La vuelta al colegio, momento idóneo para una revisión ocular
Con el final de las vacaciones estivales y la vuelta al colegio y la rutina diaria, es necesario para nuestra salud ocular realizarnos un examen visual. El fin es valorar y corroborar el funcionamiento óptimo de nuestros ojos, tras las largas exposiciones solares veraniegas y justo antes de comenzar la etapa de mayor esfuerzo y concentración mental y visual: el curso escolar.
Es imprescindible someterse a un examen visual al final del verano
El verano es la época del año en que nuestros ojos están más expuestos a las adversidades climáticas: radiaciones solares largas y demasiado directas, el agua de piscinas, ríos o mares, o incluso el viento y la arena de la playa.
Debido a ello surgen afecciones visuales muy comunes como la conjuntivitis, producida muy habitualmente por el cloro de las piscinas; o la queratitis, una inflamación de la córnea que se suele dar en personas que dan un mal uso de las lentillas, y que podrían evitar la enfermedad si renuevan con frecuencia las lentes de contacto.
Por ello y para corroborar que la salud de nuestros ojos sigue igual de bien que cuando comenzó el verano, es necesario realizarse la revisión ocular anual, preferiblemente en esta época del año. Si para las personas que se deciden a comprar lentes de contacto este es un requisito obligatorio, para el resto de las personas, y, sobre todo, para los niños que se preparan para volver a sus vidas escolares se convierte también en una necesidad imperante.
Y es que en España solo el 27% de las revisiones oculares son realizadas a menores de entre cinco y diez años, un dato que señala que la salud ocular de los menores no está siendo del todo bien vigilada. La maduración de los órganos oculares no finaliza en los niños hasta los ocho años, por lo que detectar durante este periodo algún tipo de patología permitirá afrontar su curación con mayores garantías. Se recomienda, incluso, que los niños comiencen estas revisiones anuales entorno a los cinco años, incluso aunque no se hayan detectado síntomas.
Los problemas visuales son uno de los principales motivos del fracaso escolar
La salud visual es uno de los factores más importantes e influyentes en el desarrollo satisfactorio de la carrera escolar de los estudiantes. Por ello, los expertos en oftalmología apuntan a que el momento idóneo para realizar un examen visual es justo antes de iniciar el nuevo curso académico.
Es aconsejable someter, por tanto, a los niños y estudiantes a un examen optométrico anual completo, que será capaz de detectar al cien por cien los problemas visuales si los hubiera y no solo conformarse con analizar la agudeza visual en visión lejana. Las disfunciones visuales más comunes son el estrabismo, la miopía, la hipermetropía, el astigmatismo o el conocido como ojo vago. Y entre las señales que podemos advertir, indicando que los niños sufren algún problema en la visión pueden ser: acercarse demasiado a las pantallas de televisión, ordenador o incluso tablet; dificultad para ver la pizarra, dolores de cabeza, giros y movimientos de cabeza cuando la persona mira atentamente algo, la fotofobia, el fruncimiento de los ojos o parpadeos o incluso una tendencia a taparlos.