El Rey ha mandado educadamente a los soberanistas a tomar por culo

Xavier Rius*.- Desaparecido Mariano Rajoy de la primera línea política, el soberanismo necesita urgentemente un archienemigo. Como en los dibujos animados. Ya saben que el enemigo exterior siempre cohesiona.
Salvando todas las distancias geográficas e ideológicas, cuando la dictadura argentina estaba en las acaballes invadieron las Malvinas. Lo único que consiguieron fue -aparte de una dolorosa derrota militar- la reelección de Margaret Thatcher.

Además, ¿cómo van a criticar a Pedro Sánchez si lo acaban de votar? Y ni siquiera se ha reunido todavía -lo ha dejado casi para mediados de julio- con Quim Torra. Aunque el nuevo presidente del Gobierno español ya les ha dicho que, de momento, como mucho acercamiento de los presos y comisión bilateral. Dudo que cambie de actitud con el paso del tiempo.

El martes estuvimos media rueda de prensa del Govern hablando sobre el Rey. Que si un gesto, que si un detalle, que si una rectificación. Bueno, de esto y de la pesca de la sardina porque, tras cinco años de proceso y ocho de intervención, éste vuelve a ser un gobierno autonómico.

Lo único que querían es que el Rey les salvara la papeleta y que Torra pudiera ir a la inauguración de los Juegos del Mediterráneo. Después de decir, en la Seu de Urgell, que le iba a echar bronca. En vaya lío se ha metido el hombre. ¿En un acto protocolario donde las intervenciones están pautadas al milímetro? El primer indicio serio que el cargo le va grande. Decididamente grande.

Con la carta querían sólo una excusa para enmendar el error. ¿Cómo no va a ir el presidente catalán a la inauguración de un acontecimiento deportivo internacional en una ciudad catalana? No lo entenderán ni los ciudadanos de Tarragona.

Pero el Rey los ha mandado educadamente a tomar por culo. Lo acaba de recibir Trump en la Casa Blanca -el proceso está amortizado: ni una palabra sobre Catalunya durante el viaje oficial- y se va a preocupar por si van Torra o Torrent. Zipi y Zape. Si no van, mejor para él.

Es curioso, uno de los mantras del proceso fue que la justicia estaba politizada. A Rajoy lo acaban de echar por la sentencia del caso Gürtel. El PP valenciando también ha sido condenado. Y el cuñado del Rey acaba de entrar en prisión.

Ahora, tras esta posverdad, le ha tocado el turno al Rey. ¡Los que querían proclamar la República catalana apelando a Felipe VI! ¡Un error “monumental” que incluso crítica Pilar Rahola!. Y eso que tiene programa doble en TV3. Nadie acostumbra a morder la mano que le da de comer.

¿Cómo va a interceder el jefe del Estado por el proceso? Han cometido con la monarquía el mismo error que cometieron con la justicia o comparando España con Turquía. Constitucionalmente tiene los poderes muy limitados y sus funciones muy acotadas. ¡El soberanismo quiere que el Rey haga ahora como Alfonso XIII, que sí que se metía en política!

El proceso se ha convertido en un niño que hace una travesura, lo pillan, lo castigan, monta una rebequeria y todavía se enfada cuando lo vuelven a castigar. Este es el nivel de la nueva clase política catalana.

Yo he tenido suficiente esta semana con la rueda de pensa de Elsa Artadi —más que un doctorado por Harvard parece que tenga un máster de la Juan Carlos I- y la intervención del nuevo portavoz de JxCat, Albert Batet, este miércoles en el Parlament. Parecía un loro: repetía lo mismo que había dicho Artadi el día anterior.

Soy agnóstico, pero ¿Dios, qué te hemos hecho los catalanes para merecer esto?

*Director de E-noticies