El 30 % de los fallecidos y heridos en carretera se produce en invierno
Llega el frío y con él la nieve, el hielo o la lluvia… Todas ellas circunstancias meteorológicas que pueden complicar la conducción y, en algunos casos, desencadenar un accidente. No en vano, según recoge la DGT, cerca del 30 % de los fallecidos y de los heridos se produce en invierno y, al parecer, la lluvia y la niebla son las causantes de la mayor parte de estos siniestros.
Es importante, entonces, que nuestro vehículo se encuentre en perfecto estado de revista para poder afrontar con garantías estas adversidades. ¿Cómo lo hacemos? Pues desde el Real Automóvil Club de España (RACE) proponen una serie de medidas que, si las tenemos en cuenta, nos pueden ahorrar más de un susto.
La primera de ellas se centra en mantener en buen estado la batería del coche, pues en invierno se emplea más y, por lo tanto, debemos cerciorarnos de que funciona correctamente. Los líquidos anticongelantes también son muy importantes, ya que ayudan a que el motor soporte sin problemas las bajas temperaturas tan típicas de esta época del año.
La calefacción desempeña, asimismo, un papel crucial ya que no solo nos mantiene calientes cuando la temperatura exterior se aproxima, por ejemplo, a valores negativos, sino que también sirve para desempañar los cristales y procurar, por lo tanto, visibilidad. Así, los filtros pueden estar sucios y perjudicar su rendimiento. Recuerda, también, que la temperatura adecuada en el interior debe situarse cerca de los 21º. Si es superior, se empañarán los cristales y puede, incluso, producir somnolencia.
Dado que conducir en pleno temporal de nieve está a la orden del día en estos meses, debemos aprender a instalar cadenas en el coche, así como evitar frenadas y maniobras bruscas, reducir la velocidad en curvas o zonas inclinadas e incrementar la distancia de seguridad con respecto al vehículo que nos precede.
Por supuesto, debemos prever contingencias como averías o atascos debidos a la nieve y que nos obligan a economizar el combustible por si permanecemos retenidos más tiempo de lo esperado. En estas situaciones tampoco está de más contar con provisión de agua y algo de comida en el coche e, incluso, con una manta. En este sentido, cabe recordar que a principios del año pasado, más de 3.000 vehículos quedaron hasta 18 horas atrapados en diferentes puntos de la autopista que discurre entre Ávila, Segovia y Madrid.
Aunque siempre debemos ir equipados con ellos, en esta época del año aún con más razón: no olvides el triángulo de emergencia, el chaleco reflectante, el gato, correas, herramientas y juegos de luces, así como fusibles de repuesto. Lo cierto es que durante estos meses de frío es cuando más recurrimos a nuestros seguros de coche, los cuales nos pueden sacar de más de una vicisitud al volante.
y el resto en primavera vera y otoño