Los críticos de Vox piden a José Enrique Lara que no actúe como un cobarde y “dé la cara” este sábado en el Ayuntamiento de Torremolinos
Como en decenas de municipios españoles, Torremolinos proclamará este sábado a su alcalde durante los próximos cuatro años. Cuando todo parecía indicar que la candidata del PP, Margarita del Cid, gobernaría con el apoyo de Ciudadanos y de Vox, la situación esperpéntica protagonizada por Lucía Cuín, una de las dos ediles electas del partido verde, puede dar al traste con la voluntad de millones de torremolinenses en favor de un ayuntamiento conservador.
Del Cid encabeza la fuerza más votada, con nueve concejales, pero necesita apoyos para alcanzar la mayoría absoluta, que está en 13 ediles. El resto de la tarta se reparte de la siguiente manera: PSOE (8), Ciudadanos (2), Adelante Torremolinos (3), Vox (2) y Por mi Pueblo (1). De entrada, los dos concejales naranja siguen siendo determinantes e inclinarán la balanza hacia Del Cid o hacia el candidato del PSOE, José Ortiz. Pero la salida de Cuin introduce un elemento incontrolable que adquiere más peso, si cabe, analizando su pasado político. Hasta su entrada en Vox, Cuín formaba parte del PP y estaba integrada en el proyecto de Del Cid. Después de varios encontronazos y desacuerdos, da la espalda al PP de Torremolinos. La sintonía no es la mejor.
Lucía Cuín formalizó su baja de Vox y su pase al grupo mixto tras la tormenta desatada por su participación en el Orgullo Gay de Torremolinos.
Vox Torremolinos emitió un comunicado oficial en que el se da fe de la renuncia de la renuncia de Cuín: “La número dos en la candidatura de VOX al Ayuntamiento de Torremolinos, Lucía Cuín Torres, ha solicitado su baja como militante de la formación para la que concurrió a las pasadas elecciones municipales del 26 de mayo. Cuín, que obtuvo acta de concejal bajo las siglas de VOX, pone fin así a su trayectoria para con nuestra formación, ya que su solicitud de baja de militancia ha sido aceptada de manera inmediata”. El malestar con Cuín es notable. Pero el comunicado va más allá y no ahorra en críticas al colectivo LGTBI, al que se tacha de “lobby”. Así, se subraya que la ya exmilitante de Vox no contaba con autorización del partido para acudir al Orgullo. “En ningún caso, VOX autorizó a Lucía Cuín a participar y mostrar su apoyo explícito a un evento promovido por el lobby LGTBI”, sentencia el escrito. En su parte final, no obstante, se matiza que la formación no tiene nada en contra de las personas del mismo sexo, pero se vuelve a subrayar que la lucha va contra lo que consideran un lobby gay. “Desde VOX se reitera el profundo respeto hacia todas las personas, de cualquier orientación sexual, pero no así el apoyo a iniciativas politizadas y sesgadas ideológicamente promovidas por el colectivo LGTBI, y que tampoco representan al colectivo homosexual en su conjunto”.
Lo que no cuenta VOX es por qué el partido no actuó de la misma forma con el candidato a la Alcaldía de Palma, el exgeneral Fulgencio Coll, al permitir que los responsables de su campaña utilizaran a dos negros homosexuales que pidieron el voto para él.
Así las cosas, el líder de VOX en Torremolinos, Antonio Sevilla, único edil tras el paso de Cuín al grupo no adscrito, ha anunciado en redes sociales que pone su cargo y su acta a disposición del partido, que no ha sido aceptada.
Los críticos, por su parte, exigen su dimisión y la del coordinador provincial, el polémico José Enrique Lara. Creen que ambos son responsables de la inclusión en las listas de Torremolinos de una candidata con menos de dos meses de militancia y preguntan si son ciertas las especulaciones que relacionan ese hecho con el pago de un favor personal al padre de la díscola edil. “Que no descarguen ahora su incompetencia en Lucía Cuín. Esta trñansfuga sin moral y sin escrúpulos no es peor que los que decidieron que fuera en las listas Dios sabe por qué”, señalan.
“Cómo va a aceptar José Enrique Lara la renuncia de Sevilla si ambos son responsables del lío en el que han metido el partido. Si el uno se marcha, el otro ya no tiene excusas para permanecer un minuto más en su cargo”, ha declarado Antonio Calle, uno de los más significados disidentes de Vox en la provincia.
Así las cosas, numerosos críticos han pedido a militantes y simpatizantes que acudan el sábado al Consistorio de Torremolinos para exteriorizar su rechazo a Antonio Sevilla, al que consideran el “alter ego” de Lara.
Los convocantes dudan que “el presidente provincial tenga el valor de estar presente y dar la cara por un problema que él ha causado y que puede costarle a Torremolinos otros cuatro años de gobierno de izquierda”. “José Enrique Lara tiene la oportunidad de dar la cara y no dejar que su hombre en Torremolinos pague por los dos”, manifiesta uno de ellos.
Es por ello que apelan a todos los críticos de la provincia a que se desplacen a la localidad costasoleña para decir “basta” a los responsables de la deriva de Vox en Málaga.