntaria, en el fondo no es tan “voluntaria”, sino la sumisión propia de un “lemming” que se autodestruye de manera instintiva. El siniestro David Rockefeller, declaró hace unos años a un entrevistador que la entrada masiva de la mujer en el mercado laboral se había debido esencialmente a dos factores siniestros. El primero, facilitaba que la mitad de la población que hasta el momento no debía pagar impuestos tuviera que hacerlo. El segundo, fomentaba la creación de guarderías en las que los niños podrían empezar a ser educados en la ideología del Sistema desde una edad muy temprana.
El que a las mujeres promiscuas se las haya tachado tradicionalmente, en nuestras sociedades arias de “sucias”, de “cerdas” o de “guarras”, obedece también a causas naturales. Los antiguos helenos llamaban “cerdas” a estas mujeres porque las equiparaban al animal homónimo en su versión femenina, que no sólo se caracteriza por su suciedad, sino también por su furor sexual.
Debido a su propia configuración morfológica-sexual, al recibir la mujer fluidos ajenos durante el acto sexual, no sólo puede ser contagiada con mayor facilidad que el hombre de distintas enfermedades de transmisión sexual, sino que también puede ser contagiada con otros patógenos que podrían dañar sus órganos sexuales y su capacidad reproductiva.
Una mujer que almacena en su útero semen de muchos hombres diferentes con los que no les liga un especial afecto, que, como todo fluido, puede contener energías muy negativas, atendiendo a la personalidad de los distintos sujetos, no es sólo tachada de sucia por motivos “fisiológicos”, sino también morales, porque instintivamente, los miembros femeninos de la sociedad que sí viven en armonía con su propia naturaleza femenino-maternal, se dan cuenta de que el orden social natural es truncado por estas mujeres, que incluso resultan más peligrosas que las prostitutas, puesto que, en cierto modo, se “camuflan” entre las demás al no dedicarse de manera abierta y exclusiva a vender su cuerpo. Esto también es visto como una amenaza por los hombres que buscan a una madre para sus futuros hijos, al sentirse engañados y manipulados por éstas.
No pasamos tampoco por alto el curioso fenómeno biológico del micro-quimerismo, consistente en que el material genético del varón existente en su semen, puede pasar a formar parte del material genético de la mujer en el momento en que el fluido entra en su útero. Este curioso fenómeno, que ha sido acreditado en distintas investigaciones científicas, explicaría el hecho de que es habitual que una mujer muy promiscua, además de poder sufrir enfermedades venéreas, puede sufrir enfermedades de naturaleza no venérea que haya sufrido o vaya a sufrir uno de sus amantes. También explicaría el hecho de que buena parte de las mujeres con estos hábitos promiscuos, tienen comportamientos más masculinos que la media femenina.
Resulta bochornoso ver cómo las llamadas “feministas liberadas” preconizan la práctica de conductas sexuales de lo más degradantes y humillantes para las mujeres, como son las de jalear y dejarse manosear por esas caricaturas de machos alfa que son los “boys” de las despedidas de soltera, entregarse totalmente al primer macarra con el que les apetece “desahogarse” y “darse una alegría”, o las de ir a Cuba, al Senegal y a la “Reputa dominicana” para hacer turismo sexual y mantener así sórdidas relaciones íntimas con primitivos autóctonos de esos lares. ¿Estos comportamientos les parecen más “dignos” y “libres” que la actitud vital de una Hipatia (a la que supuestamente admiran), egregia científica helena de la Antigüedad, que además de ser una mente sobresaliente, vivía una vida sobria y casta, “señoras” feministas? “Enhorabuena”, “señoras” feministas y adláteres: están ustedes consiguiendo animalizar y degradar a las mujeres hasta límites insospechados.
También desde una perspectiva genética, las mujeres promiscuas dañan a nuestra comunidad, puesto que al reproducirse están transmitiendo sus genes anómalos desde un punto de vista bio-evolutivo a futuras generaciones de mujeres. ¿Y por qué esto es nocivo? Muy sencillo; al no ser selectivas estas hembras, y por lo tanto mucho menos inteligentes, y mucho menos exigentes con las cualidades físicas y psíquicas de los machos con los que procederán a emparejarse, copularán con machos portadores de distintas taras comportamentales; por lo tanto, su descendencia será de menor calidad psicobiológica y moral, pues a las taras de esos machos se sumarán las de estas hembras “menos selectivas”. Es lo que en biología antropológica se conoce como disgenesia; a esta disgenesia, además, contribuyen los métodos anticonceptivos, dado que la existencia de los mismos, unida a una relajación de costumbres inherente a un “Zeitgeist” como el actual, contribuye a que muchas mujeres (incluso aquellas que si no hubieran estado sometidas a los deletéreos efectos de la propaganda oficial , jamás hubieran mantenido relaciones sexuales no estables) mantengan relaciones sexuales “casuales” con hombres nada recomendables desde una perspectiva antropológica o ético-moral , que no han pasado por un proceso de selección previo, al no tener el temor de quedarse embarazadas , o que incluso lleguen a establecer relaciones afectivas estables con tales individuos.
En una sociedad donde los criterios selectivos fueran realmente estrictos, como sucedía en la antigua Esparta, o en la antigua Germania, sería muy difícil que las personas cobardes, desaprensivas, egoístas y con tendencias psicopáticas , puedan llegar a reproducirse o a acceder al matrimonio. Sin embargo, en sociedades alienadas y totalmente “aborregadas” como las actuales, donde “todo vale” y el relativismo moral impera, los comportamientos sexuales han involucionado, en gran medida, a una fase puramente zoológica, lo que facilita que toda suerte de anormales y degenerados procreen y se reproduzcan como cucarachas.
Particularmente, creo que es aconsejable que las conductas sanas en general, atinentes a los distintos aspectos de la existencia, sean promocionadas, para así, en la medida de lo posible, tratar de mejorar la sociedad. En esto no difiero en nada de las tesis sostenidas por los egregios pensadores de la Antigüedad europea , como Platón, o por otros grandes pensadores contemporáneos de renombre y que se han ocupado del tema de la decadencia, como son Spengler y Ortega, o el mismo Marañón, entre otros. No se trata de obligar a nadie a seguir determinadas pautas de conducta, sino de educar a los individuos y de mostrarles cuáles son las conductas más positivas tanto para ellos como para su Comunidad, pues, al fin y a la postre, la revalorización de una sexualidad responsable, contribuye a la mayor Libertad y estabilidad emocional de las personas; por el contrario, series del tipo “Sexo en Nueva York”, algunos de los manuales sobre “Educación para la ciudadanía” y demás instrumentos utilizados por el Sistema, no generan más que esclavos de los más bajos instintos, hedonistas y desequilibrados mentales en busca de un psicoterapeuta, así como auténticos degenerados.
