España, España, guárdate de las carnestolendas de junio (Damas y caballeros, estoy muy harto y no puedo soportarlo más)
Por Laureano Benítez Grande-Caballero (R).- Como decía Antonio Machado, «mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla, y de un huerto claro dónde madura el limonero». De un patio de Triana, concretamente, donde vi la luz un atardecer de octubre.
Tenía apenas cinco años cuando mis padres se trasladaron a Madrid, cosa que siempre les agradecí porque, a pesar de mi embeleso por la semana Santa Sevillana, por el embriagador aroma a azahar de sus primaveras, de mi inveterado amor por el flamenco, y de la lógica pasión que todo ser humano siente por su tierra, he de confesar que, a pesar de mis genes sevillanos, no soporto absolutamente el terrible calor veraniego de mi ciudad natal, razón por la que oí desde muy pronto una voz premonitoria que me decía: «Cuídate de los idus de julio y agosto».
Profesor como he sido toda mi vida, las largas vacaciones que me daba el verano me ayudaban a pasar la canícula con espíritu constructivo, pero, desde que me jubilé, el cambio climático y el hecho de que ya gozo de vacaciones durante todo el año me hicieron aborrecer todavía más la calima veraniega.
Pero a estos dos factores se ha añadido desde hace años otro más, que ha pasado a ser el principal argumento para mi animadversión hacia el verano.
Es un hecho conocido que vivimos una época de abrumador feismo, de colosal chabacanería, de pavorosa cutrez, presidida por un mal gusto que raya en la obscenidad, expresado en unas modas que convierten a las personas en esperpentos: piercings, tatuajes, modas espúreas, pelos imposibles, calaveras luciferinas por doquier…
Durante el invierno, los abrigos tapan toda esta colosal miseria, este abismo de fealdad; pero, cuando llega el verano, toda esta ordinariez queda al descubierto, a la visión estupefacta de los que nacimos en otra época más estética, más educada, de mayor corrección en la indumentaria. Es así como las horrendas camiseta sin mangas, los top femeninos, los pantaloncitos pirata, los mini-shorts de las mancebas dejan al descubierto toda esa mugre tattoo, que me resulta verdaderamente insoportable, y no sólo porque el tattoo sea una moda patibularia que empezó en los piratas caribeños y en los calabozos de Alcatraz, sino también porque la mayoría de las imágenes que se tatúan son espeluznantemente luciferinas, con siniestras calaveras en lugar de honor.
Sin embargo, he de confesarles que lo que más me fastidia de todas estas indumentarias tipo «Mad Max» es la absoluta inmodestia en el vestir de muchas mujeres, que prácticamente salen ya a la calle en ropa interior, a quienes no les importa en absoluto mostrar gran parte de su anatomía, sin ningún pudor, sin ningún recato. Me gustaría que alguien me explicara por qué un vaquero ajustadísimo y cortísimo –lo que se llama el «short cachetero»– es indispensable para conseguir cierta frescura bajo un calor tórrido, cuando durante milenios las mujeres han ido así, y no han muerto por legiones debido a golpes de calor.
Naturalmente, estas modas impúdicas no se deben a una desesperada búsqueda de frescor, sino que obedecen más bien a qué muchas mujeres son de las que se dicen cada día ante el espejo. «¡Que buena estoy, qué tipo tengo!», por lo cual salen a la calle presumiendo de carnes, mostrando generosamente una anatomía que, por las más mínimas normas de educación y cortesía, sólo habría que mostrar en los espacios privados.
Y lo más chocante es que no son sólo las jovencitas púberes –que con frecuencia van acompañadas de sus padres, sin que a éstos les importe la exhibición pública de sus hijas–, sino que señoras empujando carritos de bebé van también dando su espectáculo.
Toda esta exhibición de carnaza, este espeluznante carnaval, me recuerda aquello que gritaba un profesor cuando los alumnos nos amontonábamos en la puerta del aula para salir al recreo: «¿Adónde va ese montón de carne humana?». Porque de eso se trata, de montones de carne humana exhibiendo su impudicia, su inmodestia, su falta de educación y respeto, a plena luz del día.
Primero sentí estupefacción ante estas moda, luego rabia e indignación, y ahora me callo la palabra con la que mejor podría explicar qué siento al ver esta ganadería, porque que de sobra sé quién es el pastor que la guía, y hacia dónde van esos montones de carne humana.
