Esperanza Oña arremete contra esta repugnante vieja abortista: “Villalobos se cree la más progresista del PP, es imposible que se integre con Casado”
Queda demostrado que un personaje de la catadura de Celia Villalobos dejó de ser fiable desde el momento que colgó el uniforme en la tienda de peletería en la que trabajaba en el centro de Málaga para dedicarse a la política, que en eso de mudar de piel es mucho más rentable. Su semianalfabetismo crónico no le ha impedido mudar la piel ni mucho menos hacer carrerón político. Nunca la nadería había sido de tanto provecho.
Salvo presidenta de una comunidad autónoma, ha ocupado casi todos los cargos de responsabilidad que pueden ser ocupados en la partitocracia española; desde alcaldesa a diputada, desde ministra a vicepresidenta del Congreso. Que una tipa como ella haya sido tantas cosas, pese a sus raquíticos méritos curriculares, ya nos da una idea de en qué manos hemos estado todos estos años. Que una tipa como ella decida tener voz en cuestiones morales, nos da ya una ligera idea de su catadura amoral. En todos sus años de mamandurria a la sombra del PP no se le conoce una idea genial ni una reflexión brillante. Todo en ella se reduce a la discusión tabernaria, al farfulleo populista con “huezos” del puchero, al “vamos, coño, Manoooolooo”.
Conocida por sus posiciones abortistas, por su ateísmo confeso y por su adhesión al feminismo radical, tres de los legados ideológicos que conserva de su etapa ultraizquierdista, sin olvidarnos de su pasión por la jactancia y el dinero, Celia Villalobos señaló hace años: «Los partidos deberían dar libertad de voto en cuestiones que tienen que ver con la moral, para que el ciudadano actúe de acuerdo con su moral. Yo respeto a todo el mundo, lo único que pido es que también me respeten a mí». Se refería a la reforma del aborto de Gallardón. Lo que no nos aclaró la caradura es si los partidos también tendrían que dar libertad plena a los militantes para que la excelencia se impusiera al ‘dedismo’, Arriola mediante, en la selección de los candidatos. Porque de haber sido así, su futuro político habría sido tan negro que hasta habría terminado rapeando.
Las desavenencias de la ‘comunista’ Villalobos con su partido en cuestiones “morales” arrancan de antiguo. En 2005 apoyó el proyecto de reforma del Código Civil que abrió la puerta a los matrimonios entre homosexuales, rompiendo así la disciplina de voto del partido, por lo que fue sancionada. También se ausentó del hemiciclo y no participó en la votación durante la intervención de su compañera de partido Beatriz Escudero que defendió la posición del PP a favor de la reforma de la ley del aborto y que dijo que las mujeres que abortan en España «son las que menos formación tienen».
Que las opiniones de una iletrada de su catadura hayan tenido peso es un insulto a millones de españoles mucho más formados y más cualificados que ella.
Esta camarilla comandada por Arriola y tan decisiva, tan millonaria, tan conspiradora, ha sido un auténtico cáncer para el PP. Si en el PP empieza a haber una brizna de decencia, entonces Arriola y Villalobos tendrían que empezar a ser historia. Claro que lo insólito del caso no es que un personaje que parece inspirado por el mismísimo Mateo Alemán lleve años decidiendo en nombre de millones de españoles, sino la incoherencia de defender el aborto sin preguntarse por qué coño no la abortaron antes a ella.
“Comienza una nueva etapa completamente diferente”
La exalcaldesa de Fuengirola (Málaga), Esperanza Oña, asegura que la integración de Celia Villalobos en el nuevo equipo de Pablo Casado es “completamente imposible” después de afirmar que todos los que respaldaban al nuevo presidente del PP son de ultraderecha.
Durante su entrevista en el programa Sin Complejos de esRadio, Oña se ha mostrado muy satisfecha con su incorporación al Comité Ejecutivo de Casado y asegura que la elección del nuevo presidente es un acierto porque “comienza una nueva etapa completamente diferente” tanto para el partido como para España.
La victoria de Casado, afirma Oña, supone una nueva oportunidad para recuperar a esos afiliados “desencantados y enfadados que no querían saber nada del PP”. Para la exalcaldesa, una de las claves de la victoria de Casado ha sido que mientras la candidatura de Santamaría “amedrentaba” con la posibilidad de retirar o entregar cargos, la candidatura de Casado no consistía en el reparto de puestos sino en “la ilusión por ser cada vez más personas”, un modelo que para Oña es “más valiente”.
Con respecto a la oferta integradora con el equipo sorayista realizada por Casado tras su victoria, Oña asegura que Celia Villalobos no tiene cabida en el nuevo proyecto político del PP: “En el caso de Celia Villalobos, lo veo completamente imposible porque ha dicho que los que estamos con Casado somos de extrema derecha y como ella se cree la más progresista del Partido Popular, creo que será complicado. Pero además debe estar hasta contenta de que esto no ocurra”.
Sobre Javier Arenas, Esperanza Oña no ha confirmado si finalmente se retirará de la vida política pero tras su firme compromiso con Santamaría, sería complicada su integración en el equipo de Casado: “Defendía proyectos diferentes porque estaba con Soraya y yo no sé si se encontraría cómodo en este nuevo proyecto, aunque eso deben decidirlo ellos.”
Juan Manuel Moreno, candidato a las andaluzas
“No se cuestiona”, ha afirmado Oña. El candidato es Juan Manuel Moreno. Lo que todavía está por ver es “cómo convertimos a su equipo en un equipo ganador, porque las direcciones provinciales tienen que colaborar en la integración”, ha explicado la exalcaldesa,
Oña también considera que la victoria de Pablo Casado es una oportunidad para “renovar el partido y encontrar nuevas inercias” en Andalucía porque, tras cuarenta años en la oposición, “era algo que se pedía a gritos”.
¿ y eso de llamarla vieja?….luego les gusta presumir de valores, caballerosidad, etc. etc.
Si es vieja, es porque lo es, no es una ofensa. Si fuera joven entonces si estaría mal llamarle vieja. Tú a lo tuyo, es decir a chupársela a Quim Jhon Torra
Esperanza, la mejor alcaldesa en la historia de Fuengirola. Y la política más guapa de España.
A Villalobos, la vieja comunista recaucuhutada, atea y abortista, lo que hay que hacer ES DARLE LA PATADA EN EL CULO, que bastante daño ha hecho ya al PP.