El cardenal Raymond Burke señala que Trump es “sin duda” preferible a Clinton
El cardenal estadounidense Raymond Burke, ex prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, ha celebrado la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales y ha asegurado que la postura del presidente electo respecto al aborto le convertía en mejor opción que Hillary Clinton.
Burke ha señalado que Trump es “sin duda” preferible a Clinton en el tema del aborto, una cuestión fundamental que no debe ponerse en el mismo plano que la acogida y situación de los refugiados y migrantes.
En declaraciones a The Tablet, Burke sostiene: “No veo ninguna equivalencia moral entre el aborto y el bienestar de los migrantes. Espero que sea obvio que creo que los migrantes, hechos a imagen y semejanza de Dios, deben ser tratados con el máximo cuidado y respeto, pero poner las dos cuestiones en el mismo plano es simplemente erróneo”.
El aborto, recuerda Burke, “es el asesinato sistemático de los seres humanos en su etapa más vulnerable del desarrollo”. El presidente electo Donald Trump se ha declarado “provida”, ha apoyado la designación de jueces provida en el Tribunal Supremo y ha abogado por recortar la financiación pública al gigante del aborto estadounidense Planned Parenthood.
El cardenal Burke explica, además, que los países deben realizar un “juicio prudente” sobre el número de migrantes a los que dan la bienvenida.
“Nosotros tenemos que hacer una distinción entre un migrante y un refugiado. El número de migrantes económicos que acepta un país es una cuestión prudencial, con la que la gente es libre de no estar de acuerdo”, afirma, aunque añade que “el corazón debe estar siempre abierto a los refugiados que huyen de la muerte, el terror y la persecución.”
“Estoy muy feliz de que mis colegas americanos hayan elegido a un nuevo presidente, y le envío un fuerte encargo para que aborde decididamente la corrupción que ha plagado el gobierno federal en los últimos años”, ha afirmado el cardenal Burke.
Hillary no sólo es una feminista proaborto, sino que además es una reconocida anticatólica que quería imponer su cultura de la muerte a las organizaciones religiosas si ella era elegida presidenta. Gracias a Dios, eso no ha ocurrido.
Trump quizá no sea perfecto, pero desde luego es el mal menor, y puede terminar revelándose como una gran presidente.