Tras varios meses de reflexión y debate abierto en el pueblo, el concejo de Mendiola (Álava) aprobó por mayoría el pasado 15 de abril “derribar o en su caso retirar la cruz franquista situada en el cerro del monte Kutzemendi”, comúnmente conocido como el monte de Olárizu. La junta administrativa de Mendiola es la propietaria de los terrenos en los que está instalada la cruz.

“Mendiola entiende que esa cruz tal y como se construyó, sin pedir permisos y haciendo homenaje a lo que hace homenaje es un símbolo franquista”, ha declarado a la cadena Ser Ibon Urizar, fiel de fechos del concejo de Mendiola. “Acogiéndonos a la ley de memoria histórica -que es cierto que tampoco dice que haya que derribar o retirar símbolos pero que sí da oportunidad para ello- entendemos que ese monumento no tiene que estar ahí”, ha explicado.

La decisión adoptada por los vecinos de Mendiola establece además que tras la retirada de la cruz se estudiará si posteriormente se instala un símbolo de memoria histórica o de otro tipo en la punta del monte. El concejo ha creado una comisión para gestionar la retirada de la cruz pero de momento no hay avances al respecto. Mendiola tiene planes para reforestar la zona y recuperar del olvido las investigaciones arqueológicas realizadas en su día por Barandiaran.

La cruz de Olárizu es uno de los puntos señalados por el Ayuntamiento de Vitoria en su estudio de memoria histórica y el Gobierno de Urtaran pretendía instalar una placa explicativa el próximo 10 de septiembre, durante la celebración de la romería a las campas de Olarizu. El concejo de Mendiola -propietario de los terrenos donde está ubicada la cruz- le ha denegado el permiso.

El origen de la cruz es religioso y partió en 1952 de varios miembros de la sociedad civil de Vitoria pero el franquismo se apropió de ella para poner los nombres de “los sacerdotes alaveses caídos por Cristo y la Patria durante la Cruzada de Liberación”. Las autoridades franquistas de la ciudad la hicieron suya y la convirtieron en un símbolo de la dictadura en la ciudad. La polémica fue tal en Vitoria que el monumento no llegó siquiera a inaugurarse.

Dentro de la política de memoria histórica, el Ayuntamiento -tras un estudio de la historiadora Virginia López de Maturana- decidió en una comisión sobre memoria histórica poner una placa explicando el contexto histórico de la cruz.

De hecho, la apuesta por derribar la cruz de Olárizu tiene su origen en la petición que el Ayuntamiento de Vitoria realizó a la junta administrativa de Mendiola en enero de este año para instalar esta placa. Y es que los terrenos en los que está la cruz son propiedad del concejo de Mendiola. Esa petición se realizó en una reunión en el Ayuntamiento de Vitoria a la que asistió el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran. Los representantes del pueblo le respondieron que esa era una potestad de todo el concejo.

A partir de ese momento, Mendiola decidió convocar una reunión monográfica del concejo -abierta a todos los vecinos- en la que se debatirían las alternativas propuestas por los habitantes del pueblo. Ese concejo abierto se reunió el pasado 15 de abril. Sobre la mesa, tres opciones. Asumir la placa, mantener la cruz pero con una escrito diferente de la placa o la denegación de instalar la placa y la retirada de la cruz de la cumbre de Olárizu. La tercera alternativa fue la ganadora con más del 70 por ciento de los votos.

La decisión se trasladó al Ayuntamiento de Vitoria y se celebró otra reunión entre las partes. Este pasado 24 de julio el Gobierno de Urtaran volvió a reclamar a Mendiola el permiso para poner la placa en la cruz de Olárizu. El concejo respondió recordando que ya se les había respondido rechazando esa posibilidad. Desde entonces, no ha habido más movimientos.

Urtaran: “Si depende del Ayuntamiento, la cruz no se derribará”

Sin embargo, en la mañana de este viernes el alcalde Urtaran ha mostrado su rechazo absoluto al derribo de la cruz de Olárizu aprobado por el concejo de Mendiola. En declaraciones a los medios de comunicación, Urtaran ha explicado que “si depende del Ayuntamiento, la cruz de Olárizu no se derribará, habrá que ver si Mendiola puede hacerlo”. Los terrenos en los que está la cruz son propiedad del concejo de Mendiola. El Gobierno de Urtaran ha confirmado que se analizará en las próximas semanas.

El Ayuntamiento, en todo caso, señalizará y contextualizará la primera semana de septiembre el monumento de la Cruz de Olarizu “para que se conozca históricamente su verdadero significado y su posterior utilización política por parte de la dictadura”. El Ayuntamiento no podrá poner la placa en la misma cruz -como tenía previsto- porque Mendiola se lo ha denegado. La idea es colocar esa placa en terrenos próximos a la Casa de la Dehesa, cercana al monte de Olárizu. “Esa cruz es parte de la historia de Vitoria”, ha dicho Urtaran.

En el texto de la placa -que recoge una parte del texto que propuso la historiadora Virginia López de Maturana- figurará que la cruz se erigió para “conmemorar la Santa Misión que tuvo lugar en Vitoria-Gasteiz entre el 4 y el 18 de noviembre de 1951. Fue sufragada por suscripción popular y concebida como un monumento exclusivamente religioso. Sin embargo, las autoridades de la dictadura franquista obligaron a transformarla en un símbolo político, al incluir en su base los nombres de los sacerdotes alaveses asesinados por el bando republicano”.

El plan de memoria histórica del Ayuntamiento -que incluye esta placa- fue aprobado por EH Bildu, PNV, PSE, Podemos e Irabazi. El PP se abstuvo. El PP se ha sumado a Urtaran en el rechazo al derribo de la cruz.

EH Bildu afirma que será difícil evitarlo si Mendiola lo ha decidido pero ha recordado el acuerdo de la comisión de memoria que apostaba por la contextualización del monumento. La formación abertzale ha pedido una reunión entre el concejo y los grupos políticos. Podemos e Irabazi, por su parte, consideran adecuado retirar la cruz.