Es más, la trivialización del sexo como algo meramente fútil y “divertido, perjudica especialmente a las mujeres, porque muchos hombres, en lugar de ver en ellas a personas con las cuales poder establecer una relación de verdadera amistad o de noviazgo responsable, las ven como simples objetos de deseo sexual, o en el caso de establecerse una relación de afecto estable, como una simple fuente de placer, a la que chantajear emocionalmente (en especial en el caso de las adolescentes), en el supuesto de que la mujer aún no se considere preparada para mantener relaciones sexuales; y es que la ideología progre es liberticida en su más íntima esencia.
Ni mucho menos abogo por la reimplantación de la “letra escarlata”, denunciada por Nathaniel Hawthorne en su magnífica y homónima novela, o de rescatar una suerte de mentalidad “siciliana”, a pesar de que las causas últimas a las que obedecían estas mentalidades también tenían una clara explicación genético-evolutiva. Y no soy en absoluto partidario de este tipo de mentalidades, por los inevitables e intolerables problemas de injusticia, linchamiento y doblez moral en que tales usos incurrirían.
Los países islámicos, que podrían ser considerados como “patriarcados-aberración” o “pseudo-patriarcados”, se caracterizan precisamente por este tipo de costumbres hipócritas, represivas y brutales para con la mujer. Es un denominador común al ethos telúrico-matriarcal semita, a partir del momento en el que para crear una sociedad fuerte tiene que transformarse en pseudo-patriarcado (lo mismo ocurre con los judíos actuales).
Si según el pensamiento dominante, aplicado a raja tabla por la policía del pensamiento, todos, independientemente de nuestra inteligencia, raza, sexo, etc., somos iguales, en el sentido de que no hay diferencia genética alguna entre nosotros, es lógico que la promiscuidad femenina sea considerado como algo tan válido como la monogamia, pues, según los relativistas, estaríamos hablando de simples “opciones”.
La trivialización del sexo de la que se está haciendo gala en la actualidad, despersonalizando las relaciones sexuales y considerando al “sexo por el sexo” como algo intrínsecamente “maravilloso” y “recomendable” , sin tener en cuenta a los componentes afectivo-personales que se dan en las relaciones sexuales ordenadas conforme a las leyes de Dios, puede tener consecuencias tan perniciosas como la relativización de algo tan grave como es la violación.
Expondré mis argumentos.
En el artículo 179 de nuestro código penal, la violación está castigada con una pena superior incluso a la del secuestro, lo cual es muy lógico para los que somos encasillados como “tradicionalistas”. Asimismo, el artículo 180 contiene una serie de supuestos agravados.
Tradicionalmente, este delito había sido muy castigado porque se entendía que el bien jurídico protegido era “la dignidad de la mujer”, o la “honorabilidad” de la misma, al haber sido su cuerpo “defiled”, tal y como diría Robert Scruton en su excelente análisis acerca del tema. Sin embargo, actualmente, se dice que con la sanción de este delito, el bien jurídico protegido es otro; a saber, la “libertad sexual de la mujer”.
Pues bien, si esto es así y si, además, la propaganda de los medios oficiales insiste en la banalización de las relaciones sexuales, ¿qué sentido tiene, siendo coherente con esta óptica progre, castigar el delito de violación, con una pena superior a la de un simple delito de detención ilegal, a la de un delito de coacciones, o en su caso, de lesiones?
Según la lógica actual, lo normal sería castigar la violación, como una especie de un delito de coacciones, puesto que no hay que olvidar que el bien jurídico protegido con la sanción de las coacciones es la libertad individual. ¿Por qué reviste entonces un plus de antijuridicidad un ataque a la libertad sexual que el que reviste un ataque a la libertad de autodeterminación individual?
No olvidemos tampoco que un simple delito de lesiones puede tener secuelas físicas mucho más graves que las secuelas propiamente físicas que deja una violación, siempre que la violencia empleada en la misma no sea desmedida. ¿Qué sentido tiene entonces castigar con mayor pena un delito que atenta contra la libertad sexual que un delito que atenta contra la integridad corporal?
Los penalistas han justificado el hecho de que ahora, con la sanción de la violación, se proteja el “bien jurídico de la libertad sexual” en vez del de la “honra o dignidad de la mujer”, con la peregrina excusa de que en tal conducta el indigno es el violador.
Es obvio que el violador es un ser indigno y despreciable, pero la argumentación aludida es muy floja. Me gustaría recordar a estos señores que el Título XI del Código penal recibe la denominación de “Delitos contra el honor” y que en él se castigan las conductas delictivas constitutivas de calumnia e injuria. En las mismas se entiende que el bien jurídico protegido es el honor y la dignidad de las personas. Pues bien, la misma argumentación vale en este caso. El impresentable es el que injuria o difama, pero sin embargo, jurídicamente se entiende que se está protegiendo el honor de los sujetos pasivos de tales conductas. ¿No sería también lógico que en el caso de la violación, se protegiera la dignidad de la mujer? Si decimos que con la sanción de la violación se está protegiendo exclusivamente la libertad sexual de la mujer, estamos rebajando la anti-juridicidad de la conducta del violador, y homologándola a la anti-juridicidad que puede revestir un simple delito de coacciones, o en su caso de detención ilegal, o incluso de lesiones. Por lo tanto, hay que tener sumo cuidado con tratar estos temas tan a la ligera. La lógica “progre” implica, si se es coherente con ella, equiparar la violación a un simple delito de coacciones, lo cual es una barbaridad.
