La evolución de la tienda de ropa: de online a flagship
La compra online crece por momentos. Son datos que se evidencian prácticamente cada día, en todos los segmentos, desde la tienda de moda online hasta las parafarmacias. Esto facilita la capilaridad pudiendo llegar a diferentes personas en cualquier punto del país. Así lo ha visto la marca Mängata Moda que, a pesar de tener bastantes tiendas físicas, cada vez el porcentaje de compras online adquiere una cuota mayor.
Internet ofrece la posibilidad de digitalizar el stock o de trabajar por encargo sin necesidad de disponer de una tienda física donde poder enseñar las prendas confeccionadas – si se trata de moda.
Es la red la ciudad y la página web la tienda física donde todo debe estar ordenado y diseñado para que, una vez que el usuario entra, no quiera marcharse y se pase el tiempo suficiente como para poder realizar algún pedido.
Esto es uno de los puntos más importantes para que una tienda de moda online funcione. Palabras como usabilidad e intuición se vuelven fundamentales una vez que el futuro cliente ha abierto la puerta de la tienda y ha hecho sonar la campana que advierte que hay alguien dentro.
Se trata de crear una experiencia de compra que sea perfecta en cada una de sus etapas, desde el momento en el que el usuario siente la curiosidad por entrar en la tienda. Aquí, la situación es muy distinta a la del mundo offline, ya que las calles de la realidad están muchísimo más delimitadas que las del mundo virtual.
En este sentido, campañas en redes sociales como Facebook o Instagram están funcionando muy bien en el sector de la moda ya que cada vez se navega también más a través del teléfono.
El primer contacto con el usuario, por ende, es fundamental. Tras este, los siguientes deben ser exactamente igual de importantes hasta después de la compra porque el objetivo es la repetición, la fidelización y la recomendación a otros usuarios.
Para el negocio online es necesario, además, contar con un buen servicio logístico para realizar las entregas en el menor plazo posible. En este sentido las empresas de reparto tienen un importante reto por delante en los próximos años, ya que la tendencia de crecimiento en la compra online tiene previsto seguir por mucho tiempo más.
Esto no significa que las tiendas físicas estén condenadas a desaparecer. Al revés, se trata de una transformación. Mängata Moda, por ejemplo, ya se ha posicionado en este sentido, contando una flagship en la calle Princesa de Madrid.
Este tipo de tiendas insignias cumplen el objetivo de crear un vínculo más fuerte con la marca en un espacio dedicado por entero a que la persona interactúe y busque lo que le interese, ya que se suele contar con todo el catálogo de productos.
De hecho, este tipo de tiendas no están encaminadas a vender, sino, más bien, a darse a conocer, como parte de la experiencia. Quizá saltando de las difuminadas calles virtuales para aterrizar en una física y conquistar a los futuros compradores online.