El PP rechaza participar en el aislamiento a Vox en el Congreso que pretenden izquierdistas e independentistas
El día 3 de diciembre se constituyen las cámaras y los partidos se mueven ya para repartirse, en primer lugar, los ansiados puestos de cada una de las Mesas. Y es que no se trata de un tema menor, ya que hablamos del órgano que rige los trabajos del Congreso y del Senado, el que recibe las iniciativas de los grupos y las califica para que puedan seguir su tramitación parlamentaria. Y en este juego de cambio de fichas, PSOE y Podemos han dado los primeros pasos para excluir a Vox. En este camino les acompañará, seguro, el PNV, probablemente también los independentistas y otras formaciones, pero hace falta el apoyo de la segunda fuerza de la cámara, del Partido Popular, que ya ha rechazado tomar parte en este cambio de cromos.
Pablo Casado ha justificado su negativa a aislar a Vox con un argumento: el PP ya sufrió un cordón sanitario inútil, y tiene claro que no va a participar en algo así. Y es que, en el fondo, la postura de los populares tiene muchas explicaciones: para empezar, que la formación de Abascal facilitó la formación de los Gobiernos de Murcia, Andalucía y Madrid, y la del Ayuntamiento de la capital, entre otros, y posibilita su continuidad. Pero además, los populares, recuerdan que Vox es la tercera fuerza de la cámara, y que Ciudadanos, con unos pocos diputados más, tuvo dos puestos en la pasada Mesa del Congreso.
En el PP hay voces que dicen ya que hay que ir a por los de Abascal, que hay que pasar al contraataque, pero no con este tema, porque, en el fondo, eso es lo que desean. De hecho uno de los máximos dirigentes de Vox llegó a admitir en una conversación con periodistas: “si no quieren darnos los dos puestos que nos corresponden, mejor; si quieren mandarnos otra vez al gallinero, mejor. Cuánto más nos arrinconen mejor para nosotros”. El PP prefiere, pues, que se les acuse de dejar pasar a la ultraderecha en la Mesa, que es el argumento que van a utilizar sus adversarios, a meter la mano en este avispero del que nada bueno pueden sacar.
ABASCAL ES UN MIEMBRO DEL PARTIDO POPULAR QUE SE HA CAMBIADO DE CAMISETA ANTES COSTABA 100000 € AL AÑO HOY CUESTA MILLONES AL AÑO HAY QUE SACARLO DE LA POLÍTICA YA MISMO ANTES QUE COMETA MÁS ESTUPIDECES TOTAL ES SOLO UN VIVIDOR MÁS NO APORTA NADA AL PAÍS
Los pu-tos SINIESTROS (de izquierda)siempre demostrando lo demócratas que son .Como los de la antigua republica democrática alemana, la de la bestial y criminal dictadura socialista.A MALIGNOS,no les gana nadie.