¿Sabías que puedes formar parte de un listado de morosos sin siquiera saberlo? Figurar en listas de este estilo es algo más común de lo que se cree, y es que a veces una pequeña desavenencia con, por ejemplo, una compañía telefónica, puede hacer que tu nombre pase a agruparse con otros tantísimos por no haber pagado un servicio (que fuera solicitado o no ya es otra cosa) y, automáticamente, quedar marcado de cara a futuras opciones.

Uno de estos listados es el de la famosa ASNEF (Asociación Nacional de Establecimientos Financieros). Su función es la de reunir a aquellos que no han pagado a determinados bancos, aseguradoras o hasta administraciones públicas, y a veces actúa sin que la persona en cuestión siquiera lo sepa.

Por eso, dos de las cuestiones más importantes en esta materia son cómo saber que se está registrado en asnef y, una vez sabido y comprobado, cuánto se tarda en salir de asnef. La primera de estas cuestiones es fácil de resolver. Debes contactar con Equifax, encargada de llevar el listado de ASNEF, y solicitar el acceso para hacer una consulta que te corresponde por derecho. Al poco tiempo tendrás total acceso para comprobar si tu nombres está ahí. Otra opción, en caso de que te haya llegado una notificación alertándote sobre tu inclusión en la lista, es usar el número de referencia de la notificación en el fichero para comprobarlo directamente.

El cómo y el cuánto se tarda en salir de Asnef es algo más complicado. Hay varias opciones, pero todas requieren un mínimo de esfuerzo. A continuación, las explicamos:

Salir sin pagar en caso de que la deuda sea errónea

Si la entidad que ha procedido al registro de tu nombre se ha equivocado a la hora de medir la cuantía debida, o simplemente lo ha hecho a partir de algo que no solicitaste o por lo que no diste consentimiento, puedes ejercer tu derecho de oposición. Sí, estarás dentro y te impedirán solicitar un crédito en multitud de lugares; pero tendrás la opción de pelear por ello al haberse tratado de un error, en ocasiones bastante injusto.

La gran traba de este paso es que suele requerir la acción de un abogado y que demostrar el error puede ser algo bastante duro y largo, con el siempre presente riesgo de perder el juicio contra la compañía en cuestión. Sin embargo, en caso de ganar, se puede hasta obtener cierto beneficio en caso de demostrar que el formar parte de la lista de ASNEF ha causado perjuicio. En ese caso, la compañía tendrá que indemnizarte por las molestias generadas.

Salir sin pagar cuando la deuda es correcta

Has pasado a formar parte del listado de morosos porque no has pagado algo que sí habías contratado a sabiendas. En ese caso, hay poco que puedas hacer salvo tomártelo con paciencia y mucha calma. Cuando pasan 6 años desde la inclusión en la lista, periodo establecido por la legislación actual, la persona en cuestión pasa a ser dada de baja automáticamente y quedar fuera de esta. Si por un casual te enteras ahora de que hace más de 6 años que entraste, puedes solicitar tu baja inmediata.

¿El problema? Que esto no exime de la deuda. El solicitante puede optar por otras vías para requerirte la cuantía endeudada aunque no figures entre los morosos del país. Y a veces puede ser incluso peor esto que formar parte de ASNEF.

Salir lo más rápido posible

La manera más rápida de acabar con estos quebraderos de cabeza que puede generarte el registro por parte de Equifax es, sencillamente, pagando. Y si lo haces contactando directamente con la compañía que ha procedido a registrar tu nombre, mejor.

El problema de esta opción es que hay personas que no se lo pueden permitir. Aunque la mejor forma de volver a la estabilidad económica es solventando cualquier tipo de deuda, tener la suficiente liquidez para ello es impensable para muchos. En estos casos, una buena vía alternativa es optar por créditos rápidos o préstamos personales. Sí, tendrás que pagar, y puede que más, pero al menos podrás amoldarlo a mensualidades que sean menos dolorosas para tu bolsillo.

Ciertamente, la mejor manera de evitar quebraderos de cabeza con ASNEF es hacer lo posible por liquidar la deuda y olvidarte por completo de ello. Puede que muchas veces sea una total injusticia, y que todo se deba al “gatillo fácil” de alguna compañía; pero por desgracia a veces es mejor pasar por el aro y mirar hacia adelante para soltar ese lastre. A no ser que seas muy paciente y no te importe, en ese caso, no dudes en pelear por tu derecho.