En las sociedades tradicionales europeas se daba una gran importancia al delito de violación,precisamente por todo lo que hemos comentado más arriba. Porque la sexualidad de la mujer no puede ser algo accesible a cualquiera. Obras como “El Alcalde de Zalamea” son una buena muestra de lo que digo; comparar, por cierto, el tradicional concepto de “honor calderoniano” con los “crímenes de honor “habituales en las sociedades asiático-afro musulmanas, donde en lugar de matar al violador, se mata a la mujer víctima de tan horrendo delito no deja de ser un disparate. El mismísimo rey Hussein de Jordania, uno de los escasos líderes decentes que ha habido por aquellos pagos, contaba cómo tenía que mandar encarcelar a las víctimas de violaciones por su propia seguridad, para que así sus familiares no pudieran asesinarlas. En España y en el resto de occidente, por el contrario, a quién se liquidaba era al violador.
A todas luces, es más que evidente que una violación produce en la mujer víctima de la misma una suerte de traumas permanentes muy difíciles de olvidar. Y esto se debe a que el delito de violación es algo mucho más grave que un simple delito contra la libertad sexual.
Y como aquí los ejemplos también son muy gráficos, hablemos de un caso a la inversa. Todo el mundo recordará aquellos fragmentos del “ Libro de buen Amor “, donde el Arcipreste de Hita relata de manera jocosa y desenfadada cómo las hombrunas serranas cobraban “en especie” a los viajeros para ayudarlos a cruzar los pasos montañosos. El arcipreste, de manera muy explícita, alude a las violaciones de las que él, y otros viajeros, habrían sido víctimas. Y lo hace como quien cuenta cualquier otra anécdota divertida… También el gran escritor Pérez Reverte, en su libro “Territorio comanche”, cuenta de manera socarrona como un compañero reportero bien parecido estuvo a punto de ser violado por unas presas cuando éste hacía un reportaje sobre las cárceles para mujeres en España.
¿Alguien se imagina a una mujer en sus cabales relatando de manera alegre cómo ha sido violada por un individuo desconocido, o cómo han estado a punto de violarla varios hombres? No, ¿verdad? Otra de las consecuencias de las diferencias bio-psíquicas, entre hombres y mujeres.
Otro de los factores que sin duda está estrechamente vinculado con el fomento de la promiscuidad femenina en nuestra sociedad, y en la consiguiente cosificación de la mujer, es la promoción indisimulada de la pornografía, y de otras prácticas y filias anormales semejantes, que incluso en no pocos supuestos, se disfrazan con la denominación de “educación sexual”.
La pornografía, que en alguna ocasión sí ha sido denunciada por alguna feminista con un mínimo de sentido común, supone la absoluta animalización de las conductas sexuales, y, asimismo, la objetización de la mujer, quien pasa a ser considerada como un mero artículo de uso, consumo y disfrute desechable. En las “películas” porno, se degrada a la mujer de una manera ostensible, y ésta desempeña un papel, que después acaba interiorizando, de mera servidora de las pasiones más bajas de la caricatura grotesca de macho alfa que se la “beneficia”.
Lo pernicioso de esto, es que no sólo las películas y revistas pornográficas toman como modelo estas conductas, sino que después, también las revistas para adolescentes fomentan este tipo de aberraciones, a la vez que, de manera paradójica, hacen apología del feminismo.
Y es que, aunque pueda parecer lo contrario, el feminismo, las ideologías libertino-sexuales y la pornografía, son compañeras de viaje. Son ideologías y pautas de conducta únicamente guiadas por el materialismo y el hedonismo, desprovistas de cualquier tipo de espiritualidad o de valor positivo. Pero paradójicamente, y contra lo que cree la mayoría de la gente, es la Cosmovisión tradicional Occidental la gran garante de la dignidad y de la libertad de la mujer, pues es ella la que está estrechamente vinculada con la estrategia evolutiva que la raza blanca comenzó a desarrollar hace miles de años. Está claro que al igual que sucede con las ideologías “de género”, o “de liberación sexual”, detrás de la pornografía y del fomento de la promiscuidad, que como decimos son prácticas sólo aparentemente incompatibles con las anteriores, se mueve una mano negra, cuya finalidad esencial es la de destruir a la sociedad occidental. Convirtiendo a los individuos en borregos y en esclavos de sus más bajas pasiones, el dominio de los mismos es mucho más sencillo. Si a ello le sumamos el fomento continuo que de la inmigración se hace, para así anular la identidad de los distintos pueblos europeos y producir una auténtica sustitución demográfica, con la que también conseguir una sociedad más maleable, el plan de destrucción de la raza blanca resulta perfecto.
La mejor manera de destruir a Occidente, además de introducir a millones de alógenos y de crear una sociedad atomizada e insolidaria, es la de impedir que los blancos se reproduzcan. ¿Y cómo se consigue esto, además de con las políticas “igualitaristas”, “feministas” y mercantilistas? Destruyendo la dignidad de las mujeres europeas, induciéndolas a mantener prácticas sexuales promiscuas.
Una magnífica conjunción de lo aquí digo se da también en las películas pornográficas: Suele ser mucho más habitual que aparezcan escenas de negroides o de individuos de otras razas de color, sometiendo a mujeres blancas sexualmente que el caso inverso; esto es, el de ver a blancos hacer lo propio con no blancas.
Añadiendo a esto el fomento del turismo sexual femenino a países tercermundistas como el Caribe, Gambia, el Senegal o Kenya, el fomento de las parejas interraciales en la misma Europa, donde habitualmente la hembra es blanca, y otro tipo de conductas análogas, que además de contribuir al cambio demográfico europeo, se caracterizan por las prácticas sexuales “sucias” para la mujer, nos encontramos con que la situación de la mujer es crítica.
También se ha acreditado a través de diferentes estudios realizados en universidades norteamericanas, que existe una relación directamente proporcional entre el consumo de pornografía y el aumento de violaciones, algo que por lo visto, ni “progres” ni neoliberales quieren reconocer.
En la Roma decadente se dieron, al igual que en el actual Occidente, una conjunción de conductas negativas muy bien compiladas por el doctor Gustav Sichelschmidt en su libro “Wie im alten Rom”, o por autores de la época como Juvenal, Cicerón, Séneca y Marcial, entre otros: estas conductas consistían en la homosexualidad, la promiscuidad femenina, la llegada de miles de extranjeros de Egipto, Oriente Medio, y Abisinia, la decadencia en las artes, la gula, el aumento del crimen, de la depravación sexual, etc. Roma, cayó, pero afortunadamente, los germanos, pueblos indoeuropeos emparentados por tanto con los romanos primigenios, recogieron el testigo del legado más positivo de Roma y el Imperio romano, que transmutado en Sacro-Imperio romano germánico revivió y duró hasta el siglo XX. La situación actual es mucho más crítica, pues sin Europa y EE .UU., esa tragedia significará la muerte del hombre blanco, y por lo tanto, de la civilización y de la libertad en el mundo.
