Arrecian las críticas contra Angela Merkel por los errores policiales que permitieron huir al autor del atentado islamista de Berlín
Tras una jornada en la que se acumulaban las críticas contra la investigación del atentado islamista de Berlín, la canciller Merkel se presentó ayer en la sede de la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA), para supervisar el trabajo personalmente y defender la labor de las fuerzas de seguridad alemanas. «Confío en la pronta detención» del terrorista, dijo, añadiendo que se sentía «orgullosa de la prudente reacción de la mayor parte de los alemanes». Con esa última frase, Merkel trataba de dejar en segundo plano la creciente polémica a raíz de los fallos policiales que permitieron huir al tunecino Anis Amri y de los vacíos legales y complicada burocracia que durante meses evitaron que la Policía, a pesar de tener información sobre sus planes terroristas, no lograse encarcelarlo o deportarlo.
Algunas de las más duras críticas surgían desde el partido de Merkel, la Unión Cristianodemócrata (CDU). «No es así como garantizaremos la seguridad de Alemania», denunciaba Armin Laschet, uno de sus responsables: «Las informaciones que tenemos sobre la forma en la que las autoridades trabajaron son chocantes». Laschet se refería al hecho de que la Policía perdiese un día completo con un falso sospechoso, un paquistaní que tuvo que ser puesto en libertad porque no había una sola prueba contra él y que había sido detenido sobre la única base del dedo acusador de un testigo en la calle. Solo después de ese episodio repararon los investigadores en un documento bajo el asiento del conductor del camión en el que constaba el nombre y apellidos, dirección y permiso de residencia del verdadero asesino. Y solo dos días después del atentado se puso nombre a las huellas digitales sobre el volante del camión.
Una vez establecida su identidad, la Policía fue capaz de reunir un expediente que permanecía disperso en diferentes oficinas de distintos estados federados y que venía a relatar cómo el tunecino pudo entrar en Alemania, a pesar de haber pasado cuatro años en una cárcel italiana; cómo a pesar de haber intentado comprar armas y reclutar cómplices para un atentado un juez lo puso en libertad por falta de pruebas; y cómo las comunicaciones en las que se ofrecía a miembros de Daesh para un atentado suicida no impidieron que siguiera circulando por Alemania impunemente.
Falta de coordinación
El caso de Amri pone en evidencia los déficits del sistema: «Como si miráramos con lupa», reconocía ayer el también cristianodemócrata Stephan Mayer. La falta de coordinación entre las administraciones le permitió utilizar diferentes identidades impunemente y la burocracia de la deportación le dio tiempo para atentar antes de que pudiera ser expulsado. La prensa habla de «pifia» de las autoridades. El diario Darmstädter Echo ha acusado en su editorial al federalismo de representar «un riesgo para la seguridad», mientras que desde la oposición se piden responsabilidades.
El presidente del Partido Liberal (FDP), Christian Lindner, se rasgaba ayer las vestiduras por los «fallos catastróficos» de las autoridades, apuntando al ministro de Interior de Renania Norte-Westfalia, Ralf Jäger, y defendiendo, si es necesario, el uso de pulseras electrónicas para que todos los sospechosos que se hayan interesado por el yihadismo sean seguidos constantemente.
Para añadir más leña al fuego, los reiterados registros y redadas efectuados por la Policía en Dortmund y Berlín, así como en varios albergues para refugiados y en un autobús en Heibrun, no dieron ningún fruto. Cuatro personas fueron detenidas minutos antes de que la Fiscalía General saliese a desmentir que tuvieran relación directa con el atentado. Los barrios de Prenzlauerberg, Kreuzberg y Moabit fueron escenario de patadas en la puerta e interrogatorios a todos los vecinos de edificios enteros sin que nadie haya podido dar una pista del paradero del asesino. La única finalidad de esta actuación parece ser la de presionar a los círculos salafistas con los que se relacionaba el sospechoso y que podrían ahora estar ayudándole a huir.
