España coloca 3.055 millones en deuda a largo plazo, pero a un mayor interés
El Tesoro Público español ha colocado hoy 3.055 millones de euros en deuda a largo plazo, que ha salido a un mayor interés en todas las denominaciones menos en los bonos a cinco años indexados a la inflación, a los que se les ha aplicado un rendimiento aún más negativo.
En concreto, en los bonos a cinco años indexados a la inflación, el Tesoro ha adjudicado 570 millones de euros, a un interés marginal negativo del 0,449%, aún más negativo que el -0,361% aplicado previamente.
Por el contrario, se han subastado 1.186 millones en obligaciones a diez años, a un rendimiento del 1,549%, superior al 1,511% anterior, en tanto que otros 549,4 millones han sido en bonos a cinco años, a los que se les ha aplicado un interés marginal del 0,454%, también mayor que el 0,420% previo.
Por último, el Tesoro ha colocado otros 749,2 millones de euros en obligaciones a treinta años, con vida residual de veinticinco, que han salido a un interés del 2,586%, por encima del 2,123% anterior.
Solicitud de 7.400 millones de euros
En total, España ha conseguido colocar en esta primera subasta de diciembre 3.055 millones de euros, un importe que se sitúa en la parte media del objetivo previsto por el Tesoro, que se situaba entre los 2.250 y 3.750 millones de euros.
El importe total solicitado por los inversores ha superado los 7.400 millones de euros, con lo que la ratio de cobertura -diferencia entre lo demandado y lo finalmente adjudicado- ha sido ha sido de 2,4 veces.
En la subasta de hoy, el Tesoro nacional ha tenido que volver a elevar el interés de la deuda en la mayoría de las denominaciones subastadas, un hecho que ya se produjo en la última operación, después de que el mercado se viera afectado por las tensiones que ocasionó la victoria de Donald Trump en EE UU.
El mercado también espera conocer el resultado del referéndum que celebrará Italia este domingo, en el que se decidirá sobre la reforma de la Constitución que el Gobierno quiere sacar adelante para eliminar la función legislativa del Senado y agilizar así todo el proceso parlamentario.