Cuestión aparte es la glorificación de las antiguas sociedades matriarcales pre-indoeuropeas que los distintos grupos feministas y progresistas hacen. Sociedades estas “perfectas” y “paradisíacas” que habrían sido erradicadas por los “patriarcales”, “belicistas” y “machistas” indoeuropeos.
Al margen de las tergiversaciones y superficiales aseveraciones que sobre estas sociedades matriarcales se han hecho y se siguen haciendo, olvidan estos individuos realidades como que aquellas sociedades “paradisíacas” eran sociedades “termiteras” y colectivistas, muy poco evolucionadas, donde los sacrificios humanos eran bastante frecuentes. Fueron precisamente los patriarcales indoeuropeos los que dieron una significación plena a conceptos como el de “persona” o el de “libertad”. En cuanto al trato que dispensaban a sus mujeres, no hay más que leer la Ilíada o la Odisea , para observar la fuerza de personajes como el de Penélope o el de Andrómaca. Mujeres éstas que destacaban por su personalidad, por su inteligencia, por su “areté” o virtud y por su “sophrosine” o templanza. ¿Y qué decir de la apasionada y fiel Gudrun, que llora amargamente y posteriormente venga a su esposo asesinado, el héroe Sigfrido , en «El Cantar de los Nibelungos»?
¿No son acaso estas mujeres un arquetipo o un modelo a seguir mucho más positivo para las mujeres europeas actuales, que las histéricas disfuncionales e insatisfechas de “Sexo en Nueva York”?
Este escrito aboga por reafirmar la dignidad y la libertad de la mujer, algo consustancial a nuestra tradición europea y cristiana. Son las culturas tercermundistas represoras e hipócritas (no olvidemos que en esos países tan aparentemente pacatos, las violaciones en grupo o la prostitución e incluso venta de la propia esposa son frecuentes) y los hedonistas materialistas progre-liberales los principales enemigos de la mujer.
Tampoco otorgo al hombre por tener tal condición, una suerte de “privilegio”. Tradicionalmente, y aún ahora, en las situaciones de riesgo como incendios, naufragios, asaltos, etcétera, se ha exigido al hombre el deber de obrar con mucho más arrojo y valor que a las mujeres y de subordinar incluso su propia vida y seguridad a la de niños y mujeres, al ser estos más débiles. Yo comparto esta opinión, puesto que la simple lógica biológica, además de la moral, la avala. Así que, el hecho de exigirse social y consuetudinariamente un mayor rigor en sus conductas sexuales a la mujer, se compensa con el mayor grado de sacrificio, incluso con riesgo para su propia vida, que se exige al varón.
Una vez más, las inexorables leyes de la naturaleza muestran su sabiduría y su sentido de la equidad.
Queda pues, de manifiesto, que somos nosotros, los cristiano-identitarios, y no los autodenominados “progresistas”, quienes realmente defendemos la dignidad y la libertad de la Mujer .
Y voy a culminar este escrito transcribiendo una cita del Linga Purana hindú, referida a una de las características del Kali-Yuga: “Muchas serán las mujeres que tendrán relaciones con varios hombres” (Linga Purana, Capítulo 40).
Es una interpretación errónea concebir el acto sexual como un acto de dominación. Si se analiza sin calentura falocentrista, se llega a la conclusión de que el hombre hace un acto de entrega y la mujer un acto de acogida.
La entrega y la acogida las protagonizan las mujeres.
Que el hombre hace entrega de parte de sí mismo es evidente.
El discurso victimista hombres bestias mujeres delicadas criaturas, seres de luz, me suena bastante……..
Me hace gracia cuando dicen y se escriben en los cuerpos lo de: «soy libre», cuando la realidad es que están más politizadas que la silla de un Concejal.
Jajaja, efectivamente, Juan Carlos. Este es el concepto de «libertad» que tienen las progres. Nada tiene que ver con la verdadera Libertad, sino más bien con un taxi que se ha quedado «libre».
Jose Carlos, me llamo Jose Carlos jajaja. Por lo demás excelente artículo, que se me olvidó decirlo en el comentario anterior.
Jajaja
estas tias o son actrices,o las eligen entre las mas tontas de las mas tontas
pero no es normal,eso esta claro
Acaban de ser montadas y esperan a otro que las monte…
Así son las que ejercen de o se comportan como furcias, sí
Como puedes hablar de la ley de Dios si ni siquiera crees en El, pues niegas su creación con tus argumentos prestados por la falsa ciencia que reivindica una teoría como algo hecho y nos quiere hacer que todos nos lo traguemos.Ya esta bien de mentiras sobre el hombre , así estamos llegando a la locura actual.El que sigue sus pasiones no quiere argumentos ni le valdrá ninguno, porque como esta escrito que por la sabiduría no llegaron los hombres a conocer a Dios , a El le agradó que le conocieran por la locura del evangelio de JesuCristo .Así… Leer más »
Pero qué imbecilidad más grande. ¿Dónde he dicho yo que no crea en Dios?.
En tu articulo
En mi artículo he dicho todo lo contrario, mentiroso. Cite un solo párrafo en el que niegue la existencia de Dios. Es más, he dicho que los comportamientos promiscuos van contra las leyes de Dios.
Las leyes de Dios son las leyes de la naturaleza, no lo olvides nunca. El hombre de verdad, de antes del gilipollismo, lo sabía aunque conocía muy poco esas leyes, ni tenía la tecnología para escuchar y observar, ni había logrado construir modelos físico-matemáticos y químicos que les permitieran consultar y predecir
el funcionamiento de forma teórica.
Tú creerás en dios, no en Dios. Si realmente creyeras en Dios, no serías un misógino, ni tratarías a la gente como un déspota, ni insultarías tanto a quienes te muestran las cosas más obvias del mundo.
¿Un misógino yo?. Cíteme una sola frase de mi artículo con contenido misógino.
