Los británicos son alentados a presentar reclamaciones falsas de enfermedad durante sus vacaciones
Un 19 % de los británicos es alentado por bufetes legales a reclamar indemnizaciones a operadores de viajes por supuestas enfermedades sufridas durante sus vacaciones en el extranjero, según una encuesta difundida hoy por la Asociación Británica de Agentes de Viajes (ABTA, en inglés).
El sondeo, realizado entre 2.029 adultos, indica que un 14 % es contactado por teléfono por las empresas que se dedican a la gestión de esa clase de reclamaciones, mientras que un 7 % recibe un mensaje de texto y un 7 % un correo electrónico.
Un 3 % es contactado a través de las redes sociales y un 2 % en persona, especialmente en los aeropuertos.
Un 70 % de los encuestados aseguró desconocer que presentar una reclamación fraudulenta, por ejemplo por una gastroenteritis o una intoxicación alimentaria que no existió, puede acarrear penas de prisión en el Reino Unido.
Estas empresas de reclamaciones suelen contactar a clientes de viajes organizados, a su retorno a territorio británico, a fin de animarles a pedir una indemnización por indisposición de salud durante su estancia en el extranjero.
Estas quejas han aumentado más de un 500 % desde 2013 en este país, a pesar de que las demandas por indisposición presentadas en los propios hoteles y complejos vacacionales se han mantenido estables y no han aumentado tampoco entre veraneantes de otras procedencias.
El director ejecutivo de ABTA, Mark Tanzer, dijo que algunas compañías “sin escrúpulos” están “animando a la gente a presentar reclamaciones falsas de enfermedad”, lo que, de descubrirse, podría “reportarles (a los clientes) una buena multa o incluso una pena de prisión”.
“Las reclamaciones falsas no solo exponen a los veraneantes británicos a serias penalizaciones, están costando a las empresas de viajes y a los hoteleros (a quienes a menudo se traspasa el coste) decenas de millones de libras y mancillando la reputación de los británicos en el extranjero”, afirmó.
Tanzer instó al Gobierno a introducir antes de la próxima temporada de vacaciones las nuevas medidas que prometió para disuadir la presentación de quejas fraudulentas.
El Ejecutivo conservador anunció el pasado julio que reduciría los costes judiciales fijos para los demandados a fin de hacerlos proporcionales al alcance de las indemnizaciones, de modo que les resulte más viable defenderse.
El pasado octubre, una pareja del noroeste de Inglaterra fue condenada a prisión por pretender que cayeron enfermos durante sus vacaciones y la semana pasada otra pareja fue declarada culpable de fraude por afirmar que había sufrido una gastroenteritis durante sus días de descanso organizados en Turquía.
Muchas de estas reclamaciones afectan a países del sur de Europa, como España, Portugal, Italia y Grecia.
Seguramente no son británicos auténticos si no gente no blanca nacionalizda como británica
Todos los españoles deberíamos mirar al R.U. cuando orinamos. Yo lo hago hace tiempo…
Quienes nacen delincuentes y piratas, mueren como tales. Eso sí, con mucha flema y pompa.
En Canarias ha habido hasta un vehículo-anuncio, y ellos se prestan encantados. Las vacaciones les salen gratis sólo con presentar la factura de algún medicamento por toda prueba.
Están compinchados con los guarros de Podemos, que les sirven de coartada con su repugnante aspecto físico y sus malos olores corporales.
Son cosas de los hijos de la gran…. bretaña. Los cuales, dicho sea de paso, están en su completo derecho de intentar sacar el máximo partido de la manera que fuere. El problema no son ellos y su mezquindad egoísta. El problema son los gobiernos de los demás países que toleran cobarde y ridículamente ser ninguneados por extranjeros, sean estos ingleses, moros o alemanes. Contra el derecho a pedir está el de no dar. Y en todo caso, si hay que darles por fuerza, se les da un buen trancazo en la cabeza. Nada más. Ni agua siquiera. ¿Enterados señores… Leer más »
Oi y leí está información hace un año, parece que todavía siguen con esta práctica.