Inmigrantes musulmanes festejan su llegada a Europa.

GI.- El sacerdote iraquí Behnam Benoka advierte a los europeos : “Cuidar bien vuestra casa, vuestra ciudad y vuestra cultura”, para evitar -o al menos intentar- que el lugar donde viven se convierta “en un continente islámico en los próximos 20 años”.

Desde que los terroristas del autodenominado Estado Islámico tomaron la ciudad de Mosul, el sacerdote Benoka se trasladó a Ankawa, en el Kurdistán iraquí, donde es vicario parroquial. Según recoge AciPrensa, el religioso da clases de filosofía en la Facultad de Filosofía y Teología del Patriarcado Caldeo y ha fundado varios centros de atención médica dedicados a los refugiados en la región de Erbil.

¿Qué será dentro de diez, quince o veinte años de la cultura europea?

“Pensemos en los centenares de miles de personas que llegan a Europa, que están ahora dentro de Europa, millones y millones de personas que no traen la cultura europea. Entonces, ¿qué será dentro de diez, quince o veinte años de la cultura europea? ¿Será una cultura europea?”, se pregunta el sacerdote, entrevistado para el programa “Tras las huellas del Nazareno”, de la Fundación EUK Mamie – HM Televisión.

“Irak era de mayoría cristiana, como España hace un tiempo, como Italia, como Alemania. Ahora somos una pequeñísima minoría”, recuerda el sacerdote iraquí al mismo tiempo que lamenta que “también nosotros recibimos a otros en nuestra ciudad y casas. Hoy en día somos una pequeña minoría, considerada como nada. Hemos sido echados fuera. En la Constitución ni siquiera se nos tiene en cuenta”.

“Imaginemos la Constitución europea, si un día Europa tiene una mayoría islámica, ¿será igual que hoy? ¡No, será igual que nuestra Constitución! Por lo que deberéis con el tiempo vivir y obedecer a una Constitución que no es parte de la cultura europea”, advierte Behnam.

El sacerdote insiste en que lejos de que sus declaraciones puedan “parecer la narración de una fábula”, su experiencia es “un dato de un hecho consumado, algo que nos ha pasado a nosotros”.

“Los militantes de ISIS cogen a Mahoma como ejemplo de vida. ¡Y punto! ¡Esto es el ISIS! El ISIS como tal son personas comunes, son musulmanes normales. No han venido de fuera de la tierra. Cuando hablan o cuando hacen cualquier cosa, lo hacen basándose en el Corán”, explica Behnam Benoka.

Según el sacerdote, 120.000 cristianos huyeron de la llanura de Nínive al Kurdistán iraquí tras el ataque del Estado Islámico hace ya dos años.

“Según las estadísticas, tenemos a dos mil familias que viven en contenedores. Otras dos mil familias viven en casas alquiladas por la iglesia local, gracias a la ayuda de diversas organizaciones, sobre todo organizaciones católicas. Y hay más familias, entre 4.500 a 5.000 familias, que viven en casas alquiladas por cuenta propia. Ellos mismos pagan el alquiler de la casa”.
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“Creíamos que teníamos muchos amigos musulmanes”

El religioso denuncia la “hipocresía” de los musulmanes que parecían estar del lado de los cristianos: “Creíamos que teníamos muchos amigos musulmanes, pero parece que no era así, porque después de nuestro desplazamiento hacia el norte del Irak, muchas familias musulmanas residentes ahora en Mosul y Nínive, nuestra ciudad, cuando entraban en nuestras casa, buscaban, llamaban a las personas y a sus amigos diciendo: ‘Mira, amigo. Yo soy tal y cual, estoy en tu casa, todas tus propiedades son ahora mías’”.

Asimismo, Behnam lamenta la dramática situación que viven los más de un millón que han llegado a Kurdistán. “Al principio, el gobierno daba gratuitamente las medicinas o contribuía al menos parcialmente para que los pacientes pudieran adquirirlas. Pero, desde hace dos meses, también ha quitado esta ayuda. Con lo cual, los enfermos de cáncer, deben asumir todo el coste de sus medicinas. Esto supone de quinientos a mil quinientos dólares al mes. Se trata de vida o muerte. Una pastilla puede garantizar la vida, y la falta de ella, tal vez puede ocasionar la muerte de la persona”.

“Nosotros vamos a los distintos campos de refugiados donde hay sunitas, chiitas, yazidíes, cristianos y vemos que hay diferencia entre la vida diaria de los cristianos de su campo de refugiados, y lo que vemos que ocurre en otros campos. En otros campos tienen problemas de crímenes, tienen muchos problemas graves”, concluye el religioso, que señala que a pesar del sufrimiento físico y moral, la fe les sostiene.