Si a esto se le añade que, como los autóctonos nos solemos ir de Madrid en estas fechas, la mayor parte de la gente con la que te encuentras es foránea –confieso que con mucha frecuencia, transitando por esas calles de Dios, me he visto totalmente rodeado por gente no española–, el panorama del verano se hace realmente dantesco.
Y podré ser anticuado, y me llamarán facha, pero, como cada vez estoy más asqueado del mundo que me rodea, hace ya mucho tiempo que me refugio en series de televisión de época, a las que me he evadido como quien marcha un mundo paradisíaco, harto de la chabacanería y grosería que me rodea; porque, como ya he dicho en algunas ocasiones, «Damas y caballeros, estoy muy harto y no puedo soportarlo más». En fin, que me hecho un asiduo de polisones y miriñaques, de pamelas y fracs, de levitas y abanicos. Cualquier día acabo entre montañas al estilo «Heidi», como el abuelito de marras.
Sin embargo, no me gustaría acabar esta queja cósmica contra el hedor veraniego sin referirme, una vez más, al Nuevo Orden Mundial, último causante de toda esta cutrez sideral que me agobia. Y no es broma, ya que hace mucho tiempo que estoy convencido de que todos los fenómenos que operan a una escala global se deben invariablemente –como es lógico–, al globalismo. Y estas modas impúdicas son un fenómeno que corroe globalmente a todas las sociedades occidentales, constituyendo una muestra más de su decadencia y degeneración, pues son un síntoma más del virus amoral que las han llevado a los abismos actuales.
En efecto, mi experiencia de historiador me ha llevado al convencimiento de que las sociedades, las culturas, los imperios y las civilizaciones no acaban en las escombreras porque los ataque un enemigo externo, un Atila de esos, unos bárbaros sedientos de botín. No: las civilizaciones se sumen en su agujero negro por las metástasis que las corrompen desde dentro, que las enferman de inmoralidad, que destruyen todos los valores y principios que mantenían la cohesión interna de esas sociedades.
Roma no cayó por la invasión de los bárbaros, sino por la horrible inmoralidad de una sociedad completamente podrida, que tenía en el aborto su lacra más clamorosa, producto a su vez de un estamento femenino entregado a una «liberación» que llevó a la destrucción de la familia romana, basada en el matriarcado. Fue por eso por lo que el cristianismo triunfó en el Imperio, porque ofrecía a una sociedad degradada justamente aquellos principios y valores que habían sido abandonados, pero de los que existía un recuerdo nostálgico.
España, Europa, Occidente, están siendo minados desde dentro por un horrible tsunami de inmoralidad, de libertinaje, que, como las termitas y la carcoma, acabará por derrumbar el edificio de una raza que creó una civilización maravillosa, para gloria del mundo. Desde este punto de vista, estas modas impúdicas se unen a una corriente de inmoralidad injertada en las venas europeas por el pensamiento neomarxista, por el marxismo cultural –la ideología oficial del NOM–, que pretende acabar con la civilización cristiana no con arietes ni catapultas, ni con bastillas ni Palacios de Invierno, ni con Paracuellos ni Cuarteles de la Montaña… sino pudriéndola desde dentro extirpando sus valores, sus principios, sus leyes naturales: modas impúdicas, aborto, eutanasia, LGTBI, multiculturalismo, anticatolicismo, animalismo… En Canadá ya está permitido tener relaciones con animales, y en Francia se ha legalizado prácticamente la pederastia… Y, ¿qué decir de la pestilente Europa del Norte, legalizadora de todos los vicios?
Sucede que una civilización que chapotea en el lodazal de los vicios se debilita, pierde su norte y su esencia, pues la energía vital de sus pueblos se agota en comodidades y vicios, y sus enemigos la encuentran presa fácil tras noches de orgías y borracheras, de drogas y libertinaje, de conductas extraviadas que llevan la carne humana hacia el más profundo de los tártaros.
Por aquí está cayendo nuestro mundo, por aquí triunfará el NOM. Porque, contradiciendo a Oswald Spengler, a esta civilización enferma no la salvará un pelotón de soldados, sino una revolución en las costumbres, una vuelta a las leyes naturales, a las raíces cristianas que están en el mismo sustento ideológico de la civilización occidental.
