Una ola de calor está causando estragos esta semana, hasta el punto de tener que trasladar a decenas de alumnos de un colegio de la Comunidad de Madrid a una funeraria dotada con aire acondicionado.

El jueves, en Valdemoro, un municipio de 72.000 habitantes a 27 kilómetros al sureste de Madrid, “trasladaron a decenas de niños de entre 12 y 18 años a un tanatorio porque había aire acondicionado”, explicó este viernes a la AFP un portavoz regional del servicio de urgencias.

Previamente, “cinco fueron al hospital, uno por calor y otros porque estaban nerviosos”, explicó.

El país sufre desde el jueves una ola de calor poco habitual para un mes de junio, con máximas de temperatura por encima de los 40 grados (el jueves por la tarde en Madrid se alcanzaron los 40,6 grados). La canícula durará al menos hasta el domingo.

Teniendo en cuenta las altas temperaturas estivales, el curso escolar en España suele concluir entre la segunda o la tercera semana de junio, antes que en otros países del norte de Europa.

Pero esta ola de calor puso en duda la adaptación ante esta situación de los centros públicos, impactados por las políticas de austeridad aplicadas en los últimos años.

La Federación de Enseñanza de la Unión Sindical Obrera (USO) exigió el jueves que las clases terminen a mediodía los días de calor extremo, cuando muchos centros escolares se transforman “en auténticas saunas”, dice.

En una circular difundida el jueves por la tarde, el Gobierno regional de Madrid autorizó a los establecimientos a “reducir la jornada lectiva”.

El consejero de Sanidad madrileño, el médico Jesús Sánchez Martos, fue muy criticado al recomendar que los alumnos fabricaran abanicos de papel para combatir el calor.

En la región de Murcia (sureste), también muy calurosa, el alcalde del municipio de Torre Pacheco reclamó que las escuelas estuvieran mejor concebidas.

“Ayer (jueves), una niña de tres años sufrió un golpe de calor, tuvieron que acudir los médicos de urgencias”, aseguró a la AFP Antonio León.

Él mismo comprobó que la temperatura alcanzaba los 33,3 grados dentro de la clase, con paredes de hormigón, superando en más de cinco grados el nivel autorizado.

Este viernes, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, prometió un programa para “aislar mejor” los centros escolares en los municipios de menos de 20.000 habitantes.