No deje que le obliguen a pedir disculpas por algo que compartimos tantos, ni aunque recurran al insulto, como vemos que empiezan a hacer
Descuide. Estos pobres diablos son analfabetos funcionales. Ni en sueños pediría yo excusas a semejantes lisencéfalos. Es más, me lo paso bastante bien toreando a idiotas que me llaman misógino sin especificar el por qué. Es un placer regodearse con la imbecilidad ajena.
En una sociedad como la cristiana occidental, la trivialización del sexo es el baremo con que se puede medir la decadencia y degeneración de la misma. En tanto y cuanto más banalizado es este aspecto tan vital de la vida humana y de la sociedad, más y más se van deteriorando todos los pilares adyacentes que conforman y sostienen nuestra civilización. Así pues, al caer las barreras que separan el sexo sano y natural de la impudicia, han caído la familia, el cristianismo, la paternidad y maternidad responsable, el sentido del honor, el respeto recíproco… Arrasados estos pilares todos los… Leer más »
El sexo es algo sagrado, no sé puede permitir que el Vaticano ni las religiones se metan en medio, entre cada persona y su experiencia. Los que menos saben de sexo dedicándose a la interpretación y la regulación de una experiencia íntima, individual? Me quedo con Hildegard von Bingen.
Hidegarda de Bingen era una mujer muy inteligente, cuya postura en materia sexual, era diametralmente opuesta a la sostenida por los degenerados «progresistas».
Hildegarda von Bingen era una feminista, probablemente lesbiana, que tenía una postura en materia sexual, mental y espiritual, diametralmente opuesta a la imperante en la iglesia y la de cualquier machista hoy en día pero no tenía otra salida que la que pudo y salvó el pellejo DE MILAGRO, gracias a Dios y a su superioridad intelectual. Muchas otras como ella no sobrevivieron, las mataron. Su forma de ser y pensar era más como la de los gnósticos y los rojos católicos.
Usted es una sectaria y una desequilibrada. ¿Hildegarda era lesbiana?. Pero qué estupidez más grande…
tu eres mormona? que sagrado ni sagrado el sexo es solo pasar unos momentos deliciosos! y si te descuidas los hombres pagan para siempre por un momento de gloria! los mormones supersticiosos creen que con cada orgasmo o eyaculacion crean mundos en los universo!
Según las enseñanzas de Jesucristo, toda persona, sea fémina o varón, es igualmente hija de Dios. Veamos los matices que se añadieron posteriormente. Tanto mujeres como hombres están sujetos a las pasiones. Pero en el caso de los varones Dios les había otorgado el don de la inteligencia, una capacidad de razonamiento que les permite controlar sus impulsos. Si el vientre materno al recibir el semen tenía calor suficiente, concebía varón. Así, dice Juan Luis Vives: “Por defecto de calor vivo la mujer es más imbécil por naturaleza, más caduca, miedosa, por lo que ha de ocuparse en el cuidado… Leer más »
Cristo enseñaba que los hombres y las mujeres eran iguales en dignidad, no fisiológica ni psicológicamente.
Los hombres mismos, entre sí, no son iguales psicológica ni fisiológicamente, o sea que para qué metéis el género de por medio? Y por qué habláis como si lo fueran o lo tuvieran que ser?
Que los hombres sean muy diferentes entre ellos no implica que las diferencias entre hombre y mujer sean reseñables.
Unas diferencias nada negativas, por cierto. parece que a usted le molesta mucho la diferencias señorita o señora.
Cristo no trató a las mujeres como si fueran menores de edad,
La referencia al macho alfa da lugar a comparaciones. Un macho alfa sería un toro semental. En la ganadería bobina las vacas son útiles. En cambio, la utilidad de la mayor parte de los machos consiste en ir temprano al matadero.
Estaba yo pensando,claro que poco tiene que ver con este artículo,que si la fiesta taurina nacional se tuviese que suspender y finiquitar por falta de criadores de ganado de lidia,bien se podría sustituir la ganadería vacuna por la cabaña de astados socialistas (créanme,gran abundancia en los dias de hoy),y con eso habríamos solucionado el problema de las «corridas» y la fiesta nacional taurina no desaparecería,eso sí,la banda de música en lugar de pasodobles y similares,tendrían que tocar la internacional y el «habla pueblo habla..» Nota del administrador: Entonces, si no tiene que ver la estupidez que ha escrito con el… Leer más »
Escribí que «tiene poco que ver..» no que fuese totalmente ajeno al artículo…
Porque a muy pocos se les pasa por alto, que las bondades de la sociedad que hoy vivimos,basada en la subvención para hacer ruído y difuminar el verdadero objetivo, que no es otro,que la destrucción de los valores religiosos y culturales nacionales,viene del miserable año 78.
¿No le encuentra Vd. ninguna correlación,Sr.Administrador?
Nota del administrador: Ninguna y cuestión zanjada.
No, Ataúlfo. No seamos superficiales. Los males a los que hago alusión en el artículo no tienen su causa última en el año 78. Vienen de más atrás.
¿Te parece que tiene algún valor religioso lo que propones? No tiene ninguna gracia tu ocurrencia.
A mí me ha gustado la gracia. Sueño el día en que podamos meter a las élites progres degeneradas en un ruedo y que no salgan vivos a no ser que pidan perdón por todo el daño que han hecho.
Los peperos también son cómplices de los progres, no lo olvide
Por supuesto. «Por sus actos los conoceréis». El PP europeo trabaja para el nuevo gobierno mundial igual que las izquierdas, aunque vengan de familias ideológico-sofistas diferentes. El sistema en sí es progresía, todos cuantos buscan crear un «hombre nuevo» son progresía, quienes derribaron el sistema teocrático para erigirse en «medida de todas las cosas» son progresía, quienes no tienen principios superiores a ellos mismos son progresiva. Quedamos pocos ya, el mundo nuevo para este tiempo nuevo es un océano inmundo de progresiva, con muchas etiquetas pero con la misma vacuidad espiritual.
