¿La mejor plantilla de la historia?
(R).- Tras haber conseguido su primer doblete desde 1958, la actual plantilla del Real Madrid se antoja una de las mejores de su historia. A continuación, un análisis por demarcaciones.
Porteros
Kiko Casilla cumplió perfectamente con el papel de segundo portero. Solvente en su juego, ningún problema aparente de actitud o vestuario. Idiosincrasia local, valores, etcétera.
Keylor fue uno de los pocos jugadores en entredicho, polémica que tenía más que ver con lo ambiental. No proviene de la aristocracia de los porteros. Cuando no estuvo brillante su caso conectó con la cuestión De Gea, pero incluso con pocos apoyos externos se asentó. Visto está que su concurso no impide ganar Champions. Hizo paradas decisivas al final, y vamos sabiendo que además aporta algo concreto y valioso a la «química» del vestuario
Centrales
Queda lejano el problema de los centrales. El año de la despedida de Pepe, una de las figuras del Madrid moderno en esa posición, vimos afianzarse aún más a Sergio Ramos como central, clave espiritual, corneta épica y capitán. El otro que subió fue Nacho, hecho ya al primer nivel. Varane fue titular sin problemas, aunque mantiene aún ese tono «lagunero». Dos jugadores excelentes y complementarios por puesto. La posición exige sólo un recambio para Pepe.
Laterales
Marcelo mejoró aún más. Se disputa con Roberto Carlos la primacía en la posición. Nacho cubrió su puesto, incluso Danilo a pierna cambiada, pero su recambio fue uno de los escasos fallos del año: Coentrao no era una opción (Theo resuelve esto). En la otra banda, Carvajal estuvo a nivel de élite con una fase de impacto superior y Danilo se convirtió poco a poco en una solución para el Equipo B. De los pitos pasó a la comprensión. La paciencia de Zidane hizo pedagogía con el casticismo opinativo.
Centrocampistas
Una de las claves de la temporada. El Madrid tiene el mejor centro del campo de Europa tras años con insuficiencias en una posición lastrada de mediapuntas. El único problema fue James, otro jugador reconvertido. James fue la pieza ciega del puzzle. La que Zidane no podía terminar de encajar. El recuerdo del «mediapuntismo». Un 7 desplazado por Cristiano a posiciones de interior. No obstante, recompuso la situación, James se aplicó y acabó con unos números notables.
Casemiro es una de las estrellas del Madrid. Jugador de nivel mundial. Aumentó su importancia con goles contra Nápoles y Juventus, por ejemplo. Tanta es su influencia que podría (debería) provocar otro efecto benéfico: doblar su rol con Llorente. Conquista titánica: hacer comprender al entorno la necesidad de un jugador así. Kovacic entró en las rotaciones y mejoró como futbolista. La primera parte en el Camp Nou fue su punto más alto. Su evolución hacia el mediocentro fue una sorpresa. Otro ejemplo de mejora adaptativa.
Modric y Kroos pasaron de ser la clave a subalternos de Casemiro. Kroos hizo una final extraordinaria y tuvo un juego constante al que añadió su importancia decisiva en el balón parado. Modric fue una de las escasos claroscuros de la temporada: bajón de juego, descenso de su importancia total y asomo de límites físicos. El 4-3-3 mejoró en 4-4-2, fundamentales para ello fueron Isco y Asensio, estrellas del equipo B. Una confirmación y una revelación.
Isco ha sido una de las obras maestras de Zidane. El jugador completó su segundo viaje a la consagración. El primero fue reconvertirse a interior con Ancelotti. Con Zidane regresó desde allí hacia lo decisivo del campo pero enriquecido, más serio y cargado de significado en el juego. Apretó más en defensa, aprendió a soltarla antes, asistió y volvió a llegar a gol. Explotó en el Calderón el día del 0-3, fue esencial para la Liga y acabó la temporada brillando en Champions. Crucial en Cardiff. Isco asalta la BBC; el 4-4-2 asalta el 4-3-3. Enriquece el juego, lo adensa.
Y Asensio fue la revelación. Salvo un breve bache, su inicio y su final de temporada han sido espectaculares. En las rotaciones asomó una de las esperanzas del fútbol europeo. Despide a James y reclama minutos para el próximo año.
Delantera
Lucas (jugador amuleto) participó en algunas remontadas ligueras, aunque su participación decreció a medida que el conjunto mejoraba. Morata fue su compañero de remontadas. De la pareja Lucas-Morata, Zidane pasó a Isco y el Madrid B. Morata fue un segundo 9 sobrado de energía y gol. Un lujo sometido a la BBC.
Bale estuvo en un nivel fantástico antes de la lesión. No se terminó de recuperar. Su fragilidad y condicionamiento táctico son las incógnitas que deja el curso. Benzema fue una insistencia de Zidane que resultó. Se vio mejor que nunca que cambia goles por influencia. Aun así, alcanzó su mejor nivel en el Mundialito y ante el Atlético con la jugada del año.
Cristiano ha sido otra de las hazañas de Zidane. En dos sentidos: se acercó al 9, quintaesenció su juego en el remate, y además aceptó el descanso, lo que depuró su aportación: apareció más en lo importante. Su temporada más decisiva. Asegura su quinto Balón de Oro y emparenta directamente con Di Stéfano en la edad de plata (o platino) del club
Fuente: ABC
Lo siento por Pique que quería que ganase la Juventus, Hala Madrid, Campeones, Campeones, Campeones.