Así que ahora, en este 2019 A.D, aquella vocecita que hablaba de «idus» en mi infancia, me dice ahora otra cosa: «Europa, España, guárdate de las carnestolendas de junio».
En la década de 1930 en la Alemania nazi ya hacía uso de shorts y faldas cortas, así como había homosexuales que usaban faldas cortas.
Pero sólo en 1960 es que las minifaldas fueron acreditadas a la stilista Mary Quant.
Las investigaciones por mí realizadas, descubrí que los shorts y minifaltas que eran usadas por prostitutas, tenía el objetivo de evitar ventilar las partes ínitmas, una vez que la vagina es autolimpiante, con esto, disminuyendo las posibilidades de enfermedades venéreas.
De ese modo, concluyo que todo tiene uno porque.
Este articulo lo podría haber firmado carmen calvo, o maría teresa fernandez de la vega, supremas odiadoras del amor libre entre hombre y mujer, pues a ellas nadie las miro jamas así (Por eso la teresa, se gasto hace poco decenas de miles de euros en cirugía cosmética para su cara), de ahí su obsesión en penalizar con cárcel toda libertad en la relación hombre-mujer.
Si las mujeres se comportaran como en la epoca de franco, no habría tantos casos de violacion, pero esque hoy en dia son muy rameras, sólo hay que ver como suben fotos provocando o lo que hacen en una despedida de soltera, claro después se quejan
los satanistas del nuevo orden mundial intentaron dos guerras mal llamadas mundiales para destruir la economía y la industria del continente europeo que siglos atrás dominó el mundo y como no pudieron someterlo a pesar de tantos bombardeos y los millones de muertos por la resistencia genetica y mental de los nativos de este continente ahora se han dado a la tarea de la ingeniería de masas decar comer desde dentro con el virus de la propaganda y la publicidad lo grotesco bulgar absurdo ridículo asqueroso vomitivo repugnante todos los valores que sostenían la civilización europea continental ellos los diseñadores… Leer más »
Lo peor es ya toda esta exhibición impúdica en nuestras playas, delante de nuestras criaturas. Si, delante de niños. Yo he llegado a ver en las playas varones que sin pudor alguno muestran su torso fornido al desnudo, con esos pectorales y abdominales que son una invitación a la lujuria y el pecado. Y delante de niños, repito
La prostitucion latinoamericana y la invasion del territorio español potencialmente por 520 millones de latinoamericanos nos llevara al final de los dias. Lo decia Nostradamus “la invasion Panchita acabara con vosotros por prestitacion y mal gusto”.
Estupendo artículo con el que estoy totalmente de acuerdo pues estoy atosigado del mismo asco del autor
No solo son las niñatas, y las señoras con carricoche, sino hasta también las señoronas y abuelas las que van con transparencias, enseñando las prendas íntimas… horroroso, y están tan ciegas que ni se dan cuenta del lamentable espectáculo y ridículo que ofrecen. Todo por pretender seguir siendo joven a los 80, la moda del mundo que glorifica la juventud y su estupidez, y denigra la sabiduría de una larga vida, aunque hoy por hoy esa sabiduría es mas teórica que otra cosa. Y no es marxismo cultural, sino en realidad puro liberalismo, no nos confundamos. El enemigo es el… Leer más »
El mundo tal cómo lo conocemos está a punto de desaparecer por la era digital la llamada Cuarta Revolucion Industrial el Internet que es un plagio del mundo real “la Memoria del Tiempo” donde se guardará la historia de la humanidad. La era digital no sólo es una revolución industrial sino una trampa por la globalización de la economia se están creando territorios de caza contra el hombre cómo el Internet de las cosas las redes sociales la tecnológia 5G que viene con el fin de controlar a la humanidad el sometimiento esclavitud y control del rebaño humano. Desde el… Leer más »
Hablando de modas en el vestir; El llevar los pantalones rotos porque eso es guay, da testimonio de su ideologia como el habito del monje que da testimonio de su fe. Saludos.
Cuando el Leon se debilita y se despreocupa de la manada, las hembras se van por el libertinaje sin direccion alguna y sus cachoros quedan a la interperie expuestos a todo..¿Quien debilita al Leon?..
el eterno judio, osea las hienas internacionales
Hay mucha prestitacion latinoamericana que va a sacar la pasta al primero o primera que pase por delante. Vox y muchas voces en este medio apoyan la invasion de los 520M de hispanohablantes a Espana, cosa que traera mucha mas prestitacion general.
