María Begoña Arenal Fernández.- Cuando dicen que la gente se va de los pueblos es normal.

¿Quién se va a quedar aquí, cuando te crujen por los cuatro costados a impuestos?

Ya está bien de que nos traten de tontos. Y como tal, quiero explicar en breves palabras el lado oscuro de vivir en un pueblo y que muy pocos conocen.

Pagamos más impuestos que en una ciudad, teniendo menos cantidad de prestaciones y servicios.

¿Donde van esas supertasas exageradas que religiosamente tenemos que pagar? Pues está muy claro, todos pensaremos al gobierno central y a los ministros que colocan impuesto tras impuesto… Quizás no vamos mal encaminados.¿Pero que hacen nuestros ayuntamientos y nuestros alcaldes?

No son victimas, sino que en tema de política todos discrepan pero cuando hay que meter supermega tasa, todos se suman al carro.

El subidón del I.B.I ha sido general pero vamos que esos dineros extras se quedan en nuestros ayuntamientos, y por lo que yo sé ,presuntamente alguien se embolsa los cuartos, que humildemente todos pagamos. Y no son cantidades irrisorias. Al igual que cobrar un alcantarillado inexistente, etc… Y lo que me guardo en la manga.

Quizás piensen los más necios, que eso en su municipio no pasa o que su alcalde es un ejemplo modelo a seguir. Pero esto es como la banca, no somos clientes, sino un números y nos tratan como números, que unos interesan y otros pues no conviene que permanezcan en la sucursal porque no obtienen beneficios. Y como son tan humanos y caritativos, no te invitan a marcharte de la entidad bancaria, pero te colocan algún producto financiero para que estés condenado de por vida con ellos.

Pues esa misma altitud, optan los alcaldes.

A estos que no miran y no saben, les vamos a meter un subidon y si protestan les diremos que es cosa del gobierno, y que estamos en contra de dicha subida, y si nos insisten un poco tienen la cara de decirte, tranquilos que yo voy y hago una queja porque esto es totalmente injusto. Y ya nos vamos contentísimos para casa, esperando a una solución. Pero nunca llega, pues esa respuesta se queda en el ayuntamiento. Y a día de hoy las palabras las lleva el viento y las paredes no hablan. Y como decimos los pasiegos :que lo que no se habla se borra.

Señores alcaldes no nos tomen el pelo, y no digan mas mentiras. Menos soberbia y prepotencia y si presuntamente os lo lleváis, al menos tened la vergüenza de dar la cara. Si todavía os queda vergüenza y dignidad.

Yo sí la tengo.¿Y tu?

Ya que si sois algo , sois gracias a la gente de a píe y si esta se va. Ojalá cierren ayuntamientos y eliminen cargos. Gente inepta en este país, sobra a patadas y hay que invitarles a que se vayan.