En busca del ahorro al volante
El combustible no es el único factor que influye en el coste de tener un coche propio.
La imparable escalada del precio de la gasolina hace que muchos conductores se planteen si realmente es útil y necesario tener un coche propio. Para algunos es evidente que si, ya que el transporte público no funciona igual lejos de las grandes ciudades, y en algunas zonas se depende mucho del coche para desplazarse. En estos casos es fundamental buscar maneras de reducir los gastos. Y no solo en el consumo de combustible, sino también en otros factores que tienen que ver con ir al volante.
Tintado de lunas económico
Oscurecer los cristales del coche es una forma de ahorrar, sobre todo en verano. ¿Por qué? Sobre todo porque llevar las lunas tintadas reduce de forma importante el calor que hay dentro del coche, Y por tanto, no tienes que poner tan fuerte el aire acondicionado y consumirás menos cantidad de combustible sin darte cuenta.
Si decides hacerlo, busca láminas solares de buena calidad, que se ajusten perfectamente a la forma de los cristales y puedan resistir el paso del tiempo. Algunas láminas son muy baratas, pero hay que cambiarlas a menudo, con lo que se acaba gastando más dinero. Si inviertes en un buen producto, tendrás los cristales tintados todo el tiempo que dure el coche y no gastarás de más.
Ahorrando al comprar un nuevo coche
Cuando llega el momento de comprar un coche nuevo, es normal plantearse cómo escoger para no gastar de más. Es verdad que se trata de un asunto en el que están envueltos factores como el gusto personal, las necesidades, etc. Aunque también lo es el hecho de que una buena elección puede suponer un importante ahorro, tanto en el momento de la compra como a largo plazo.
Ahorrar en sí no significa buscar lo más barato, sino aquello que se ajusta a lo que te hace falta de verdad. Por ejemplo, un coche km0 Dacia puede ser una opción interesante, que se puede ajustar a tus preferencias y hasta incorporar algún extra adicional sin tener que pagar de más por ello.
Además del propio precio del coche, piensa en el tipo de combustible y el consumo que tiene cada modelo.
También hay factores como el ancho de los neumáticos o el precio del seguro que pueden influir en la elección.
Conducción responsable
Conducir de un modo responsable es una buena manera de ahorrar. Y no se trata solo de reducir el consumo de combustible, sino también de evitar sanciones que normalmente salen muy caras. No hay nada que desajuste más el presupuesto que recibir una multa por haber superado el límite de velocidad un par de kilómetros.
También es importante saber si tenemos alguna multa pendiente, porque por muy bien que circulemos puede que un despiste nos traiga alguna sorpresa. Si se paga dentro de un plazo, podemos reducir el coste de forma importante, así que es mejor estar al día de las posibles sanciones que pudiéramos tener. Con Pyramid Consulting puedes consultar tus multas de tráfico por matrícula y tener la tranquilidad de saber que no hay nada pendiente que pueda arruinar tus cuentas.
Aprovechar las alternativas
Hay otra forma de reducir los gastos al volante. Y es tratar de reducir el uso del coche al máximo.
Nos hemos acostumbrado a coger el coche para todo, incluso para desplazarnos de un lado a otro de la ciudad. Además de aumentar los atascos y hacernos perder tiempo, en algunas se está limitando el uso del coche, de modo que se impone buscar nuevas formas de movernos. Una de ellas evidentemente es ir andando a los sitios, lo que además nos ayudará a mejorar la salud.
Otra es recurrir a motocicletas electricas, que no contaminan y en comparación con el coche tienen un consumo mínimo. Hay gran variedad de modelos, adaptados a las necesidades de cada conductor, con una autonomía que te permitirá moverte de un lado a otro de la ciudad sin estar pendiente de la carga de batería.
Hay ahorro más allá del combustible
El precio de llenar el depósito es solo uno de los factores que nos afectan al ponernos la volante.
Dependiendo de cuál sea el caso, puedes encontrar otras maneras de reducir los gastos cuando no puedes prescindir de tener un coche en la puerta. ¿Qué otras fórmulas de ahorro se te ocurren?