Los técnicos de la DGA siguen trabajando en el examen de las piezas trasladadas al monasterio.

Un mes se cumplió ayer del histórico regreso de las 43 obras de Sijena retenidas en el Museo de Lérida. Tras una larga y tensa noche, los bienes volvieron a casa el pasado 11 de diciembre, gracias a la acción judicial, que ordenó su incautación forzosa poniendo fin a la reiterada desobediencia de las autoridades catalanas.

El dispositivo, que sumó la participación de varios técnicos, trabajadores y políticos del Gobierno de Aragón y que contó con el auxilio de la Guardia Civil, volvió sin una de las obras del lote reclamado, un lienzo de la Inmaculada, del siglo XVIII, que había sido extraviado por el museo ilerdense. Los responsables del espacio pudieron localizarlo cuatro días después en el cercano Palacio Episcopal y de ello, informaron al juzgado de Instrucción número 1 de Huesca, cuya actual titular, María Teresa Puchol, ha ordenado su inmediata entrega.

La providencia, que fue comunicada esta misma semana, tiene fecha del pasado 2 de enero y en ella la magistrada insta a la parte ejecutada, es decir, la Generalidad de Cataluña, a que proceda a la entrega de la obra “sin dilación”. De momento, evita fijar una fecha y además desestima autorizar su incautación forzosa, tal y como había solicitado el abogado del Ayuntamiento de Villanueva de Sijena, Jorge Español, atendiendo “a la buena disposición mostrada para el cumplimiento efectivo de la entrega del bien restante”.

Querella contra Lambán

En Lérida, el aniversario también fue recordado y de nuevo, tuvo una gran connotación política. De hecho, trabajadores de la consejería catalana de Cultura y empleados del Museo de Lérida desplegaron un gran lazo amarillo frente al espacio expositivo con el fin de mostrar su apoyo al mismo. Al mismo tiempo, el grupo municipal del PDeCAT en el Ayuntamiento de Lérida ha solicitado que se emprendan acciones contra el presidente del Gobierno de Aragón y la consejera de Cultura, por difamación y calumnias a los técnicos del Museo de Lérida, al cuestionar el estado de conservación de las piezas trasladadas a Sijena.

A este respecto, el director general de Cultura de Aragón, Nacho Escuín, recordó ayer que el presidente aragonés se limitó a manifestar lo que los miembros del equipo técnico “le transmitimos”. Volvió a suscribir la impresión de los especialistas respecto al mal estado de conservación de algunas de las piezas.

Precisamente, en el monasterio de Sijena siguen trabajando los técnicos que desde hace un mes están examinando las obras una por una. El director general de Cultura declaró en Huesca que la labor iniciada el 11 de diciembre de 2017 no se ha interrumpido. “Poco a poco estamos ampliando los informes para generar el expediente definitivo y vamos avanzando para la apertura de las dependencias de los dormitorios (espacio expositivo previsto) con la totalidad de las obras, a falta de tres piezas que faltan”, señaló, en alusión a las dos no entregadas con el primer lote, en julio de 2016, y a la extraviada en el segundo, el lienzo de la Inmaculada.

“No vamos a correr”

El informe definitivo se hará público, aseguró Nacho Escuín, cuando cada una de las obras tenga hecha la radiografía completa de su estado, para explicar “de dónde viene el deterioro”. En algunos casos, añadió, “como es muy avanzado merece que seamos, como siempre hemos sido, pulcros en el trabajo”. “No vamos a correr”, añadió. La previsión sigue siendo abrir el monasterio a las visitas a lo largo del mes de febrero. No será con todas las obras, ya que algunas tendrán que pasar por periodos de restauración antes de incorporarse a la colección. Según manifestó la directora del Museo de Huesca, Ana Armillas, integrante del equipo, se han analizado hasta ahora algo más de la mitad, pero “vamos poco a poco porque hay que estudiarlas muchísimo”.

Por otra parte, el Gobierno de Aragón ha comenzado los trabajos previos del plan director del monasterio de Sijena y del proyecto museográfico para exhibir el tesoro artístico de este monumento. Los arquitectos Mariano Pemán y Luis Franco están colaborando con los técnicos de Patrimonio del Gobierno de Aragón en las labores previas de este proyecto, que se ejecutará a lo largo de 2018. Pemán y Franco son los arquitectos que ya realizaron los proyectos de rehabilitación del monasterio.