Actos vandálicos en varias carnicerías y charcuterías francesas supuestamente cometidos por militantes veganos han hecho saltar la alarma en el sector, que ha pedido al Gobierno protección para contener lo que consideran como un movimiento sin control y “cada vez más violento”.

Para muchos se trata de una parodia digna de los Monty Python. Los carnívoros defendiéndose de los herbívoros, aunque según Jean-François Guihard, presidente de la Confederación de Carniceros y Charcuteros, el asunto es muy serio.

“Hay individuos que atacan nuestras tiendas y por eso hemos solicitado una reunión con el ministro del Interior, que tendrá lugar el próximo martes. Hay un problema de seguridad”, denunció.

Según el presidente de la federación, “decenas de locales” han sido degradados en varios puntos de Francia, algunos con pintadas que piden acabar con la superioridad del reino animal con el vegetal, otros con la ruptura de vitrinas.
Guihard calculó entre 2.000 y 3.000 euros los desperfectos ocasionados en cada ataque.

“El movimiento es cada vez más violento porque hay impunidad y hacen lo que quieren”, advirtió.

Uno de los episodios más mediáticos sucedió en Lille a comienzos de junio, cuando un asador fue pintarrajeado y su vitrina resultó dañada. La alcaldesa de esa ciudad norteña, la socialista Martine Aubry, anunció que el Ayuntamiento se constituirá como parte civil en la demanda contra los autores, aún sin identificar.

Guihard reprobó el laxismo hacia los militantes proanimales y veganos en Francia y señaló que si los pequeños comercios son blanco de los ataques es porque no hay policía.

“Sé que no es posible poner policías en todos nuestros locales, pero esa gente, ¿por qué no va a las grandes superficies? (donde hay seguridad privada)”, se interrogó.

El dirigente apunta a activistas “bien organizados” que actúan en paralelo a “grandes asociaciones” en defensa de un trato digno a los animales y favorables al veganismo, una actitud que rechaza alimentos o artículos de consumo de origen animal.

“Esas grandes asociaciones dicen que exageramos. En el fondo, ponen a pequeños grupos a que les hagan el trabajo”, acusó Guihard, quien recordó que una mayoría de franceses dice comer carne.

La organización animalista L214, una de las principales en Francia y autora de unas impactantes imágenes de mataderos que conmocionaron a la opinión pública, refutó cualquier vinculación con “militantes aislados” que ni siquiera han sido todavía identificados.

“La Federación está exagerando y haciendo generalizaciones cuando en el fondo lo que ha sucedido son actos aislados. Ha habido cuatro carnicerías atacadas”, comentó a Efe la portavoz de L214 Bárbara Boyer, quien apuntó que su asociación aboga por “un pacifismo no violento”.

Boyer lamentó esos episodios de degradaciones porque “no aportan nada a la causa animal”.

La causa proanimalista y vegana tiene un notable eco mediático en Francia. El pasado sábado, una manifestación celebrada en París reunió a unos 3.000 participantes vestidos de rojo para denunciar la muerte cruel de tres millones de animales en los mataderos franceses.

Los seguidores de la corriente vegana son también cada vez más numerosos en Francia, donde el 5 % de la población dice abstenerse de consumir cualquier producto o alimento de origen animal.