Según la fiscalía de Las Palmas, el escarnio y la burla del drag queen Drag Sethlas durante la pasada gala del carnaval, no ofendió a los cristianos.

Como se recordará, el individuo llamado Borja Casillas ganó la gala Drag Queen del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, tras aparecer vestido como una imagen de la Virgen María junto con cuatro personas con trajes de nazarenos, haciendo playback de una canción de la cantante norteamericana Madonna, para aparecer después crucificado con corona de espinas y una herida en el costado mientras se decía: “¿Quieres mi perdón? Agáchate y disfruta” (agarrándose la pierna), después de escucharse un Padrenuestro.

La fiscalía, que demoró todo lo que pudo abrir diligencias, pero que se vió obligada a hacerlo tras la denuncia de la Asociación de Abogados Cristianos, ha archivado la denuncia al considerar que la blasfemia no tenía ánimo de ofender.

De este modo, para la fiscalía, no hubo delito contra los sentimientos religiosos, tipificado en el artículo 525 del Código Penal. Paradójicamente, este artículo, que recoge los llamados delitos de odio, es utilizado habitualmente por la justicia contra la llamada “homofobia” o incluso contra los que defienden la unidad de España, pero nunca sirve para ir contra los ataques a la Tradición católica.

De esta forma, actos de violencia contra el catolicismo como robar formas sagradas para profanarlas en una exposición (caso Abel Azcona), profanar una capilla universitaria desnuda de cintura para arriba y amenazando “¡arderéis como en el 36!” (caso de Rita Maestre), sacar en procesión un sexo femenino, o disfrazarse de Virgen y crucificarse como Cristo para ganar el certamen drag queen del Carnaval de Las Palmas, salen gratis en España, con el beneplácito de la mayoría de los medios de comunicación y de la clase política española.

Por el contrario, circular con un autobús expresando obviedades como que “Los niños tienen pene”, “Las niñas tienen vulva”, supone la actuación inmediata de la fiscalía y de los poderes políticos, desde la izquierda a la derecha mundialistas -desde Podemos al Partido Popular (PP)-.