La soprano progre y feminista que acusó a Plácido Domingo presume en sus redes sociales de haber cantado con él
Patricia Wulf, la soprano progre y feminista que acusó a Plácido Domingo de acoso sexual, presume en sus redes sociales de haber cantado junto a él. En su página de Linkedin, la excantante -que ahora trabaja en una empresa inmobiliaria- presume de haber compartido escenario con el tenor madrileño.
«Antes de dedicarme a los bienes raíces –explica la soprano–, tuve la suerte de cantar ópera como solista con algunos de los más famosos artistas, incluyendo a Plácido Domingo y Mirella Frenin. Canté bajo la batuta de célebres directores como Heinz Fricke y Roberto Abaddo, así que la presión es algo con lo que puedo lidiar muy bien».
Añade en su perfil que echa de menos «el escenario, las luces, los ensayos y, sobre todo, morir en escena», pero que es feliz con su trabajo.
Patricia Wulf es la única de las nueve mujeres que, según el reportaje de Ap, han acusado a Plácido Domingo que ha consentido en dar la cara. Como cantante debutó en su papel de soprano solista como Mimi en «La Boheme», en 1989; fue Papagena en «La flauta mágica» y, más tarde, Musetta en «La bohème», según se ve en la página web de la escuela de música M4Arts donde es profesora.
Tras estas experiencias, Wulf actuó en la Ópera de Washington, donde coincidió con Domingo. Eran los años 90, y fueron varias funciones de «Fedora» con Mirella Freni y de «Don Carlo» junto al tenor español. Además de en la Ópera de Washington, la mezzosoprano ha cantado en el Summer Opera Theatre, en la Ópera de Baltimore, en el Piedmont Opera Theatre, la Ópera de Indiana y en la Ópera de Sarasota, entre otras.
Este es un claro caso de rencor, ella misma dice que preferiría estar en un escenario a vender inmuebles, lo demás es fruto de su rencor que probablemente la haya engañado a ella misma, haciéndole ver donde simplemente había galanteo un acto de acoso, adornado con mil y una interpretaciones torticeras.
Esto le pasa a nuestro grande Plácido Domingo por no atenerse al refrán: ” Dónde tengas tu olla, no metas la P.” – que me disculpen las damas -. Aquí no hubo acoso, aquí hubo calentones varios respecto a un ídolo de la ópera. Luego quedan resentidas por no hacerse con el trofeo – Plácido -, y luego quieren igualdad y bla bla bla. Ya.
Menuda caradura….!!!si de verdad la hubiera acosado no estaría orgullosa de haber trabajado con el