Sus continuas declaraciones instando al incumplimiento de las leyes y a favor del supremacismo catalán debería conllevar la detención e ingreso en prisión preventiva de Núria de Gispert, ex presidenta del Parlamento catalán.

En las cárceles españolas hay miles de presos, tanto penados como preventivos, que han cometido delitos mucho menos graves que los de esta vieja apergaminada, que promueve el separatismo de una parte de España con fórmulas ilegales.

Los golpistas catalanes siguen campando a sus anchas porque el Gobierno de la nación no tiene la dignidad ni la decencia de plantar cara a los sediciosos. En premio al desbloqueo de las ayudas económicas a los digitales separatistas ordenado por Rajoy, uno de ellos acaba de publicar datos personales de policías destinados en Cataluña para imponer la ley.

Se han cometido, y se seguirán cometiendo, delitos de desobediencia a la autoridad judicial, de rebeldía, de sedición, de prevaricación administrativa, de malversación de caudales públicos… Y no pasa nada.

Lo lamentable y vergonzoso no es el comportamiento de los sediciosos, sino la tibia y cobarde reacción del Gobierno de España, lo que le convierte en una rémora para la sociedad española, que se juega su futuro en este pulso a la unidad nacional, conseguida hace más de quinientos años.

La expresidenta del Parlament Núria de Gispert, en declaraciones a 8 al dia de 8TV, ha abogado por reformar el reglamento del Parlament “en 24 horas” para investir a Puigdemont, además de sostener que los informes de los letrados de la cámara catalana “no son vinculantes”.

“Se puede no estar de acuerdo y tirar adelante con lo que se considere oportuno”, ha manifestado la también dirigente de Demòcratas. “Si se tiene que reformar el reglamento y hacerlo en 24 horas, se tendrá que hacer”, ha sentenciado .

Supremacista y provocadora

No es la primera vez que Núria de Gispert vierte declaraciones que deberían haber acarreado consecuencias legales. En plena campaña catalana, instó a la portavoz de Ciudadanos y líder del partido en esa comunidad, Inés Arrimadas, a “volver a Cádiz”, la provincia donde nació, si no le parece bien que continúe el proceso independentista.

Inés Arrimadas, que nació en Jerez de la Frontera y se fue a vivir a Barcelona en 2008, ha afirmado que “Cataluña no se puede permitir cuatro años más de ‘procés’”, a lo que De Gispert ha contestado en Twitter: “Entonces, ¿por qué no vuelves a Cádiz?”. Además de haber presidido la Cámara catalana, la política de Unió fue consejera de Justicia, de Gobernación y de Interior de la Generalitat.

El 6 de octubre se enzarzó en una discusión con otro internauta que la había llamado “vividora” y le dijo que probablemente él estaba “chupando del PER”, el subsidio agrario que se cobra en Andalucía y Extremadura. Tras tacharle de “infiltrado”, De Gispert afirmó que el PER lo recibe “gente que no trabaja” y que “cobra de los recursos de los catalanes”.

Días después puso en la diana a la hija de Albert Rivera al dar detalles del colegio al que acude.