El diario francés Le Figaro publicó este jueves un duro artículo contra el independentismo catalán, poniendo el acento en su «fracaso», como prueba el juicio que ahora se celebra en Madrid, y recordando que lucha por aspiraciones dañinas tanto para España como para Europa.

«El movimiento -escribe el periodista que firma el texto, Charles Jaigu- es el más obtuso del continente europeo, que cuenta con unos cuantos ahora». Para Jaigu, «los catalanes son mucho más sectarios que los ingleses favorables al Brexit, que ganaron el referéndum respetando las reglas, o que los italianos de la Liga, que desprecian a los del sur del país, pero que todavía no han decretado la secesión».

El artículo se basa en la publicación de «El laberinto catalán», (Desclée de Brouwer Editions, 2019), el último libro del hispanista francés Benoît Pellistrandi, también exdirector de la Casa Velázquez de Madrid. «Las últimas páginas de su libro -explica Jaigu- no dejan lugar a dudas: el independentismo catalán ha intentado una jugada peligrosa para España y para sí mismo. Sola, Cataluña ya no es nada, ni cultural ni económicamente, y son Valencia y Aragón quienes recuperarán los flujos de mercancías. Unidos a España, los siete millones de catalanes conservan un rol de aguijón y de territorio de excepción».

Citando el libro, y repasando la llegada de la democracia tras la transición iniciada con la muerte de Franco, Jaigu explica cómo, «en tres décadas, los catalanes han adoctrinado a generaciones de alumnos»: «Poco a poco, el Estado español ha sido presentado como una potencia extranjera. Se le ha acusado de ser un siniestro avatar del franquismo, y no se ha ocultado la repulsión que causaban los inmigrantes del interior, más de un millón de trabajadores andaluces». En ese sentido, el periodista de Le Figaro recuerda las palabras insultantes del ahora presidente de la Generalitat, Quim Torra, en el diario El Món.

«El juicio que se desarrolla en este momento en Madrid -dice Jaigu- desvela el fracaso de esta aventura anticonstitucional (…) El rencor sigue vive en la base fanatizada de los militantes independentistas, y, enfrente, Vox, un partido de derecha dura, ha emergido, y capitaliza el hartazgo frente a la crisis catalana».