Y qué me dicen del hombrecito moderno, que de hombre no tiene nada comparado con el de antes. Tan ciegos están que ni cuenta se dan de lo mariconcitos que son. El hombre de antes construía su casa con sus propias manos, yendo a cortar los árboles, cargando troncos y trabajando con el sudor de su frente; iba a buscar y cargar agua cada día cuando no cavaba un pozo con sus propias manos, en lugar de domiciliar el pago del agua y desperdiciarla sin importarle las consecuencias; iba a pescar y a cazar para sobrevivir y traer comida a… Leer más »
Pues vuelve a la selva, si es lo que te gusta. Si estás escribiendo en un ordenador y a través de internet, es gracias a la superior inteligencia de esos hombres que llamas «mariconcitos» que se han pasado horas investigando en oficinas y laboratorios.
Ironía: Soltar esa parrafada por internet (¿fabricas tu propia electricidad dándole con brio a una manivela?… ¿Que tal nevera la tienes llenita?)..
—-> «Puagh! Otros, consumidores de tecnología, se pasan el día tecleando delante del ordenador… que si facebook, que si whatsapp, redes sociales, criticando a todos los que no son como ellos mismos, tratando de arreglar el mundo, y olvidar sus fracasos, frustraciones y miserias por haber sido poco valientes o egoístas.»
—> BOOOOOMMMMMM! ¿Has oído eso? Sí, ha sido la barrera dimensional de ironía suprema que separa este universo de los demás que acaba de estallar en mil pedazos…
Absolutamente de acuerdo con su reflexión, Eileen.
Si pero…. Todo esto està muy bien. Pero hay que reconocer que también el desarrollo tecnológico es algo propio del hombre y eso lleva a adquirir comodidades y tratar de realizar trabajos duros de forma màs sencilla y productiva con herramientas y tecnología. Eso sí, narcisismo me temo que ha existido desde que los de una cueva querían las pieles que vestían los de la cueva de al lado.
Amén !
No te preocupes que los hombres ya no van a ser vuestros esclavos, ya ajustaremos cuantas aunque nos tengamos que convertir al islam todos, ya no nos vais a tratar como basura nunca mas, escoria.
Pérez- Reverte no es «un gran escritor». En todo caso admito que pueda resultar entretenido pero carece de la mínima calidad literaria.
Es un gran articulista, sin la menor duda.
¿Te refieres, por ejemplo, a las entregas sobre la guerra civil que publica en la revista XL semanal? ¡Auténtica bazofia!
Pondré unos párrafos del libro sobre la guerra civil que ha escrito para jóvenes.
«Desde hacía 5 años, después de la marcha al exilio del rey Alfonso XIII, en España había una república democrática. ( )Unos querían dar más poder al pueblo y otros limitarlo.»
«las cosas se complicaron para los golpistas por la resistencia que desde el primer momento opusieron las izquierdas y el legítimo gobierno republicano.»
Además, se cree muy inspirado porque utiliza palabras malsonantes.
Sus entregas sobre la guerra civil no me gustan. Me quedo con Pío Moa.
Sus artículos semanales, y novelas suyas como «territorio comanche», me parecen muy buenos.
Para mi es de lo mejorcito que queda en España
Lo mismo dicen esos conservadores talibanes acerca de nuestro mundo, de nuestra sexualidad, nuestras costumbres, nuestra imaginación, nuestra cultura, nuestro arte, nuestra industria del erotismo y nuestra libertad para atacarnos y para defender su espacio de poder. Yo les saco la lengua y si hace falta algo más para que se mueran del susto, si no se han muerto de envidia.
Qué simplezas dice usted.Tiene el cerebro totalmente lavado.Mi artículo es la antítesis del talibanismo.Es una exaltación de nuestro legado occidental,respetuoso para con la mujer,a la que no debe considerarse como un mero objeto de lubricio.
Te recomiendo leer un discurso de algún fundamentalista musulmán. Te sorprenderás de cuanto se parece a la mirada de tanta gente en occidente y a la del contenido de este (tu?) artículo. No discutas, hazlo. Verás que te sorprenderás y, por tanto, comprenderás muchas cosas.
Entonces por que violan en grupo Adrián y no respetan a la mujer?
En grupo también violan los españoles.observe usted el caso de ese guardia civil y sus amigos en los San Fermín es.violaron y grabaron a una pobre chica
otro progre intentando confundir.
Los cerdos de san Fermín, sevillanos y de los BIRIS (rojos rojos) por cierto, fueron un caso llamativo precisamente porque en España son muy raras aberraciones como esas. Compare usted cuántas violaciones en grupo perpetran los europeos autóctonos, con las perpetradas por los moros y por los negros. A ver quién gana…
Que tienen que ver las violaciones de los salidos con las palabras de crítica a nuestra sociedad por parte de los talibanes? Yo no dije que el día que algun árabe se pone babuchas, el autor de este artículo también lo hace. Lo que dice es que lo que escribe el autor lo dicen muchos talibanes casi idéntico, sólo eso. No he dicho nada del té, ni del idioma.
Mi respuesta iba dirigida a Antonio, no a usted.
Y de verdad, aprenda a escribir
Adrián, no diga simplezas.
¿Digo yo que hay que lapidar a las mujeres ligeras de cascos, que las mujeres tienen que ir completamente tapadas, o justifico los mal llamados crímenes «de honor»?. Para esos fundamentalistas, si una mujer es violada encima debe morir o ser brutalmente castigada. Yo en cambio, defiendo el ajusticiamiento del violador.
Ha orinado usted fuera de tiesto.
Yo no dije que tuvieses el mismo timbre de voz que un Talibán ni que dijeras todo lo que dicen los terroristas y fanáticos islámicos que no son talibanes. Me parece que no siquiera sabes lo que significa, lo que son y lo que dicen los talibanes y sólo sabes lo que hace el pueblo mas fanático, mas inculto y más violento que muestran en las noticias de la prensa amarilla. Lo que yo quiero decir es que tú discurso de crítica de la sociedad y la sexualidad occidental se parece al de ellos, lo dicen ellos. Tu artículo parece… Leer más »
«Yo no dije que tuvieses el mismo timbre de voz que un Talibán » Usted no ha oído mi timbre de voz, con lo que es evidente que no puede decirse si es o no similar al de un talibán. Como mucho, se podrán comparar nuestros postulados ideológicos. «Lo que yo quiero decir es que tú discurso de crítica de la sociedad y la sexualidad occidental se parece al de ellos, lo dicen ellos» Dígame a qué texto talibán EN CONCRETO se asemeja mi artículo. No me hable de vaguedades. Cualquier persona con un mínimo de neuronas y de cultura… Leer más »
Y usted no ha leído el discurso de un talibán sobre la promiscuidad femenina en occidente, con lo que es evidente que tampoco puede decir (usted) si es o no similar al de un talibán. Si dice que no es cierto lo que le digo, dígame qué discurso de algún talibán ha leído que no se asemeje al suyo. Nota del administrador: ¿Y eso qué prueba, tarugo? La verdad es la verdad, la defienda Agamenón o su porquero. Un ejemplo: de acuerdo a su criterio, si un talibán sostiene que las drogas no son aconsejables, ¿debemos inclinarnos a consumirlas para… Leer más »
efectivamente, MEMO. EN el caso de que un talibán coincidiera conmigo en alguna de las cosas que sostengo, no por ser talibán dejaría de darle la razón.
