El grupo insumiso al plan migratorio de la UE suma a Eslovenia, Austria y Croacia
Nuevo frente para Bruselas. Austria, Eslovenia y Croacia se han sumado a la batalla del Grupo Visegrado contra el sistema de cuotas impuesto por la Unión Europea. Con estas tres nuevas incorporaciones ya son siete los países que se oponen al plan migratorio de Bruselas. La alianza fue sellada este lunes y será Hungría la encargada de liderar al grupo opositor.
Delegados de Austria, Croacia, Hungría, Eslovaquia, Eslovenia y República Checa se dieron cita esta semana en una reunión de la CEDC (Cooperación en Defensa de Europa Central). Según ha informado el Gobierno liderado por Viktor Orbán, los allí reunidos se pronunciaron en contra de la inmigración masiva.
Aunque Polonia fue el gran ausente, este país se encuentra integrado en el Grupo Visegrado y vertebra junto a Hungría la oposición al plan migratorio.
Los ministros de Defensa congregados en la cumbre han acordado ‘’facilitar la movilización rápida y conjunta de las capacidades civiles, policiales y militares’’ para defender las fronteras externas europeas. Se han comprometido a diseñar un plan de actuación para materializar la protección fronteriza que, entre otras cosas, evaluará la presión migratoria y pondrá sobre la mesa una serie de medidas para prevenir nuevas crisis.
Los firmantes se han propuesto como objetivos prioritarios la defensa de las fronteras europeas y cortar de raíz las causas que provocan los grandes movimientos migratorios. Es decir, actuar en los lugares de origen.
Orbán, líder del grupo opositor
El Gobierno de Viktor Orbán ha sido el principal opositor al sistema de cuotas impuesto por Bruselas. El primer ministro ha dejado claro desde un inicio que el objetivo de su lucha es la defensa de la identidad nacional: ‘’Lo que queremos es una Hungría húngara y una Europa europea’’, defendía hace unos días.
‘’Mi Gobierno no participará en experimentos que buscan cambiar Hungría o Europa, donde las tradiciones y la cultura serían desplazadas por otra mezcla de culturas, religiones y puntos de vista diferentes’’, concluyó Orbán.
Tanto Hungría como República Checa, Polonia y Eslovaquia -los cuatro integrantes del Grupo Visegrado- se encuentran batallando con la Unión Europea por su rechazo al sistema de cuotas de refugiados. Además, los cuatro gobiernos cuentan con el respaldo masivo de sus ciudadanos en su misión de defender los restos de soberanía nacional que todavía conservan.
Bruselas, ante la revolución que se está creando en Europa Central, ha amenazado con imponer sanciones a los Estados díscolos si no aplican su plan migratorio. Pero estos cuatro países están decididos a seguir adelante con su lucha y no se han acobardado ante las amenazas de los ‘eurócratas’.
Cortar los fondos, el ‘plan B’
Como la amenaza de sanciones no ha frenado las intenciones de Visegrado, la UE apunta ahora a los fondos estructurales que reparte entre los Estados miembros como chantaje para imponer su plan migratorio.
La Comisión Europea se ha posicionado a favor de Angela Merkel y pretende presionar a estos países con recortes en los fondos estructurales y de cohesión si no aceptan el chantaje. El planteamiento de Bruselas resume bien los últimos años de la UE: O aceptas, o no recibes nada. Polonia y Hungría se han negado a recibir migrantes al entender que las estructuras del país no están “listas” para soportar el peso de los recién llegados.
La Eurocámara ya les abrió un expediente sancionador y un informe filtrado por la CE acaba de poner rumbo hacia esos objetivos: el brazo ejecutivo de la UE plantea en un jugoso informe de 33 páginas, El futuro del presupuesto de la UE en 2025, reformar la política de cohesión -cuyos destinatarios son precisamente los del Este- para incluir nuevos criterios en el reparto.
Los fondos de convergencia, que beneficiaron a España durante muchos años, han sido utilizados desde la concepción del espacio comunitario para reducir las diferencias entre los países ricos y los pobres. Ahora, sin embargo, nada de eso parece tener la más mínima importancia: Bruselas tiene un plan migratorio propio, que ya ha mostrado sus limitaciones en los últimos dos años, y quien no cumpla quedará fuera del jugoso reparto
por fin alguien les pone limite…
Y España con Rajoy, Riverita, Pedrito y Pablito pidiendo más y más refugees y el presidente pontevedrés atontado y miserable diciendo que no cree en las fronteras…
Por mucho que nos intenten adoctrinar y manipular, al final cada país tiene el gobierno que merece y refleja a su sociedad.
Totalmente de acuerdo con estos países, porque quieren destrozar la identidad europea y uno de los pilares de esa identidad es el cristianismo, porque no puedes separar la historia de Europa la la religión cristiana. Mientras los grupos que apoyan la laicidad en Europa, protegen, apoyan y fomentan el islamismo, mochos hablan de islamofobia, pero nadie de cristianofobia. al romper los valores tradiciones de Europa, cristianismo, familia, ética, respeto y dignidad, abres la puerta a todo lo perverso, oscuro y denigrante del nuevo Orden Mundial.
Esto yo ya lo habia pensado, y creo que se unirá Bulgaria y Rumania también justo los países que tampoco apoyan el matrimonio gay.
Esta claro que ambas cosas estan unidas porque un país donde se aprueba eso mal me indica que esta el país salvo en EEUU que se aprobó con un 35% de la población solo a favor, pero fue por la mala suerte que supuso la muerte del juez Scala si hubiese estado Gorsuch eso no habria pasado.
De todos modos Trump esta poniendo en su sitio al lgtbi.
¿Y España? Siempre en la cola. Siempre postrada ante los designios de la logia. ¿Cuándo vamos a deponer este régimen y vamos a poner al frente de nuestro país a líderes con personalidad propia y capaces de plantar cara a la masonería sionista?
Cuanto más al oeste, mayor podredumbre. No es casual que España e Inglaterra-en el extremo occidental europeo- sean la cúspide de la putrefacción.