Ecuador se cansa de Assange y busca mediador para terminar con su encierro en la embajada
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange
Ecuador le ha dicho basta a Julian Assange. La ministra de Exteriores del país andino, María Fernanda Espinosa, ha informado de que están buscando mediación con otro país o personalidad para desencallar la situación de quien Rafael Correa describió como periodista pero su sucesor en el cargo, Lenín Moreno, no ha dudado en señalar como hacker.
Tuitero hiperactivo desde hace meses en crisis como la catalana, el fundador de WikiLeaks ha contribuido en la lucha independentista desde su cuenta con más de 667.000 seguidores. Assange se encuentra refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres desde el 19 de junio de 2012, al considerar la presidencia de Correa que su vida peligraba después de que la Justicia sueca lo persiguiera por recibir varias denuncias por violación. El país escandinavo retiró los cargos el pasado mayo, pero Ecuador aún considera que Assange podría ser extraditado a EE.UU, donde se le acusa de espionaje y traición por sus filtraciones de información sensible y confidencial.
«Al señor Assange se le llamó la atención dos veces, la última por el tema de Cataluña. Le hemos recordado que su condición de asilado no le permite intervenir en política del Ecuador ni en la internacional», dijo el presidente Moreno en una entrevista con ABC publicada hace un mes.
A lo largo de estos años la Policía británica ha mantenido un dispositivo especial y constante en torno a la embajada, situada a pocos metros del famoso centro comercial de Harrods, en el corazón de Londres, suponiendo un coste de al menos 12,5 millones de euros, según las cifras publicadas por Scotland Yard en junio de 2015. Un panel de las Naciones Unidas concluyó en 2016 que Assange estaba bajo detención arbitraria.
«No encontraremos ninguna salida al problema sin la cooperación internacional ni la de Reino Unido, que por cierto ha mostrado interés en encontrar una solución», agregó la ministra de Exteriores.
El martes por la noche, un abogado de Assange pareció dar la bienvenida a la propuesta de Ecuador. Dijo que su cliente tenía derecho al asilo y argumentó que el riesgo de que lo persiguieran en los EE.UU. había «aumentado aún más en los últimos meses bajo la guerra de la administración Trump en WikiLeaks».