A ver en que quedamos Sigfrido, usted me dice que los Samis no son europeos y ahora pone un texto del shivaismo que es asiatico, concretamente del llamado periodo de Kali-Yuga. La verdad que no le entiendo. Los samis son mezcla de asiaticos y europeos, pero entonces según usted es parte de la civilización occidental la india?? En cuanto al texto pues que quiere que le diga que hoy en dia muchas mujeres tribializan el ser violadas, o dicen que sus agresores no sabian lo que hacian,etc.. La violación en Suecia dentro de poco va a ser algo de poca… Leer más »
Lo de los saamis lo comentamos en otro artículo. Lo que yo dije es que tenían una importante mezcla asiática, si bien hoy en día, como resultado de la mezcla con sus vecinos nórdicos, en muchos samis es difícil detectar ese sustracto. No. La India no es occidental. Es un país mestizo, no blanco, con una idiosincrasia muy distinta a la nuestra. Los puranas y los vedas fueron compuestos poco después de la invasión aria, por individuos absolutamente blancos y que tenían una manera de pensar muy parecida a la nuestra. Sí, en los países progres las violaciones suben exponencialmente.… Leer más »
Vuestra libertad, no. Vuestra amoralidad y vuestra desvergüenza. Que todos llevamos impresa en nuestra conciencia unas leyes por las que regir nuestra vida y nuestras acciones, y vosotros a fuerza de vicio y degeneración las habéis perdido. Sois vosotros los anómalos.
Exactamente. A eso me refiero. A qué eso que dice él artículo lo dicen los talibanes y no a que lo que dicen y hacen los terroristas (no talibanes) lo hace el autor del artículo.
¿Dónde digo yo que las mujeres no deben poder pasear solas por las calles, deben ser golpeadas, deben ser lapidadas, o asesinadas en caso de que sean violadas?.
De verdad que cada día me sorprende más y más el bajo nivel cognitivo que tienen ustedes, los borregos del sistema. Son analfabetos funcionales que no comprenden lo que leen…
Le dicen que lo está entendiendo al revés y vuelve a hacer lo mismo. Sin duda es usted un hombrecito moderno sin tiempo para escuchar y mucho menos para comprender, o que no ha tenido tiempo ni interés para aprender la diferencia entre «p implica q» y «q implica p»
Usted, además de una tontita repetitiva, es una mujercita absurda que no suelta más que disparates inconexos.
«mujercita tontita y absurda» es la respuesta del súperhombre cuando no entiende lo que le dicen.
Se lo explico de nuevo a ver si es capaz de entenderlo, necia:
Según Adrián, yo no hago lo que hacen los talibanes, si bien digo lo que ellos dicen.
Hasta el momento, Adrián no ha sabido concretar qué digo yo que puedan también decir los talibanes. Por consiguiente, si bien es correcto decir que yo no hago lo que hacen los talibanes,pero que yo digo lo mismo que dicen los talibanes, es absurdo.
«Nuestra industria del erotismo» ja ja ja no me haga reir, cuándo ha sido » nuestra»? Esta industria como todo vicio depravado y destructor ha sido impuesta por entes ajenos para esclavizarnos un poco más, señor mío, infórmese un poco antes de escribir idioteces.
Amigo Lolo, Le rogaría que me hablara más sobre estos «entes ajenos» que nos imponen vicios depravados y destructores. ¿Quien son, que motivos tienen para ello, ¿Hay otros «entes ajenos» que imponen la virtud y el bien?. Pues le diré que los segundos entes (los de la virtud y el bien), tienen más mérito que los primeros, porque es mucho más díficil lo segundo que lo primero. ¿De verdad cree que hace falta una conspiración al más alto nivel para imponer un vicio depravado y destructivo?. Pero si no hay nada más fácil que eso. Viene solo. ¿Cree usted que… Leer más »
Los judios, lee el Talmud y lo entenderas: AD ya publico un articulo hace unos meses donde se ponia de manifiesto que la industria del porno fue creada y se gestiona por judios,
Los judios persiguen sodomizar y esclavizar a los cristianos y lo van hacienda a marchas forzadas, asi como crear el comunismo, el terrorismo, etc…
El Talmud es muy ilustrativo de como se las gasta la judería internacional. Al fin y al cabo, para los judíos el Talmud es más importante incluso que la «Torah» o Biblia
Amigo Prb01,
Le confieso que no me he leído la Torá, aunque estoy seguro que sería un ejercicio interesante, no lo descarto.
De todas maneras, incluso sin haberlo leído, dudo mucho de que la Torá hable de la industria del porno. Nisiquiera creo que el arameo tenga una palabra homóloga a pornografía, aunque tampoco lo descarto.
Y le diré otra cosa, si veo que vienen muy fuertes, igual me dejo esclavizar, pero como intenten sodomizarme, le aseguro yo que no dejo ni judío con vida.
Saludos
Disculpe, dónde he dicho Torá, quería decir Talmud. A veces tengo la cabeza un poco desordenada.
Digan lo que digan, siempre ha sido peor la promiscuidad masculina
Pues no, lista, que los hombres no nos queedamos embarazados, mientras que ustedes corren el peligro de ser madres de unos niños sin padre biologico reconocido…
Esto ya lo enían claro en tiempos de los romanos, y había una normativa clara y específica sobre los embarazos de las viudas, de las mujeres cuyos maridos estaan en combate, y por tanto no habían podido dejarlas preñadas, etc.