Vaya vaya: “por lo cual salen a la calle presumiendo de carnes, mostrando generosamente una anatomía que, por las más mínimas normas de educación y cortesía, sólo habría que mostrar en los espacios privados.”. Mira, me parece ajeno a la mas mínima inteligencia ir con ropa rota. De hecho, tengo un libro sobre la vida de Patty Smith, con fotos de 1970, y ya entonces estaba esa ‘moda’, que ahora se creen muchos chicos como suya. Pero ¿Vas a poner en marcha una ‘policia de la moral’, para detenerlas?. Ya tenemos ‘policia de la moral’ LGTBIQXKJP, ‘unidad de diversidad’. Ni… Leer más »
Usted también es excelentísimo, pero en algo que me callo por educación, aunque no le será difícil suponer. No se moleste en dirigirse más a mi, porque no perderé más el tiempo con sus bobadas.
Yo creia que era usted inteligente.
Me ha decepcionado usted.
Yo le creia un guerrero noble, y tiene usted rabietas de niño-bien.
Me hace usted dudar.
Dudar, es de sabios.
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Administrador: Evitemos los roces. Por supuesto que don Laureano es persona culta e inteligente. Y creo que usted también.
Para el administrador (Borra desde la linea).
Bueno administrador, veo que estas ahi. Es que parece un crio cabreado, por cierto, le conozco en persona, creo que debe estar muy amargado en la vida.
Es como un ciclo que se repite, la sociedad entra en decadencia y llega a un punto en que es global, el humano empieza a tener conductas salvajes y erráticas en masa. Sin sentido, sin futuro, con tendencias y creencias que parecen aleatorias, brujeriles chabacanas, viciosas y caóticas. Un ser humano masivo, que se reproduce irracionalmente, que arrasa campos y otros pueblos irracionalmente, casualmente siempre eso de los tatuajes y peinados parece ser algo que se repite tambien con estas masas alocadas. Si el fracaso es total, irreparable e irreversible por el propio hombre… Es entonces cuando la mano mágica… Leer más »
Da lástima ver que los (tan cacareados) derechos que han alcanzado las mujeres sea para que ahora ellas mismas no se valoren por otra cosa que por lo sexualmente atrayentes que puedan resultar al sexo opuesto. Feminismo a tope.
Lo peor es que al despertar la lujuria de los que las vemos, se condenan y nos condenan al infierno.
Yo tampoco puedo con esto, y tengo 25 años. Es muy triste ver cómo chicas que conocí cuando eran retacas de 10,11,12 años se pervirtieron al llegar a a la adolescencia , y hoy son jóvenes adultas completamente descontroladas y desnortadas. Vuelven cada fin de semana a casa oliendo a alcohol y a tabaco, es un olor nauseabundo, que ha borrado todo atisbo de inocencia y pureza en esas pobres chicas. No saben divertirse, para ellas la definición de esto (para chicos igual) es ir a “desfasar” , ir a algún festival de “música” x llamarlo de alguna manera, pero… Leer más »
Muy buen análisis. Un saludo
Detesto la vulgaridad, pero a muchahas como las de las fotos da gusto verlas, y quien diga que no tiene un problema.
Visten de lo que son.
En la playa triunfan ahora los bikinis-tanga. Las tías van por ahí a todos sitios, no solo a bañarse, con camisetas o sin ellas, enseñando toda la raja del culo, y se creen que van guapas, que se ven bien, y no es así, van haciendo el ridículo, se parecen mas a unas p…. que a otra cosa. Lo peor, chiquillas de 13-14 años que ya tienen desarrollados sus atributos femeninos, van así, las pobres, haciendo el ridículo, dando pena y causando vergüenza ajena, y ellas como si nada. No solo es que no quedan ya hombres, es que tampoco… Leer más »
Lo peor de todo es que esos shorts de las fotos,ya los llevan niñas de 11 y 12 años con su smartphone en el bolsillo de atrás.
Por otro lado,nunca he visto chicos preadolescentes tan maleducados y con tan tremenda falta de respeto hacia la gente mayor,y éstos son el futuro de la nación.Unos pocos años de “progresismo” han conseguido desestructurar este país y acabar con casi todos los valores que teníamos.Un cambio muy grande de conciencia en la gente tendría que haber para intentar revertir esta tragedia,pero parece que vamos a todo lo contrario.