Petición policial
Rainer Wendt, presidente de un gran sindicato policial, calificaba anoche de «vergonzoso» este debate, «sobre todo porque son los políticos los que hacen a los Anis Amri». También expuso que dejar entrar al país a personas sin identificación dificulta tremendamente la labor policial y pidió más capacidad de maniobra legal para efectuar detenciones.
Un extraño tuit del líder del movimiento xenófobo Pegida, Lutz Bachmann, contribuía además a poner en duda la lealtad constitucional de al menos parte de la policía. Menos de dos horas después del atentado, cuando el único sospechoso era el paquistaní que mantuvo entretenidos a los investigadores, Bachmann apuntaba a un «nacional tunecino» como autor de los hechos y citaba «información interna de la dirección de la Policía de Berlín», dando a entender que contaba con información privilegiada. Y la ya maltrecha reputación de los programas de integración cayó definitivamente al suelo cuando la madre del sospechoso, Nur al Huda, protestaba desde Túnez por el hecho de que su hijo, que nunca había sido religioso en su país, se hubiera convertido y radicalizado en Alemania.
Fuente: ABC
En Alemania se necesita un referéndum para echar a patadas a Merkel ya todo su gobierno es traidor colaborador del terrorismo musulmán los que deben de gobernar en Alemania son pedida ellos son los únicos que tienen las ideas claras a quienes no les guste este movimiento quizá les guste más ver al Estado islámico gobernando en las calles de Alemania ha llegado el momento o gobierna pegida gobiernan los terroristas y solamente uno quedará en el poder el que antes y más rápido destruya al otro
BERLIN: INCOMPETENCIA, LAXISMO Y BUENISMO. El ataque terrorista sufrido por los berlineses es el amargo fruto de una política irresponsable de “puertas abiertas” a la barbarie musulmana, consecuencia de aplicar un buenismo infantiloide a la política, por unos gobernantes incompetentes y un Estado indefenso con leyes laxistas. El brutal asesino tunecino llego, como otros muchísimos criminales, en una patera a Italia. Allí pronto demostró su calaña: delitos varios y pegar fuego a un campamento de refugiados donde era acogido. Tras pasar por prisión, la mala bestia, no fue deportado a Túnez – ¡faltaría mas! – sino que quedo en libertad… Leer más »
Nunca culpare a la policia alemana, ya que en el fondo ellos no estan preparados para ello. La culpa es de Bruselas y Merkel, de esos es la culpa. Es normal que se den errores policiales cuando entran 1.200.000 personas, muchas de ellas peligrosas e inadaptadas en otro país en un año.
“ERRORES” ..interesados errores: si la policia hablara…cientos irian al paro pero es que tienen familia y ganarse el pan.
No hay gente más racista, xenófoba y criminal que los terroristas de toda calaña. Pena de muerte a todos los terroristas y expulsión de todos los fichados, delincuentes y sin papeless de inmediato. Merkel, judía tradora.
Vaya móvil que tiene el moro. 800 pavos en móvil. Es la pobreza, dicen los guarros de izquierdas cuando se meten sus drogas.
Quien es mas culpable?el perro rabioso q mordio a gente inocente o la mano q libero al perro.El fascismo a contaminado las altas esferas del poder judicial y porsupuesto del honorable cuerpo de policia,con su ayuda los lideres de extrema derecha estan subiendo su popularidad con el discurso terrorismo-islam.
No he entendido muy bien el razonamiento de este androihumano, me he perdido con las q y las frases sin sintido salvo para la chusma demagoga e inane mental.
Es como decir, los responsables del atentado de Alemania fueron lo que sistieron al mercado de Navidad. Se exhibiieron paseando pacífica y alegremente con sus hijos pequeños y fueron una tentación insuperable para los terroristas. Pobres terroristas islamicos con lo humano y bueno que son.
COLABORACIÓNISTA DE YIHADISTAS ISLAMISTAS TERRORISTAS ESO PARECES Y FAS A ENTENDER PALETO FIJATE LO QUE ESCRIBES ANTES DE KGARLA TANTO
Por culpa de políticos que parece que consientan que sucedan estas cosas, como el caso de la basura de Angela Merkeltrefe, a los europeos nos están pegando más tiros que a la cantimplora de un sirio.