«Que cada noche concibieron en su mente : Fuertemente para ser su señor; y tierno para el amor» dice la hermosa canción. Pues no tendrán lo uno ni lo otro con la ideología sexual que se pretende implantar. Pero a través de aberrada educación a los niños y unas tres generaciones con estos tumores metastásicos ideológicos destructores de la naturaleza con la que Dios ha dotado a la humanidad para la libertad también expresada en la formación de la familia sana. Destruir el cristianismo y su cultura derivada de él, es el paso obligatorio para implantar la adoración a la… Leer más »
Todos sabemos que las de izquierdas son muy putas, que van provocando y después se quejan de las consecuencias.
Sigfrido: Fantástico ensayo, sinceramente. Muchas gracias. Desde mi perspectiva, deja muy claro que el tesoro más valioso de una nación son sus mujeres. Del Bhagavad-Gita (1:41-42): “De la corrupción de las mujeres procede la mezcla de las castas; de la mezcla de las castas, la pérdida de las tradiciones inmemoriales; de la pérdida de las tradiciones inmemoriales, la carencia de entendimiento; y de éste, todos los males”. La pregunta es: ¿qué estamos haciendo los hombres para resguardar ese tesoro? ¿Qué podemos esperar o exigir si cada vez nos volvemos más y más incapaces de preservar nuestra raza, nuestras tradiciones, nuestro… Leer más »
Gracias por su intervención, Guillermo. Estoy absolutamente de acuerdo con lo que dice, y además la cita del Bhagavad Guita que ha traído a colación, es simplemente fantástica.
Gracias también por el interesantísimo link que ha colgado.
Un saludo cordial desde España, a usted y a los demás hermanos criollos de Allende el Océano.
Este artículo generaliza, y como tal, sólo puede ser entendido atendiendo a dicha generalización. La generalización atiende a unas características o situaciones mayoritarias.
Me parece un artículo muy bueno y que me recuerda mucho a la línea de un famoso blog : E. Soberana.
Efectivamente. Como todas las generalizaciones, explica el funcionamiento de conjuntos categoriales, sin implica que no puedan existir excepciones a la norma.
Gracias por su elogio.
¿ Usted por casualidad no será el mismo que promocionó los grupos sionistas de Pediga en ésta misma casa ? Es lamentable que un buen artículo sea destrozado de manera tan vana, por sus respuestas al estilo Fernandez. Usted, en sus comentarios, a otros usuarios, mezcla las churras con las meninas, permitame decirle que hace un flaco favor al Periodismo profesional, porque una cosa es opinar y otra informar. Suelo entrar algunas veces en éste lugar web ; y, no son pocas las veces que he comprobado la mala prensa a la ciudad de Sevilla, y a sus naturales habitantes… Leer más »
Yo no he promocionado jamás a Pegida.
Yo no soy «periolisto»· ni pretendo serlo.
El resto de su comentario, sobra.
¿Dónde he generalizado yo contra los sevillanos, mastuerzo?. He dicho que los violadores de Pamplona eran sevillanos y de los biris. ¿Es cierto, o no lo es?. Pero qué coño me importa a mí la rivalidad Málaga-Sevilla, si para empezar no soy ni andaluz ni nada que le parezca… «Así que esperamos que éste comentario sirva, a bien, para que se informe de manera sana y amena, porque los ánimos ( por diversos motivos relacionados ) están a flor de piel, y periodista en Francia ( o que dice estar en Francia ) que comenta algo para provocar opiniones sobre… Leer más »
Muy lúcido el artículo. En los barrios populares se está viviendo esta degradación moral. Es frecuente ver a niñas y niños de corta edad fornicando como animales en parques públicos, sobretodo de familias inmigrantes y cada vez más españoles que comparten espacio cone ellos, el resultado es el de madres con trece y catorce años que empiezan un espiral de decandencia personal y moral que las acaba llevando al mundo de las drogas, la prostitución y la más absoluta promiscuidad hasta que a mediana edad no son más que unos deshechos humanos presa de los laboratorios farmacéuticos y del sistema… Leer más »
Tiene usted toda la razón, Tasio. Mire, hoy en día es frecuente que jovenzuelas de 25 años ya hayan fornicado con más de 10 o de 15 individuos en toda su corta vida. Y si ya nos vamos a los barrios «poligoneros», la cifra aumenta. Evidentemente, esto no es normal ni natural. Ya decía Etienne de la Boetië, poniendo el ejemplo de los romanos cuando conquistaron a los licios, que la manera más eficaz de debilitar y de conquistar a una sociedad es el VICIO. El vicio es la antítesis de la libertad, y sinónimo de la esclavitud.
El histerismo domina estos lobbies de poder,es puro fanatismo e ignorancia, lo del Kaly Yuga perdone me parece una idea orientalista que no explica nada, como si los tiempos estuvieran marcados por no se sabe que, lo que pasa actualmente se debe a la perdida de autoridad de la Iglesia y su sustitucion como poder de grupos que quieren invertir el cristianismo, NOM luciferino a la cabeza
Se sorprende usted por el fenómeno del turismo sexual cuando es algo que existe desde hace muchísimos años, pero claro, siempre estuvo protagonizado por hombres. No se escriben incendiarios artículos sobre eso porque lo tenemos demasiado interiorizado como algo normal. Sin embargo es igual de reprochable, ya no por la conducta disoluta (ya que eso es algo voluntario), si no porque comporta aprovecharse de la situación económica precaria de otra persona, de ser especialmente vulnerable. En los países que cita, se prostituyen niños y niñas sólo para comer ese día. Me da igual si el «cliente» es un hombre o… Leer más »
Soy católica y prácticamente y estoy absolutamente consternada con muchas de las cosas que he leído. Del compendio de sus argumentaciones se infiere una concepción inferior de la mujer, para la cuál las exigencias de castidad son mucho más férreas que en el caso del hombre. Y todo ello escudándose en supuestos estudios antropológicos, de los cuales ha hecho usted una interpretación absolutamente parcial. Tanto el hombre como la mujer son igualmente necesarios para la perpetuación de la especie. Genéticamente la hembra es más fuerte porque recae sobre ella la tarea fundamental de llevar al término el alumbramiento. Motivo por… Leer más »