Los fashion
El verano está a punto de acabar, pero no puedo parar de sonreír cada vez que distingo por la calle los estereotipos de veraneantes que inundan nuestras calles y locales. Hoy quiero hablar de los fashion.
Esos tipos que van con la camisa del cocodrilo, sus bermudas color marrón claro y esas sandalias ajustadas a los tobillos por el cierre con velcro. Huelen a perfume caro, ocultan sus ojos tras unas gafas de sol de marca y hablan un dialecto que sólo entienden ellos.
No compran pizzas congeladas para cenar cuando se van de viaje, tienen suficiente dinero para cenar en un restaurante caro, mantener su yate y luego salir a una discoteca de lujo… En la zona VIP que jamás podremos acceder con nuestro salario de mileurista.
Al igual que el veraneante inglés borracho de Mallorca, salen mucho por la televisión. Son entrevistados por la prensa, vigilados cuando se van de marcha al centro de Madrid, o cuando están en sus paseos entre la gente de la calle. No pierden el tiempo en cualquier playa de pobre, ellos se marcan sus desfases con estilo.
Como tienen tanto poder, la policía no les toca si arman mucho jaleo. Es más, llevan de fiesta casi un año, empalmando varias estaciones, y ahí están la mar de contentos con nuestro beneplácito. Suben fotos y estados a sus redes sociales, como borregos le damos like y compartimos a nuestros contactos.
Ten cuidado con los fashion si te los ves andando por la calle porque han venido a España para quedarse, ya que aquí las leyes son muy permisivas con este tipo de turistas. Estos fiesteros viven la vida loca sin importarle nada los daños que puedan causar… Sus juergas no resienten sus bolsillos ya que ganan dinero sin dar un palo al agua.
Acaban de reunirse todos en Madrid estos días como hacen de vez en cuando para darse caña unos a otros. Se aplauden en bancadas llenas de fashion pertenecientes a diferentes bandas mientras sus jefes se sueltan insultos y amenazas. Gritan y faltan el respeto a todo un país… Pero, ¿qué más da?
Los fashion seguirán ahí… Si nos descuidamos, seguirán cobrando para alargar unas vacaciones interminables, que dentro de poco hará un año desde que salieron de fiesta por navidad… Y nosotros venga a votarles sin ponerles un límite.