Un joven le arranca media oreja a otro en Halloween y le rompe un brazo al médico que le asistió tras la pelea
La cara más amarga de una celebración que se ha popularizado los últimos años. Agentes de la Guardia Civil del puesto de Calp (Alicante) han detenido a un joven que protagonizó dos peleas en la madrugada de Halloween, del martes al miércoles. En el primero de los incidentes, el ahora arrestado supuestamente le arrancó media oreja a otro joven mientras que, posteriormente, protagonizó una segunda pelea en el centro de salud al que acudió para ser atendido y uno de los médicos se fracturó brazo.
Según han informado fuentes de la Comandancia, el detenido se peleó en un local de ocio con otro chico, al que mordió y arrancó media oreja; aunque, posteriormente, se ofreció a llevarle al centro sanitario para que le atendieran.
Sin embargo, en el centro de salud volvieron a pelearse. En el transcurso de esa segunda pelea, provocó destrozos materiales, y uno de los médicos se fracturó un brazo.
Los agentes detuvieron al joven y le trasladaron a un centro psquiátrico, donde ha quedado ingresado a la espera de recibir el alta para pasar a disposición judicial.
Fiestas de evidente enriquecimiento cultural…
No entiendo que pasa con la juventud de hoy en día. En mis tiempos respetabamos todo mucho más.
Este suceso no tiene nada que ver con halloween
Supongo que el mierda éste, del que convendría saber la nacionalidad, iría de droga hasta el culo, pues sino no se comprenden unos comportamientos tan animales…
No te pongas así, Carlos, ya sabes que vienen a pagarnos las pensiones
Ya empiezan a aflorar las consecuencias terribles de incorporar festividades de orientación satánico-luciferina entre masas aborregadas incapaces de controlar a las entidades astrales invocadas inconscientemente con sus rituales aparentemente triviales.
Las provocaciones a las tinieblas –incluso las hechas por magos experimentados- a veces tienen consecuencias trágicas. ¡Cúanto más en manos de…niños!
(De esto Pigdemon sabe un rato…)
PUTA ESCORIA.
El agresor No debería tener derecho a asistencia sanitaria