Conoce todos los detalles sobre los gases con calidad alimentaria
La utilización de los gases industriales está experimentando cada vez un mayor protagonismo. Podemos observar cómo se encuentran en gran cantidad de sectores cumpliendo múltiples funciones. Así, encontramos medicinales, electrónicos, químicos, refrigerantes o utilizados en calidad alimentaria, entre otros. Lo cierto es que los gases para industrias de Linde son de suma importancia, especialmente en este último aspecto. ¿Quieres conocer todos los detalles sobre las funciones de los gases en la calidad alimentaria? Si deseas conocer más información relativa a este tema, en este artículo desvelamos todos los detalles relacionados con ello.
Los gases se postulan como un aliado en la industria alimentaria
El uso de gases industriales en diferentes sectores como en industria alimentaria, se ha convertido en toda una práctica habitual que aporta diferentes soluciones para aplicaciones diferentes. Los gases se consideran como aditivos alimentarios y tienen que cumplir con todos los requisitos existente en cuanto a legislación alimentaria. Asimismo, potencian tanto la calidad como la conservación de los distintos alimentos.
Linde se encarga de suministrar diferentes gases especiales como dióxido de carbono (CO2), nitrógeno (N2), oxígeno (O2) y otros gases autorizados sean puros o mezclados (BIOGON) en botellas de elevada presión. Asimismo, también pueden encontrarse en estado líquido en tanques criogénicos para que puedan ser mezclados proporcionalmente.
Para poder conservar los alimentos, es importante sustituir el aire por una mezcla de gases adecuada para poder potenciar la presentación del alimento en cuestión. Así, podemos conservar productos como carnes, pescados, lácteos o productos que guarden relación con la panadería. En este aspecto, el pescado está experimentando un importante crecimiento.
Linde también se encarga del suministro de gases criogénicos anteriormente citados para procesos de enfriamiento y congelación. En este ámbito encontramos el nitrógeno líquido (LIN), el dióxido de carbono líquido (LIC) y el dióxido de carbono en estado sólido (conocido como nieve carbónica o hielo seco).
Lo cierto es que los gases licuados son un excelente refrigerante. Los gases dióxido de carbono y nitrógeno líquido se pueden almacenar en temperaturas bastante bajas. En el momento en que dichos líquidos se evaporan al contactar con materiales más calientes, aborden de ellos calor y se convierten así en gases muy fríos. Asimismo, pueden emplearse para erradicar calor de otros materiales antes de descargarlos a la atmósfera.
Este método se ha utilizado a nivel industrial desde hace muchos años y se postula como una gran opción en la producción de alimentos congelados y refrigerados que tengan alta calidad. Como sabrás, la congelación lenta es perjudicial para los alimentos por el hecho de que se destruyen sus células. Por ello, en Linde se apuesta por la congelación más rápida precisamente por ello. Así, el agua que se encuentra dentro y fuera de las células se congela a la misma velocidad, garantizando que estén en perfectas condiciones. Con ello, se consigue que el alimento conserve todo su frescor, sabor y textura como si ni hubiese estado congelado. Sin duda, los gases se han convertido en una gran opción para la conservación óptima de los alimentos que merece la pena conocer y disfrutar.