El político y empresario Gerard Bellalta se ha mostrado hoy partidario de la derogación del estatuto de autonomía de Cataluña al considerar que los dirigentes autonómicos están alentando la confrontación civil entre catalanes. “Me imagino la respuesta que le habría dado Donald Trump a un caso de insurección en Estados Unidos y la que se le está dando aquí a los secesionistas catalanes, y me dan ganas de adquirir la nacionalidad norteamericana”, señaló Bellalta, quien prevé un “oscuro horizonte” para Cataluña y el resto de España “si no se pone fin a la aventura separatista con las herramientas que el Estado tiene, que no son las que actualmente se están empleando”.

Respecto a la concentración ayer y hoy de miles de personas ante las puertas de la sede del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), coincidiendo con el juicio por el 9N de 2014, el empresario catalán desprovee a los asistentes de cualquier motivación ideológica. “La mitad son moros y la otra mitad perroflautas en busca de un bocadillo. En Cataluña hay mucha gente que pasa hambre y algunos se venden por un desayuno. De este drama humano se aprovechan los nacionalistas radicales”, lamentó.

Gerard Bellalta asegura en ese sentido que la mayoría de los separatistas son “elementos marginales de la sociedad catalana”. Un efecto para Bellalta de la degradación que parecen los separatistas catalanes sería el bajo índice de natalidad en los municipios controlados por ellos. En Salt (Gerona), por ejemplo, por cada catalán de padres autóctonos nacen cinco niños de origen magrebí. “Nos hablan de futuro para Cataluña cuando esta gente ya no sirve ni para complacer a sus mujeres, ni mucho menos para tener hijos. Por eso echan mano de los ‘nous catalans’”.

Insistió en que la situación catalana requiere de medidas tan drásticas como la derogación del Estatuto de Autonomía, la supresión de la Policía Autonómica y la reclusión en campos de trabajo de todos los dirigentes nacionalistas. Ante un hipotético conflicto civil en Cataluña, Bellalta dice no tener dudas del lado en el que se dirimiría: “El propio Artur Mas reconoció que los catalanistas tienen menos testosterona que los españolistas. Tienen tan pocas agallas que dependen de los musulmanes y de los traidores chanegos para tener éxito en sus movilizaciones”.

Católico tradicional, al ser preguntado por las declaraciones de algunos representantes de la Iglesia catalana en favor de la independencia, Bellalta manifestó que “estos curas y obispos afeminados se han metido en la boca del lobo” al “elegir como compañeros de viaje a los representantes de las mismas formaciones que hace 80 años se dedicaban a torturar y asesinar curas”. Vislumbró un mal porvenir para la Iglesia catalana, “entre la espada islámica y la pared de los anticlericales separatistas” y advirtió a los obispos de la región que “no esperen nuestra ayuda cuando los radicales pongan precio a sus cabezas”.

Reclamó por último la expulsión a su Argentina natal de la polémica monja Lucía Caram, quien hace unos días negó la virginidad de María. “Aunque la guarra se vista de monja, guarra se queda”, remachó.