Nadia Calviño será la nueva ministra de Economía en el Gobierno de Pedro Sánchez
Nadia Calviño Santamaría será ministra de Economía en el Gobierno de Pedro Sánchez, han confirmado fuentes de la dirección socialista. Actualmente es directora general de Presupuestos de la Comisión Europea. Calviño ocupó el cargo de directora general de Defensa de la Competencia, dependiente del Ministerio de Economía, entre mayo de 2014 y agosto de 2016, durante el mandato de Pedro Solbes.
En Bruselas, fue subdirectora de Competencia desde septiembre de 2006 a octubre de 2010, cargo que dejó para ocupar hasta abril de 2014 el cargo de subdirectora de Mercado Interior y Servicios. Desde mayo de 2014 hasta la actualidad, era la directora general de Presupuestos de la Comisión Europea.
El presidente del Gobierno ha hablado esta misma mañana con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, según fuentes cercanas a Sánchez. Le ha comunicado este nombramiento (y otros) como garantes del mensaje de “estabilidad económica” que quiere transmitir a los mercados.
Tal como avanzó el lunes este diario, la prioridad económica del nuevo Ejecutivo es cortar de raíz los conatos de incertidumbre que se generaron tras la moción de censura, en plena crisis italiana. Si algo se ha demostrado en las últimas semanas, es que, aunque la economía vaya mejor, España no está aún blindada, ni mucho menos, ante una nueva crisis del euro.
Sánchez y Calviño quieren mostrarse comprometidos con el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la Comisión Europea, aunque en el PSOE son conscientes de que este año el objetivo de déficit (2,2% del PIB) es muy difícil de cumplir, por la inercia que ya traía el ejercicio, hasta ahora gobernado por el PP. El Fondo Monetario Internacional y la propia Comisión creen que España tampoco cumplirá en 2019.
El principal reto de la nueva ministra de Economía era ése: dar confianza y certidumbre a los inversores, a los empresarios y a Bruselas, donde debería manejarse en collera con el titular de Exteriores, Josep Borrell.
Los primeros contactos con el gobierno comunitario han sido buenos, sobre todo después de que Sánchez se comprometiera a mantener el Presupuesto del PP, al que ya le había dado el visto bueno la Comisión. “Tomamos nota del compromiso adoptado por Sánchez de no modificar el Presupuesto; ese es un punto importante”, señalaba el viernes Mina Andreeva, vicejefa de portavoces del Ejecutivo comunitario.
Calviño aterriza en el Ministerio de Economía en un momento en el que se está negociación la estructura institucional de la eurozona. El 28 y el 29 de junio, los jefes de Estado y de Gobierno pretenden llegar a un acuerdo al respecto, en el que España viene queriendo influir decisivamente, en pos de una mayor unidad fiscal, bancaria y hasta de deuda. Al tiempo, crecen las voces que apuntan a que el Banco Central Europeo retirará en los próximos trimestres sus estímulos monetarios e incluso podría subir los tipos de interés.
Retos
Las principales agencias de calificación crediticia (Moody’s, S&P, Fitch y DBRS) ya han comentado el cambio de Ejecutivo. Y no creen que la posible incertidumbre tengo un reflejo a corto plazo en el ráting de España. Fitch auguró un “impacto limitado” en la calificación crediticia del país. “La formación del nuevo gobierno en España no debería tener un efecto inmediato en las calificaciones crediticias soberanas”, ha afirmado S&P.
“El cambio de Gobierno trae consigo un periodo de mayor incertidumbre política, pero no es probable que tenga ningún impacto material en el perfil de crédito de España dada la limitada capacidad del nuevo Gobierno para emprender iniciativas políticas de importancia o revertir las anteriores reformas”, explicó la vicepresidenta senior de Moody’s, Kathrin Muehlbronner.
Otro de los grandes caballos de batalla que tendrá que afrontar Calviño será qué hacer con Bankia, entidad en la que el Estado conserva el 61% del capital a través del Frob y que el Gobierno anterior se había comprometido a privatizar totalmente antes de que termine el próximo ejercicio. Eso sí, los populares dejaron la puerta abierta a retrasar el proceso si las condiciones del mercado lo aconsejasen.
Los socialistas deben decantarse en un contexto parlamentario en el que algunos de los grupos políticos que les han apoyado en la moción de censura, especialmente Unidos Podemos, presionan para que la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri sea el germen de una nueva banca pública que contribuya a devolver a los ciudadanos las ayudas sufragadas en el rescateio.
Antes, Calviño y la nueva ministra de Hacienda, María Jesús Montero, deberán gestionar unos Presupuestos Generales del Estado heredados y enfangados en la batalla política. El PP los pactó con PNV y Ciudadanos, pero ahora quiere enmendarlos en el Senado para vengarse del PNV, cuyos votos fueron los definitivos para echar a Mariano Rajoy de la Moncloa.
Y tendrán que pilotar cuanto antes la elaboración de las Cuentas de 2019, que tienen un difícil encaje en un Parlamento tan fragmentado.
Por otro lado, el secretario de Organización del PSOE (y ministro de Fomento), José Luis Ábalos, ya reiteró ayer que el nuevo Gobierno va a “intentar encarar” los “aspectos más lesivos” de la reforma laboral del PP, entre los que citó la negociación colectiva y los salarios justos.
“El PSOE no va a renunciar a lo que han sido sus compromisos”, como el impuesto a la banca para el pago de las pensiones, o revalorizar estas prestaciones en el marco del Pacto de Toledo.
Éstos son los retos principales de Calviño. Pero habrá más. Su mandato será necesariamente corto, pero intenso.
¿Esta señora es pariente del que fuera director de RTVE? Me suena el nombre.
Efectivamente, es hija del que fuera director de RTVE, José María Calviño.