Pablo Iglesias y Pedro Sánchez.

C. Valenzuela.- La dirección nacional del PP considera «mucha casualidad, demasiada casualidad» que Podemos rompiera su apoyo al gobierno castellano-manchego y esté planteándose hacer lo mismo con los de Extremadura y Aragón precisamente en el momento en el que Pedro Sánchez inició su ofensiva contra los barones socialistas críticos con su gestión, entre los que destacan los presidentes de esas tres comunidades.

En el Gobierno y en el partido ya llevaban un par de semanas sospechando que Sánchez había llegado a un acuerdo con Pablo Iglesias para presentarse a una próxima investidura con apoyo de los nacionalistas. La arremetida de Podemos contra García-Page ha aumentado sus suspicacias. En contra de opiniones expresadas en diversos medios de comunicación que consideran que el motivo de la ruptura es presionar a los barones díscolos para dejen de hostigar a su secretario general cuando este anuncie su intención de presidir un gobierno de izquierdas, los populares se inclinan por la teoría de que se ha tratado de una acción coordinada de Sánchez e Iglesias para fastidiar a García-Page y lanzar un aviso a Vara y Lambán, que podrían verse abandonados de igual.

«Probablemente la idea de desestabilizar Castilla-La Mancha ha partido de la dirección del PSOE más que de la de Podemos», afirma un dirigente nacional del PP que se pregunta, «¿no será que Pedro Sánchez se ha hecho de Podemos?».

La oferta de la secretaria general de los populares, María Dolores de Cospedal, a García-Page para garantizar el gobierno de la comunidad aunque Podemos le abandone se debe a una reflexión en ese sentido. Cospedal explicó su iniciativa, que pasaría por negociar el apoyo del PP a los presupuestos que presente el PSOE, a los asistentes del Comité Ejecutivo del pasado lunes, ninguno de los cuales puso el menor inconveniente. Se trata de demostrar, les dijo, que su partido actúa a nivel regional de manera opuesta a como hacen los socialistas a nivel nacional.

No es la primera vez que esto ocurre en los últimos meses. El presidente extremeño ha aprobado los presupuestos de su comunidad gracias al apoyo del PP, aunque sus circunstancias son diferentes de las de su compañero de Castilla-La Mancha. Fernández Vara ganó las elecciones. García-Page las perdió. De hecho, Cospedal se quedó a solo un escaño de la mayoría aboluta, lo que confiere más mérito a la oferta de quien sigue siendo líder de la oposición en Toledo mientras continúa desempeñando el cargo de secretaria general del PP nacional.